México D.F. Domingo 28 de diciembre de 2003
Pese a "grillas y desprestigio", el IDDF fue un gran reto, afirma
Segura confía en ganar otra medalla olímpica
ROSALIA A. VILLANUEVA
El marchista Bernardo Segura dijo que él y Noé Hernández son los únicos que tienen posibilidades de obtener una medalla en Atenas o por lo menos quedar entre los cinco primeros lugares, lo cual sería un parámetro más realista, tomando en cuenta que los dos tienen una diferencia de uno y dos minutos con la marca mundial del ecuatoriano Jefferson Pérez, el rival a vencer en la cita griega.
El medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, en la prueba de 20 kilómetros, consideró que las probabilidades de que la caminata de México logre una presea el próximo año "son muy altas, no es difícil ni tampoco un sueño guajiro, porque conocemos muy bien a nuestros contrincantes y la pelea estará entre ellos y nosotros'', subrayó.
Satisfecho de haber finalizado 2003 en el séptimo lugar de la clasificación mundial, que encabezó Jefferson Pérez, recordista mundial de la prueba (1:17.22), el andarín mexiquense indicó que la pelea por las medallas estará entre el ecuatoriano, el español Francisco Fernández, el ruso Raskasov, un australiano y los tres mexicanos, en caso de que Alejandro López ratifique su boleto en el selectivo de Tijuana, en marzo.
Entrevistado vía telefónica, el nativo de San Mateo Atenco continúa su preparación de cara al selectivo de Tijuana. Entrena tres veces por semana en el Nevado de Toluca, el Centro Ceremonial Otomí y el Desierto de los Leones, y espera acumular 230 kilómetros entre enero y febrero, ya que tiene planeado irse a Bolivia para hacer un campamento a 4 mil metros de altura en la ciudad de Santa Cruz.
El andarín dijo estar en desacuerdo con el proceso selectivo que sacará a los cinco mejores exponentes para la Copa del Mundo, en Namburg, Alemania, en mayo próximo, que a su vez definirá a los tres seleccionados para Atenas, en agosto.
"Se me hace injusto y propuse que los tres mejores que salieran de Tijuana tengan el pase directo a Atenas, y no fuéramos a la Copa del Mundo; es una competencia que por primera vez se hace en el año olímpico, sería un desgaste y con el riesgo de sufrir una lesión e incluso una descalificación que nos marginaría de los juegos.''
Para Segura, 2003 fue un año de contrastes, tras su descalificación en el Mundial de Atletismo en París, Francia, que se sumó a su renuncia como director del Instituto del Deporte del Distrito Federal (IDDF), por presunto tráfico de influencias.
De su paso en el IDDF, comentó: "Para mí fue un reto y una experiencia que se dio por el sentimentalismo que provocó mi descalificación olímpica en Sydney, y otros lo vieron como un premio de consolación. Me siento satisfecho por los casi tres años que estuve en el cargo, hubo grillas y desprestigio que tuve que afrontar, pero ahora que no tengo esa presión estoy dispuesto a seguir dando resultados deportivos.
"La descentralización del deporte debilitó al IDDF en lo que es el alto rendimiento. Las delegaciones tomaron esa responsabilidad y muchas no cumplen su función. Si queremos ser campeones tenemos que dar más becas, preparar a entrenadores, y eso tardará muchos años para que el Distrito Federal recupere su jerarquía; a lo mejor me tocó la etapa más difícil, pero eso le habría pasado a cualquiera'', concluyó el ex diputado perredista.
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