La pintora presenta la exposición Geografía del cuerpo en Casa Lamm

Sandra Pani insiste en su propuesta estética de renovación del lenguaje corporal

MERRY MAC MASTERS

La más reciente exposición de Sandra Pani es Geografía del cuerpo y, como su título indica, prosigue con una línea trazada por la pintora desde hace un lustro, que consiste en renovar el lenguaje corporal.

Integrada por 15 papeles de 218 por 108 centímetros, trabajados la mayoría en grafito y tinta, pero algunos en pastel, crayón y prismacolor la muestra fue organizada en el contexto del pasado Festival Internacional Cervantino y exhibida en la Casa Museo Gene Byron, en Marfil, Guanajuato, y ahora se presenta en Casa Lamm (Alvaro Obregón 99, colonia Roma), donde concluye este domingo.

Los papeles son del tamaño de una persona y en algunos está impresa la figura de la artista. Al señalar un papel, explica: ''Son mías esas líneas de los lados de las costillas. En mi taller me acostaba sobre un papel colocado en el piso y me preguntaba qué partes de mi cuerpo lo tocaban. Los hombros, los muslos. Era una especie de reflexión de la corporalidad, desde adentro, y mi guía sensorial a la hora que me quitaba del papel. Trataba de dejar esa huella sin hacer la representación clásica de una rodilla o una pierna. Así, muchos de los dibujos se vuelven como sellos".

El proceso se vuelve un continuo dibujar y desdibujar: ''Atrapo la figura, la represento de modo académico y luego la deshago. La empiezo a borrar con goma porque me aburre un poco cuando se vuelve demasiado evidente".

Respecto de la exposición pictórica realizada hace un año, también en Casa Lamm, Pani indica que al igual que en el Renacimiento, que pintaban las figuras desnudas y luego les ponían ropa, ella les hacía pulmones, por ejemplo, y después los pintaba.

Los vestía de ''pieles", para cubrirlos de blanco. Es decir, cuando algún elemento era demasiado evidente, lo quitaba, aunque permanecía allí la ''energía". Ese trabajo sutil de un tracto digestivo o una columna que apenas se asoma aparecía en capas.

Pani percibe un juego de contrarios que tanto se relaciona con el cuerpo: ''A veces duele horrible y, otras, hay un enorme placer. Es ese habitar el cuerpo que es muy complejo".