México D.F. Sábado 29 de noviembre de 2003
Enrique Calderón A
Los centros de investigación y desarrollo, perspectivas
Los jóvenes son motivados a estudiar, principalmente por la idea de lograr un buen trabajo y con ello un futuro que pueda brindarles cierta seguridad económica y, de ser posible, un desarrollo profesional brillante.
Esto resulta cada vez más difícil, porque las grandes empresas, principalmente multinacionales, realizan sus actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico en sus países de origen, mientras las empresas mexicanas, generalmente más pequeñas, no hacen uso de nuevas tecnologías y, cuando las requieren, simplemente las compran en el extranjero. Las prácticas en las instituciones gubernamentales no son muy diferentes, con clara tendencia a contratar servicios de consultoría con despachos estadunidenses y europeos.
De esta manera, la cultura requerida para alentar la investigación y el desarrollo tecnológico como factores fundamentales de la competitividad y el crecimiento económico, tal como existe en las naciones más avanzadas, es desconocida entre la clase empresarial de nuestro país, al igual que entre los altos funcionarios del gobierno actual y de sus antecesores inmediatos.
Esto ha hecho que los técnicos y científicos que el país genera sólo tengan cabida en las instituciones académicas y en los centros de investigación y desarrollo tecnológico, que el gobierno ha venido creando con objeto de disminuir el atraso y la dependencia tecnológica, en cuando menos aquellos campos de carácter estratégico para el país, como pueden ser el alimentario, las fuentes de energía, las comunicaciones, la salud y la cultura misma.
Esta política ha dado al país magníficos resultados, si no ha dado más se debe a las restricciones impuestas a esos centros y a la falta de visión en la dirección de las instituciones gubernamentales para aprovechar y al mismo tiempo fortalecer sus capacidades, que bien podrían inclusive alcanzar perfiles de liderazgo a escala mundial, en virtud de la creatividad mostrada por sus mejores investigadores y técnicos.
El Instituto de Tecnología del Agua, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, el Instituto Mexicano del Transporte y el Colegio de Posgrados de Chapingo han contribuido en sus respectivos campos a resolver problemas importantes para el gobierno federal, para los gobiernos estatales y aun para las empresas que operan en esos sectores; su existencia misma representa conocimientos y experiencias, cuya destrucción conformaría daños irreparables para el país.
Adicionalmente, la existencia de estos centros constituye la única razón sólida que tendrían los jóvenes de las nuevas generaciones para hacer estudios de posgrado en los campos del conocimiento que esos centros cultivan. Su desincorporación y eventual desaparición constituye un mensaje claro del actual gobierno sobre la importancia que para ellos tiene la investigación y el conocimiento. Después de todo, son congruentes con la visión de los grupos empresariales que representan, según la cual ni tiene sentido el desarrollo tecnológico, ni los mexicanos somos aptos o capaces para realizar este tipo de actividades.
El modelo tiene desde luego una contradicción: si los centros de investigación no son prioritarios ni sirven para nada, entonces, Ƒpara qué financiar programas de posgrado o para qué enviar becarios a estudiar a otros países? ƑAcaso tiene sentido preparar gente que al final no servirá para nada? ƑNo es esto demagógico?
Con sus propuestas de desincorporar los centros de investigación y cultura, así como la justificación que hace de esas medidas, el desgobierno que hoy padecemos está dándonos cada día una semblanza más clara del país changarrero que quisiera establecer.
šNo los vamos a dejar! Esto quedó claro con la enorme movilización social que ha empezado a organizarse y de la cual se dio una muestra el jueves pasado, cuando decenas de miles de campesinos, trabajadores, académicos y otros ciudadanos se reunieron en el Zócalo capitalino, para exigir la solución de graves problemas sociales y para manifestar su rechazo al modelo neoliberal de las privatizaciones y de la imposición de nuevos tributos
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