México D.F. Viernes 28 de noviembre de 2003
''Huelga nacional'' ante cualquier intento del mandatario por imponerlas, advierten
Rechazo absoluto a las reformas de Fox, consenso en la megamarcha
La movilización superó las expectativas y es apenas el inicio de un plan de resistencia popular, se dijo
PATRICIA MUÑOZ, FABIOLA MARTINEZ Y CIRO PEREZ SILVA
Desde un Zócalo colmado, decenas de miles de trabajadores advirtieron ayer al presidente Vicente Fox que ante cualquier intento por imponer sus reformas estructurales tendrá como respuesta una "huelga nacional", y le dejaron en claro que la movilización de ayer es apenas el "inicio" de un plan de resistencia popular.
Para la policía capitalina fueron sólo 80 mil, para los organizadores cerca de 200 mil los que llenaron ayer la Plaza de la Constitución y sus alrededores, en lo que fue una marcha sin precedentes que no sólo superó las expectativas de asistencia, sino logró cohesionar a grupos sindicales, organizaciones sociales del campo, de la ciudad, académicos y políticos de las más diversas ideologías.
La lluvia, otro invitado
En el Zócalo empezó a llover justo cuando la avanzada de los contingentes pisó la plancha de cemento, pero ni la tormenta detuvo el paso de cuatro enormes columnas de gente que decidió plantear una historia distinta a la que pretende el gobierno; que determinó no aceptar las reformas foxistas; que no quiere que le privaticen su petróleo y su electricidad; que está dispuesta "a todo" antes de que le impongan el IVA en alimentos y medicinas.
"En estos días se ciernen sobre nosotros graves señales que amenazan con detener el rumbo marcado por las luchas históricas de nuestro pueblo. Se prepara una contrarrevolución", dijo el líder del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Rosendo Flores, a los convocados por el Frente Sindical Mexicano, la Unión Nacional de Trabajadores, El Barzón, el movimiento El campo no aguanta más y la Promotora Nacional contra el Neoliberalismo, entre otros.
Y es que ese "pueblo", que aguantó una inesperada tormenta durante todo el mitin, mantuvo el puño en alto y coreó consignas en contra del Presidente, cuando le recordaron la arrogancia y el desdén del gobierno federal ante los reclamos populares y la ceguera del mandatario, que insiste a toda costa en privatizar el sector eléctrico, el petróleo, la cultura, la educación, la salud y además imponer un esquema fiscal adverso para los más pobres del país.
La sola mención de Elba Es-ther Gordillo y Vicente Fox arrancaba de la gente insultos que superaban los decibeles de las enormes bocinas instaladas en la plaza. Pero con mucho, Gordillo le ganó al mandatario cuando se habló de los "esfuerzos" de la maestra porque el PRI avale las propuestas foxistas; la rechifla fue monumental y los presentes la coronaron con un "šmuera!" "šmuera!", que recorrió toda la explanada.
El arranque
En punto de las cuatro de la tarde partieron del Monumento a la Revolución, del Angel de la Independencia, de las inmediaciones de San Lázaro y del monumento a Lázaro Cárdenas, en el Eje Central, rumbo a la Plaza de la Constitución. Las previsiones para que la movilización avanzara en orden se cumplieron con creces; los miles de elementos policiacos destacados para vigilar la marcha sólo observaron. A pesar de las dimensiones de la movilización y de que muchos campesinos portaban machetes -adquiridos algunos en puestos callejeros- no se registró un solo incidente; al menor intento de desenvainar, los propios organizadores los llamaban al orden. Ni los más "ultras" pudieron provocar, es más, no hubo pintas ni cristalazos contra comercios. Esta vez, el MacDonalds de avenida Juárez quedó ileso.
El primer contingente que llegó a las puertas de Palacio Nacional fue el encabezado por el SME, sindicato que desde 1999 ha frenado las intentonas reformistas para entregar la industria eléctrica al capital privado y ha continuado durante el pasado sexenio y el actual con movilizaciones para intentar frustrar las intenciones del gobierno por privatizar el sector.
Con banda de música, acompañados por miembros de la promotora y por diversas secciones de la CNTE, la columna de electricistas avanzó por avenida Hidalgo. Rosendo Flores, al frente, coreó con los cientos de trabajadores que le acompañaron durante todo el recorrido -portando mantas y banderas- consignas como ''šFox entiende, la patria no se vende!", "šSi Fox pudiera, a su madre la vendiera!" Inclusive revivió ayer en camisetas una frase acuñada por Adolfo López Mateos: ''Los trabajadores electricistas habrán de ser soldados permanentes en la vigilancia de los intereses de la nación''.
Desde el Angel avanzaron miles de afiliados a la UNT, telefonistas, trabajadores del Seguro Social, la UNAM, sobrecargos, pilotos, tranviarios, de la industria cinematográfica.
También hubo contingentes de empleados de Nafin, el Frente Auténtico del Trabajo, la Central Campesina Cardenista y la Unión Nacional de Trabajadores Agropecuarios, entre otros. Ahí convivieron además perredistas con los empleados del sector cultural que el gobierno pretende desincorporar, así como representantes de los sindicatos de medios de comunicación.
Fue un contingente que lo mismo rechazó los nuevos impuestos que exigió justicia en el caso de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. En la misma vía iban elegantes ejecutivos de Telmex y cajeras de esta empresa ataviadas con su uniforme azul marino, junto con 12 jinetes de El Barzón, integrantes de diversas uniones regionales de casi todo el país.
De las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro partió el bloque integrado mayormente por campesinos y miembros del Frente Popular Francisco Villa, maestros de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Yucatán, el Comité de Defensa del Derecho Indígena, la Coordinadora Oaxaqueña Magonista Popular Antineoliberal y la Central Unitaria de Trabajadores. Estos últimos fueron los responsables de mantener el orden durante todo el recorrido de la marcha.
Líderes de trabajadores, campesinos y maestros fueron los oradores. El dirigente de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuellar, y el líder de los telefonistas, Francisco Hernández Juárez, insistieron en que la unidad es la única vía para ser escuchados por el gobierno, que en tres años no ha hecho nada. "Es un lapso perdido para el país". Advirtieron que el siguiente paso será la ''huelga nacional'' y convocaron a los trabajadores a integrarse en una resistencia popular.
Sergio Espinal, dirigente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en Michoacán, dijo que la nación no sólo está ante inminentes problemas económicos, sino que está en riesgo la soberanía del país. "Es por eso que el pueblo debe ejercer su poder" . Apuntó que se requiere férrea unidad para ganar en la gran batalla y echar del gobierno a los neoliberales.
En su turno, el coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP), José Durán, reclamó al gobierno foxista su falta de palabra para cumplir los compromisos firmados en el Acuerdo Nacional para el Campo. "Lamentamos que el señor Presidente no haya sido capaz de cumplir con el cambio... hoy volvemos al Zócalo para seguir demandando la formulación de una política agropecuaria; hoy seguimos demandando los acuerdos de San Andrés Larráinzar".
Estableció que los campesinos, están dispuestos a sumarse a un paro nacional.
En el templete también soportaron el aguacero el senador Manuel Bartlett Díaz; el priísta Rodolfo Echeverría Ruiz; el diputado perredista Miguel Luna; el gobernador de Oaxaca, José Murat Casab; el legislador por ese estado Ulises Ruiz, y el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Este último justificó la coincidencia con el legislador poblano, al sostener que tiene tres años ''defendiendo el patrimonio eléctrico del país y nuestra coincidencia está en esto'', y confió en que todo ello fructifique para detener las iniciativas de l presidente Vicente Fox Quesada.
Abajo, mezclados con los trabajadores y campesinos estaban otros políticos como el dirigente nacional del PRD, Leonel Godoy rangel, y Rosario Robles Berlanga, entre otros.
El dedo en la llaga lo puso el dirigente del SME, Rosendo Flores, al decirle a los funcionarios foxistas que hay malas noticias para ellos:
"El traje a la medida de las trasnacionales para enajenar nuestros energéticos aquí se desgarra y quedará hecho jirones por la resistencia nacional... pues esta jornada en defensa de la lucha nacional y contra el neoliberalismo es sólo el inicio, sólo la semilla y llegaremos hasta las últimas consecuencias".
La patria se defiende, mensaje reiteradamente
coreado y con dedicatoria al Presidente
Pasada por agua, la megamarcha fue de la consigna a
la mentada
En Reforma, unos jóvenes gritaron ''¡oportunista!''
al senador Manuel Bartlett
MIREYA CUELLAR
Los contingentes avanzaban festejando la toma de
la calle. Brincaban, porque ''el que no brinque es amigo de Fox''. Iban
de la consigna a la mentada; tarareaban aquello de ''sacaremos a ese buey
de la barranca'', a ritmo de banda oaxaqueña, porque el gobernador
José Murat se trajo hasta a los músicos... Todo iba bien
hasta que empezaron a caer las primeras gotas, que se volvieron aguacero.
Y la lluvia conspiró contra la marcha, porque en menos de una hora
el agua hizo que disminuyera la enjundia.
Pareció diluirse el gusto por ir hasta la emblemática
plaza, el Zócalo de la ciudad de México, a gritarle al Presidente
que ''¡la patria se defiende!'', que ''¡no pasará la
reforma eléctrica''. Nadie dejó de llegar hasta la plancha,
porque aquí, gritaban algunos, "nadie se raja". Pero entraban corriendo
y, algunos, se dispersaban hacia los portales o las aceras buscando resguardo.
Otros se amontonaban bajo las mantas. Sólo los trabajadores del
Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) aguantaban como los buenos. Mantuvieron
hasta el último momento la valla que rodeaba el templete y muchos
de sus contingentes compactos. Las camisetas pegadas al cuerpo y el agua
escurriendo por sus cabellos.
El
senador Manuel Bartlett no resistió. Apenas empezaban las muestras
de que no se trataba de una llovizna, cuando buscó la salida del
Zócalo. Había dejado atrás a José Murat y al
tabasqueño Oscar Cantón Zetina, con quienes marchó
por Reforma con tal número de guaruras que ellos solos -más
los fotógrafos que los rodeaban- formaban un pelotón.
¿Cuándo fue la última vez que marchó
y por qué causas? La pregunta incomoda al senador que, sin detener
el paso, dijo que tenía en su haber 35 años de político
y muchas marchas. Ya algunos jóvenes le habían hecho endurecer
el gesto cuando al pasar frente a la esquina de Reforma y Juárez
le gritaron "oportunista".
Nadie sabía si era por los rezos de algún
funcionario panista del gabinete o los cohetes lanzados a unos pasos del
asta bandera, pero se desató la tormenta cuando empezaban a llegar
al Zócalo los primeros grupos. Unos minutos después de las
cinco de la tarde. Porque los marchistas caminaron rápido. Salieron
más que puntuales de los puntos de reunión. Los convocados
al Monumento a la Revolución se dividieron en dos al llegar a la
cuchilla de Reforma y Juárez. Unos por 5 de Mayo y otros por Madero,
de tal manera que alcanzaron la plancha de cemento en menor tiempo.
Cuauhtémoc Cárdenas y su grupo eligieron
el Eje Central Lázaro Cárdenas para marchar hacia la Plaza
de la Constitución. En el camino se les sumaron Leonel Godoy y Rosario
Robles. Ese contingente también se vio mermado. Ya en el Zócalo,
el presidente del Partido de la Revolución Democrática no
subió al templete; tampoco lo hizo la ex jefa del Gobierno del Distrito
Federal. Cárdenas, como todos los que tuvieron un lugar en el entarimado
y los que permanecieron en la plancha, estaba empapado. Un sombrero de
paja con ala ancha le cubría apenas el rostro. Rodolfo Echeverría,
del PRI, se mantuvo siempre junto al perredista. A unos pasos de ellos,
bastante más incomodo con la lluvia -a juzgar por sus gestos- aguantó
también el ex gobernador de Nayarit, Celso Humberto Delgado.
Los otros manifestantes, muchos campesinos, habían
venido del rumbo de San Lázaro. Todos para reunirse en un solo punto.
Esa plaza que ha visto pasar a zapatistas y carrancistas, sesentaiocheros,
zapatistas de los noventa... esos que según algunos no votan, pero
que han cambiado el contorno del país bastante más que algunos
partidos.
De cuando en cuando todos los que estaban en el templete
miraban al cielo. Los diez oradores programados despacharon consignas y
discurso en tiempo récord. Si alguien empezaba a quedarse con el
micrófono, la gente chiflaba. El maestro de ceremonias alentaba
a los manifestantes a permanecer atentos para demostrar que "la lluvia
no nos asusta", pero por momentos lo que golpeaba era el granizo.
''Cuando no hay desmanes, nos llueve. ¡Total que
se nos estropea la marcha!'', se quejaba una señora que obligó
a su esposo a permanecer bajo la lluvia, sin más impermeable que
unos plásticos con improvisado capuchón. Todos marcharon
en estricto orden. Como una medida preventiva más, el Gobierno del
Distrito Federal colocó a sus trabajadoras en valla, en las calles
que desembocan en el Zócalo, para persuadir a quienes quisieran
cometer algún desmán. Pero los comerciantes ya habían
tomado sus propias medidas; la mayoría bajó sus cortinas.
Sólo los meseros de La Opera o de los viejos cafés
como El Popular, estuvieron atentos, tras los cristales, al paso
de los manifestantes.
Las mantas, que daban cuenta del repudio de sindicatos
y campesinos a los intentos privatizadores del Ejecutivo, fueron usadas
como carpas. Las pancartas acabaron en el piso deshechas por la humedad,
como el ánimo de muchos. Y es que esa nube oscura que permaneció
sobre la plaza se ensañaba. Podía verse el cielo azul de
los alrededores; seguro que unas cuadras más allá, ni gota
de agua, pero esa nube insolente no dejó de mojar. Pero eso sí,
terminaron los discursos y se acabó la lluvia.
El Himno Nacional hizo que el murmullo se apagara. Las
señoras con niños ya habían desaparecido -se subieron
a los camiones en cuanto inició la lluvia-, pero los del SME, y
de las demás organizaciones que permanecieron, alzaron el puño
y cantaron a todo lo que da. Muchos otros manifestantes iban y venían
sobre la plancha, pero cantando. Era curioso tropezar con gente que se
movía en todas direcciones sin dejar de entonar ese grito de guerra.
Fue el único momento de fusión, no hubo más: ''Señor
Presidente. ¡La patria se defiende!''.
Demandan apoyo del Procampo para trabajar sus parcelas de temporal
Peregrinan campesinos por cinco secretarías y sólo obtienen promesas
Plantones frente a Agricultura, Economía, Desarrollo Social, Gobernación y Reforma Agraria
MATILDE PEREZ U.
Cientos de ejidatarios de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Central Campesina Cardenista (CCC), Unión Campesina Democrática (UCD) y de El Barzón llegaron ante las puertas de las secretarías de Agricultura, Economía, Desarrollo Social, Gobernación y Reforma Agraria con la esperanza de lograr un poco más de dinero para continuar sembrando sus parcelas de temporal.
Sus historias personales son similares: hermanos, padres, hijos que se fueron a trabajar a Estados Unidos para enviar algunos dólares a sus familias; ingresos de no más de 4 mil pesos por la cosecha de maíz, frijol o de otros granos básicos, y muy pocos jóvenes que siguen ayudando a sus abuelos y padres en la siembra o el cuidado de dos o tres cabezas de ganado.
Desde temprano iniciaron su peregrinar por las diferentes instituciones de gobierno; a la Sagarpa llegaron poco después de las 10 de la mañana, pero en sus rostros no había enojo sino ilusión en formar parte del padrón alterno del Procampo, de los grupos que recibirán financiamientos para los proyectos productivos, de un aumento al monto del apoyo para la cosecha de café, y hasta de que se cumpla la promesa de mejorar sus viviendas.
''Los ejidatarios del municipio de Santa Rita, Puebla, apenas ganamos 4 mil pesos por las tres toneladas de maíz que logramos producir en nuestras parcelas. Muchos nos vamos a Estados Unidos a buscar trabajo. El año pasado me fui cinco meses y aunque pagan sólo de seis a siete dólares la hora, tengo un poco más y lo complemento con la cosecha de la parcela'', narra Sergio.
Sus respuestas son escuetas y, al igual que las mujeres y hombres sentados en las escaleras de la entrada principal de la Sagarpa, sólo dice que ya no hay dinero para la siembra ni un buen precio para el maíz.
A su lado está Jacob, originario de uno de los ejidos de Pinotepa, Oaxaca. Comenta que ayuda a sus abuelos a sembrar, pero en cuanto haya una oportunidad se irá a Estados Unidos. No tienen ganancias con la siembra, ''lo que tenemos son deudas''.
Y entre los acordes de una banda de música de Guerrero, se escuchan algunos gritos débiles: ''šQueremos solución!''
Al término de la reunión privada que por separado sostuvieron con funcionarios de la Sagarpa, los dirigentes de la UNTA, Alvaro López Ríos, y de la Central Campesina Cardenista, Max Correa, mencionaron que en sus respectivas agendas tuvieron avances y se refrendaron las ''promesas'' de apoyos económicos para los proyectos productivos.
Frenar la migración a Estados Unidos
Horas antes de sumarse a la marcha de ayer, los contingentes de ambas organizaciones se dividieron para acudir a Agricultura, Economía y Sedeso, donde presentaron sus demandas y propuestas para tratar de frenar la migración.
La comisión de la Central Campesina Cardenista, dijo Max Correa, logró que se incorporaran 5 mil indígenas, poseedores de 20 mil hectáreas en total, al padrón alterno del Procampo, y el compromiso de que se mejorarán los caminos rurales. ''Fue un nuevo ejercicio de diálogo, pero también para poner en evidencia al gobierno federal por no cumplir con los compromisos del Acuerdo Nacional para el Campo''.
Alvaro López Ríos, de la UNTA, mencionó que se entregaron las demandas de campesinos de ocho estados, entre ellas la exigencia de un mayor control de las gasolineras que abastecen de diesel agropecuario a los campesinos. ''En algunas gasolineras se está pidiendo a los campesinos una tajada de ese subsidio''.
Protestas masivas en Monterrey, Puebla y Guadalajara
Marcharon miles en nueve estados contra las reformas
DE LOS CORRESPONSALES
Miles de personas, entre sindicalistas, estudiantes, campesinos, militantes de partidos políticos y ciudadanos en general se manifestaron en Nuevo León, Puebla, Jalisco, Sinaloa, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Coahuila y Baja California Sur de manera paralela a la megamarcha realizada este jueves en la ciudad de México, para repudiar las reformas que impulsa el gobierno de Vicente Fox.
Alrededor de 5 mil personas de 16 organizaciones sociales, políticas y sindicales marcharon en Monterrey, Nuevo León, contra la privatización de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), además que consideraron que la reforma fiscal promovida por la administración federal "pretende vaciar los bolsillos de los que menos tienen".
Advirtieron que si Fox no da marcha atrás en sus intenciones de privatizar Pemex y aplicar impuestos a alimentos y medicinas, "el siguiente paso será convocar a un paro cívico nacional".
En la capital de Puebla, unos 5 mil trabajadores e integrantes de 30 organizaciones sindicales, populares, indígenas, campesinas y estudiantiles afirmaron que los funcionarios foxistas "deberán pasar sobre la voluntad de los trabajadores y el pueblo México antes de vender el patrimonio nacional".
Durante su recorrido, trabajadores de sindicatos independientes portaron mantas con las leyendas: "En defensa de la soberanía de la nación. šNo a la privatización de la industria eléctrica!" "šNo a la ley Abascal!", y gritaron consignas como: "!Congreso de la Unión, no chingues a la nación!", "šVicente, entiende, el país no se vende!" o "Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, que el pinche gobierno se tiene que salir".
Alrededor de 2 mil policías vigilaron a las casi 8 mil personas que se manifestaron en Guadalajara, Jalisco, entre ellas afiliados a la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), sindicalistas, académicos universitarios, servidores públicos del gobierno del estado y trabajadores de los hospitales civiles de Guadalajara.
En la plaza de armas de la capital tapatía, cinco oradores mostraron su rechazo al paquete de reformas que promueve el gobierno federal, y reprocharon a la Confederación de Trabajadores de México y a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos que no se sumaran a la megamanifestación.
Los sindicatos de la Universidad Autónoma de Sinaloa, de telefonistas, del aeropuerto y del Seguro Social recorrieron las principales calles de Culiacán, Sinaloa, y concluyeron su movilización frente a la plazuela Obregón, donde exigieron al gobierno federal que destine más recursos a las industrias petrolera y eléctrica, y no las ceda al capital extranjero.
Menos afluencia hubo en las marchas realizadas en Mérida, Yucatán; Cancún, Quintana Roo; La Paz, Baja California Sur, y Jalapa, Veracruz. En esas ciudades protestaron entre 300 y 800 personas, que entre otras consignas gritaron: "šFox, el pueblo jodido de ti está arrepentido!", y "šMartita a toda madre, el pueblo un desmadre!"
En tanto, un camión de carga chocó en la carretera Veracruz-México contra un autobús que transportaba a 45 maestros de Juchitán, Oaxaca, quienes se dirigían a la manifestación de la ciudad de México, accidente que dejó tres muertos y más de 20 lesionados, tres de ellos de gravedad, informó la Policía Federal Preventiva. DAVID CARRIZALES, JOSE DIAZ, JAVIER VALDES, VICTOR RUIZ, LUIS A. BOFFIL, DAVID SOSA, GUADALUPE LOPEZ, SILVIA CHAVEZ, CORRESPONSALIA EN BCS Y LA JORNADA DE ORIENTE
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