Se confirma: EU espió a México en la ONU

Revelaciones en el juicio a ex empleada británica de inteligencia sobre el caso Irak

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 17 de diciembre. El gobierno de Gran Bretaña confirmó que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) interceptó correos electrónicos e intervino los teléfonos de la casa y oficina del embajador de México ante la Organización de Naciones Unidas durante el debate de la resolución para autorizar la guerra contra Irak.

El periódico británico The Observer divulgó en marzo que la agencia espió las comunicaciones de las misiones de los países miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, a fin de obtener información para apoyar los esfuerzos de Washington e influir en los votos de estas naciones durante el debate sobre Irak. En esas fechas, Londres y Washington rehusaron confirmar la información.

Pero ahora el gobierno de Gran Bretaña ratificó estos hechos al presentar una acusación contra Catherine Gun, ex empleada del servicio de inteligencia de Gran Bretaña, por violar la Ley de Secretos Oficiales. Gun fue la informante de The Observer.

En notas publicadas en marzo y noviembre de este año, el rotativo británico describe un memorando de la NSA redactado por Frank Koza, alto funcionario de la agencia, donde explica cómo la información obtenida en las comunicaciones intervenidas podría ser utilizada "en contra'' de las delegaciones de Angola, Camerún, Chile, Guinea, Pakistán, Bulgaria y México en el Consejo de Seguridad. El memorando, con fecha 31 de enero de 2003, explica que este esfuerzo de inteligencia se enfocó en ''información que pudiera dar ventaja a los funcionarios estadunidenses para obtener resultados favorables a los objetivos de Washington''.

En marzo, días después de la publicación de la primera nota de The Observer sobre este memorando, Gun fue detenida en Gran Bretaña y cesada discretamente como traductora de la Oficina Central de Comunicaciones del gobierno en Gloucester.

Pero ninguna publicación había divulgado el nombre de Gun antes de que el gobierno británico presentara cargos contra ella en noviembre. En su primera audiencia frente al tribunal, Gun explicó: "cualquier revelación se justifica porque se mostraron graves actos ilegales y fechorías cometidas por el gobierno de Estados Unidos, que subvirtió a nuestros propios servicios de seguridad''.

La fiscalización parece confirmar ''la autenticidad del memorando original de la NSA'', explicó a La Jornada Steven Aftergood, experto de la Federación de Científicos Estadunidenses sobre la comunidad de inteligencia de ese país. ''No va uno a fiscalizar a alguien por divulgar documentos imaginarios o información secreta falsa.''

La misión de Estados Unidos ante la ONU rehusó comentar este asunto.

Pero Tony Benn, ex integrante del gabinete de Gran Bretaña, declaró a la radio que consideraba injusto proceder contra Gun, ya que ella actuó para revelar acciones que suponía ilegales. Por otro lado, Norman Solomon, director ejecutivo del Institute for Public Accuracy, señaló que "la intervención ilegal de los teléfonos de diplomáticos de tres continentes prefiguró la guerra ilegal que se llevaría a cabo".