México D.F. Lunes 1 de diciembre de 2003
José Cueli
Rompen ritmo a los toros
Estos toros de Arturo José María Huerta que crecieron y han corrido entre gotas de agua fría por la madrugada en el campo bravo. Ciegos entre los perfiles de las montañas, iluminando un mundo torero de sombras y brisa con sabor a piel morena, como se nombraba a uno de ellos, šcómo volaban al galope propio de su sangre bravía que los llevaba a una muerte de casta!
En el ruedo de la Plaza México se dejaban venir con furia los toros de Huerta, y su vuelo era un suspiro en planeación. Canto de sangre tranquila con deseos de zambullirse en la fresca serpentina de los capotes que no encontraban. Depuraban el valor y se enredaban en las embestidas ante la falta de temple de los toreros. Tigres dormidos en busca de una muleta torera que se les escapaba entre los pitones.
Los toros veían el cielo herido por un "nebluno" de azul desnudo, lo confundían con el traje de luces de Manuel Caballero y desconocían y se desconocían; extrañaban el verdor del campo y los surcos que se curveaban en el azul brillante de la cima de las montañas y trotaban con la melena al aire, y seguían sin hallar un capote mariposa que les templara su galopar.
Lentos y dulces sonaban los sones de los toritos de Huerta, en el redondeo cimbreante de las encabritadas acometidas. Volaban nostálgicos de sol y así transcurría la voz de la tarde de sol a sombra y de sombra al sol escondido, en la casa deshabitada que es la plaza de Insurgentes. Sólo desgarraduras en el acometer de ritmo enervante sobre las telas rojas en el redondel.
Toritos bravos de encastada nobleza, primero, segundo, tercero y quinto. Cuarto y sexto, ásperos y difíciles, pero fieros con las caballerías. Sólo Manuel Caballero, oficio y técnica, solventó airoso la papeleta, a pesar de su albaceteña tosquedad navajera. Jorge Gutiérrez, cual principiante con el capote y sin redondear con la muleta. Fabián Barba, verde para estos menesteres, desperdició lamentablemente al primero de la tarde de son ranchero. šEl ritmo enervante de los toros, roto por los toreros!
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