ASTILLERO

Julio Hernández López

Dormir, descansar

A un año del Chiquihuite, a 10 años de la rebelión zapatista
Soñar Chiapas en 15 minutos

EL PRESIDENTE CHENTE sigue como si nada, tan campante, aunque los editorialistas de The New York Times le acaben de arrear duro, como él, a su vez, sigue haciéndolo contra los pérfidos legisladores que nomás no le aprobaron su sueño fiscal del IVA a alimentos y medicinas que, terco, anuncia que seguirá impulsando cuantas veces le sea posible (o sea, ya casi nunca). En sus acometidas contra los diputados malévolos le ha acompañado el obispo de la casa y presidente de sus colegas coaligados, José Guadalupe Martín Rábago, que luego de saber de la muy cantada exoneración de Juan Sandoval Iñiguez se ha sentido ya más dispuesto a apoyar a su principalísimo feligrés en la producción de sermones contra los pecadores de San Lázaro.

DESCANSO DECEMBRINO DE Los Pinos, que un año atrás ni siquiera se vio interrumpido por el escándalo de la toma azteca del Cerro del Chiquihuite, que más adelante permitió la emisión de la frase histórica del "ƑY yo por qué?" En esta ocasión el Presidente de la República también reposa y, desde un San Cristóbal nostálgico de historias de hacendados, ha hablado con desparpajo de lo que ha sucedido con quienes 10 años atrás tomaron otro San Cristóbal, el de las evocaciones zapatistas: "Las cosas están en paz y todo mundo trabajando", aseguró el sábado a reporteros, mientras salía de la misa celebrada en la iglesia del rancho familiar. Lo que en quince minutos habría de resolver, que no se deshaga en otros 15 minutos de declaraciones: paz y trabajo en Chiapas ve el jefe del Estado mexicano, que además aventuró otro diagnóstico errado: "Hoy es otro Chiapas; desde que está gobernado por Pablo Salazar Chiapas ha cambiado radicalmente". (Disculpen los lectores los problemas de sintaxis que acarrea la transcripción de las palabras presidenciales, pero es que al autor de ellas suele causarle serios problemas traducir al español su pensamiento en inglés.)

RESULTA TRAGICOMICA LA manera superficial en que el Presidente de México pretende abordar el tema del zapatismo chiapaneco. Cree que la ausencia de erupción significa que el volcán ha muerto; supone que si continúa arrullando a los rebeldes con palabrería optimista podrá alcanzar la orilla de su mandato presidencial sin mayor problema. Se agarra al clavo ardiendo llamado Pablo Salazar, que ha resultado un éxito en cuanto a demagogia, frivolidad e irresponsabilidad histórica, otro parlanchín sumado a la estela de malos gobernantes de Chiapas. No escucha, porque no quiere, y además, porque no puede (pues sus oídos políticos están ocupados en atender minucias personales, rijosidades de elite y halagos cortesanos), que la rebelión zapatista cree terminado el plazo de espera dado a ese Presidente parlanchín: a tres años de distancia, Fox está políticamente agotado, y nada importante es de esperarse de su administración, que hasta periodistas gringos, otrora solidarios, ahora consideran excepcionalmente incapaz. El Presidente y su gobierno duermen, descansan, y en el barullo de sus fiestas privadas no alcanzan a escuchar el rumor de las nuevas cosas que vienen.

ASTILLAS:šAH, NO! šESO sí que no! šNada de que policías de Estados Unidos se trepen en aviones mexicanos para vigilar los vuelos que vayan o vengan de aquel país, y así traten de evitar actos terroristas! Para eso tenemos nuestra propia policía, con la que, en todo caso, podemos cumplir la orden impuesta por los vecinos. Así ha respondido, con singular patriotismo, el secretario Totalmente Palacio, Santiago Creel, al saber las pretensiones de los gringos. Ese sentido de la soberanía nacional no tiene desperdicio: sí cumpliremos las instrucciones del amo (de hecho, se cumplen desde una semana atrás), pero con nuestros propios medios. šFaltaba más!... En similares cavilaciones respecto a soberanía territorial anda el muy afamado licenciado Chuayffet, pues la profesora Gordillo se niega, por sus puras pistolas, a regresarle al amable político mexiquense las oficinas de mando de la bancada tricolor. Tan ofensivo resulta el aferramiento de doña Elba Esther a tal porción inmobiliaria de San Lázaro, que algunos diputados se han lanzado con ímpetus bélicos (y, sobre todo, con muy emblemáticas ganzúas) a conquistar la oficina prometida, enfrentándose verbalmente a algunos allegados a la susodicha maestra. El pleito fraterno tricolor amenaza con llegar un día de estos a las manos, pero ya desde ahora resulta increíble ver disfrazados de pandilleros incipientes a algunos diputados hechos en el estilo palaciego que por más que se esfuerzan no pueden perder... El jefe del gobierno capitalino ni suda ni se abochorna: ha dicho, recordando a Benito Juárez, que a su gallo no le quitaron ni una plu- ma, en referencia a la maniobra camaral del PRI y del PAN para disminuir su techo de endeudamiento y así restarle recursos para hacer obras. Asegura López Obrador que no suspenderá nada esencial en su trabajo y que tratará de compensar la falta de dinero con promociones para que la gente pague sus impuestos y con otros ahorros. Contrasta la postura del tabasqueño con los aspavientos y berrinches del otro presuntamente perjudicado por las decisiones fiscales de los legisladores federales... El doctor Carpizo y su legión de abogados estudiarán el expediente de la exoneración del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, con la intención de encontrar incongruencias e irregularidades. Esta columna les ofrece una pista nacionalmente conocida: la diligencia más importante en ese proceso se realizó en el rancho San Cristóbal, durante un desayuno ofrecido para celebrar un cumpleaños de la señora Mercedes Quesada de Fox... Rubén Figueroa está decidido a reasumir plenamente el poder en Guerrero, mediante la postulación del senador Héctor Vicario Castrejón, que ayer anunció que según unas encuestas él mero es el preferido por los votantes de la entidad para suceder a René Juárez... Y, por hoy, es todo...

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