México D.F. Sábado 29 de noviembre de 2003
Se buscan acuerdos con otros países respecto a las reformas que requiere el organismo
Afina México propuesta para la ONU
El proyecto podría quedar listo en enero, junto con la estrategia para promoverlo
GEORGINA SALDIERNA
México prepara la estrategia que impulsará para reformar la Organización de Naciones Unidas (ONU), tarea que, sin embargo, aparece difícil y prácticamente un acertijo o un galimatías, debido a los candados que tienen los documentos fundacionales del organismo multilateral, señalaron ayer fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Para cambiar el sistema de la ONU se requiere el apoyo de las dos terceras partes de los estados miembros -126-, y que ninguno de los cinco integrantes permanentes del Consejo de Seguridad se oponga a las propuestas, explicaron.
Dada la complejidad que implica lograr un consenso entre 126 países, y además, que ninguna de las grandes potencias se oponga a los cambios, es fundamental construir una estrategia diplomática y una propuesta de cambio inteligente que poco a poco logre concitar el apoyo de los países, señalaron.
Lo importante es crear un ambiente a favor de la reforma que crezca a tal grado que ningún país se quiera quedar fuera, por temor a perder poder de influencia en la construcción del nuevo sistema de la ONU, refirieron.
También dijeron que en México ya hay un equipo de trabajo en la cancillería que elabora una propuesta de cambio. Para ello se tomará en consideración la insatisfacción que existe por el hecho de que el cumplimiento de las resoluciones es opcional, y la pérdida de efectividad en la principal tarea, que es garantizar la paz y la seguridad colectivas.
De igual manera se evaluará la conveniencia de ampliar o reducir el Consejo de Seguridad, y si el ingreso a dicho organismo puede seguir basado en cuotas regionales, como opera en la actualidad, entre otros temas.
Las fuentes de la cancillería informaron que altos funcionarios de la dependencia cabildean con diversos ministros de Relaciones Exteriores para conocer cuáles son sus propuestas de cambio y la manera como se puede impulsar dichas reformas. De hecho hay intensas negociaciones con cuatro países, y dicho grupo podría ir creciendo.
Se prevé que en enero podría quedar integrada la propuesta de reforma que presentará México y la estrategia que se usará para impulsarla, y que en septiembre se concluya el documento que apoyen la mayor parte de los miembros de la ONU para su presentación en la Asamblea General.
Por su lado, investigadores y especialistas en derecho internacional señalaron que la crisis de credibilidad que vive la ONU "se debe a que únicamente dominan los intereses de las grandes potencias". Por ello, "es necesario reformar la carta que da origen a este organismo internacional e incluir a todos los países, pobres o ricos, con la misma capacidad de decisión", aseguró Luis Fernando Alvarez Londoño, decano de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
Reunidos en un debate en que se analizó el futuro de Naciones Unidas y los retos del derecho internacional en el siglo XXI, organizado por la Universidad Iberoamericana, Miguel Marín Bosch, ex subsecretario de Relaciones Exteriores y colaborador de La Jornada, indicó que mientras no exista un cambio en las relaciones de fuerza a escala internacional y surja un país capaz de poner a las grandes potencias al nivel de los demás países "no podrán realizarse grandes cambios".
Marín Bosch agregó que la responsabilidad de trabajar para que se cumplan estrictamente las disposiciones de la carta de la ONU "incumbe a todos los miembros del organismo, pero mientras existan naciones que no lo hagan, como ocurrió a raíz de la invasión a Irak de este año, vamos a estar condenados a vivir en un mundo bipolar".
Al respecto, Alvarez Londoño insistió en la necesidad de impulsar una reforma a la carta de la ONU, pues ésta, dijo, "no puede servir para que las potencias impongan sus intereses a costa del sacrificio de los países en vías de desarrollo", y aseguró que si se quiere recuperar la credibilidad de dicho documento "todos los países debemos ser iguales ante el organismo". CON INFORMACION DE LAURA POY
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