Martí Batres Guadarrama

Distrito Federal: las cifras de la seguridad

En medio de la recesión, con una de las tasas de desempleo nacional más altas en los últimos años, en la capital de la república se ha logrado contener el crecimiento galopante de los niveles de incidencia delictiva. De acuerdo con cifras del Gobierno del Distrito Federal, en esta entidad federativa pasamos de 653 denuncias penales diarias en el trienio 1994-97 a 585 denuncias diarias en el trienio 1997-2000 y de ahí a 477 denuncias diarias en el trienio 2000-2003.

Como se trata de las cifras de las denuncias presentadas ante el Ministerio Público, es frecuente que los críticos del Gobierno de la ciudad señalen que aquí no se representa a plenitud la realidad del delito puesto que hay una cifra negra cuya magnitud se desconoce.

Sin embargo, hay delitos en los que no hay cifra negra, por ejemplo homicidios y robo de vehículos, y estos datos permiten medir con mayor objetividad el comportamiento de los niveles de incidencia delictiva. Por ejemplo, en el trienio 94-97 pasamos de 2.9 homicidios dolosos diarios a 2.3 homicidios dolosos diarios en el trienio 97-2000 y a 2.1 homicidios dolosos diarios en el trienio 2000-2003. En el caso del robo de vehículos la disminución es más notoria, pues pasamos, en el trienio 97-2000, de 156 vehículos robados al día a 125 en el trienio 97-2000 y a 98 en la ac-tual administración.

Además de que ha bajado el número de denuncias ante el Ministerio Público hay otras cifras dadas a conocer por instituciones no gubernamentales: la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros afirma que disminuyó el número de robo de vehículos en 11.45 por ciento, en tanto que en el resto del país en promedio se incrementó en 10.48. Por otro lado, la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México señala que el índice de robo a negocios está en su punto más bajo de los últimos 10 años, de tal forma que si en el trienio 94-97 se robaban 28 negocios por día, en el trienio 97-2000 pasó a 18 negocios por día, y durante la administración actual a ocho negocios robados por día.

Otros datos, esta vez de carácter federal, confirman esta tendencia. Por ejemplo, en el caso de la incidencia delictiva a nivel nacional, por arriba del Distrito Federal se encuentran, entre otras, Baja California, Yucatán, Quintana Roo, y ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Culiacán, Gua-dalajara, Toluca o Cuernavaca.

En el caso particular del delito de homicidio doloso, para volvernos a colocar en un delito que se puede medir con mayor objetividad, el Distrito Federal se encuentra en el lugar número 16 de incidencia delictiva, y por arriba de éste se encuentra el estado de México, donde se cometen ocho homicidios dolosos diarios, cuatro veces más que en el Distrito Federal, y son entidades que tienen el mismo número de habitantes.

Estos resultados demuestran un avance en el trabajo de seguridad pública, en la batalla contra la delincuencia en la ciudad capital, y son producto de numerosas acciones de gobierno, sistemáticas y eficientes. El Gobierno del Distrito Federal estableció un Programa de Atención a Jóvenes conocido como Programa Tutor de Jóvenes en Situación de Riesgo, que cuenta con 300 tutores que atienden a más de 7 mil jóvenes con problemas de desintegración familiar, ausencia de escuela y de empleo.

De igual modo se eleva año tras año el número de remisiones de la policía capitalina al Ministerio Público. En 2002 la policía preventiva detuvo a más de 26 mil personas y a lo largo del 2003 a más de 34 mil. El Ministerio Público pasó de más de 20 mil consignaciones en 2002 a más de 25 mil consignaciones en este año. Y se ha procesado penalmente a 3 mil 440 servidores públicos de las diversas policías.

También se han establecido programas de seguimiento de preliberados y revocaciones de aquellos preliberados que han dejado de acudir a firmar ante la autoridad ejecutora. Se ha elevado el número de internos, de cerca de 20 mil a más de 24 mil en lo que va de 2003, y la reforma al Código Penal realizada en abril pasado permitió restringir la libertad bajo caución en el delito de robo e impedirla cuando reincide el sujeto delictivo.

Entre todos los programas que se han llevado a cabo hay uno que el gobierno de la ciudad de México implementó desde un principio: el Programa de las Coordinacio-nes Territoriales, el cual permitió dividir al Distrito Federal en 70 Coordinaciones Territoriales, cuyos objetivos son: planeación de estrategias contra el crimen, coordinación de las diversas instancias policiacas, supervisión de trabajos policíacos, análisis minucioso de los índices delictivos, concentración de infraestructuras para el combate a la delincuencia como recursos materiales y humanos, y cercanía de los servidores públicos con la ciudadanía.

De la misma manera que el gabinete de gobierno y seguridad de la ciudad se reúne todos los días, cada Coordinación Terri-torial se reúne diario en su sede correspondiente por la mañana. Acuden a las Coordinaciones Territoriales el jefe de la policía del sector correspondiente, Ministerio Público, la policía judicial, el médico legista, el juez cívico, un representante de participación ciudadana del gobierno central y otro de la delegación. Setenta mujeres representantes del jefe de Gobierno del Distrito Federal dirigen los trabajos de las coordinaciones.

Con esa estructura el Gobierno del Distrito Federal ha logrado tener una información mucho más precisa de cada territorio, una coordinación mayor entre las diversas policías, un control más directo sobre los propios cuerpos policiacos, y ello ha permitido sentar una estructura que permite una evaluación periódica de los índices delictivos de cada uno de estos 70 territorios y que estimula el esfuerzo de los servidores públicos en cada una de estas zonas.

Por eso se explica la disminución en los índices delictivos de la ciudad.