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México D.F. Jueves 27 de noviembre de 2003
Presentan El pensamiento sistémico;
los orígenes del social-conformismo, de Roitman
El neoliberalismo ha generado un estado de sumisión
colectiva, señalan analistas
JOSE GALAN
El neoliberalismo es una farsa que, en tanto no cumple
ninguna de sus premisas, fomenta el conformismo social entre los individuos
para no enfrentarse al sistema capitalista, actuar sin pensamiento crítico
y para no plantear alternativas fundamentales y posibles, mientras que
mediante una ofensiva ideológica pretende que la sociedad acepte
las reglas del mercado: ha despojado a los seres humanos de la conciencia
de su propio destino al impulsar la voluntad de tener, por lo que es necesario
ahora luchar para alcanzar lo imposible y construir un pensamiento alternativo.
En
ello coincidieron Pablo González Casanova, Federico Alvarez Arregui,
Karina Avilés y Luis Hernández Navarro, quienes presentaron
el pasado martes por la noche. en el centro cultural Isidro Fabela, en
San Angel, el libro El pensamiento sistémico; los orígenes
del social-conformismo, de Marcos Roitman, que es, en palabras de González
Casanova, "una sociología del conformismo, y una sociología
del conocimiento".
El catedrático universitario consideró que
el autor expone una teoría social "que va a tener un gran auge:
al mismo tiempo que el neoliberalismo defiende un modelo tremendamente
determinista, en el sentido de que el mercado va a resolver los problemas
de la humanidad, desarrolla un pensamiento que viene de lejos, que está
relacionado con un nuevo tipo de sistemas llamados autoregulados, adaptativos
y creadores",
Por su parte, Alvarez Arregui sostuvo que, a la caída
del muro de Berlín, Estados Unidos y el capitalismo propiciaron
el surgimiento de un sistema que presuponía un solo pensamiento:
"el sistémico, del sistema, y que se nos da ya pensado. Los que
no tienen una posición política, militante, pues se conforman.
Es el mundo que el capitalismo ha instaurado y pocos buscan caminos distintos;
se inaugura una nueva barbarie: el social-conformismo, una conducta inhibidora,
un estado de sumisión colectiva, un verdadero trastocamiento de
lo social".
Para Karina Avilés, reportera de este diario, el
libro constituye "un llamado a la rebeldía" por encima de una dominación
neoliberal que busca "convertirnos en un cuerpo acrítico en estado
de sumisión", es decir, un social-conformismo que es "un virus que
se propaga a toda velocidad. Un pensamiento sistémico", por lo que
recomendó a los jóvenes su lectura, para escapar "de esta
estrategia de dominación". Además, consideró que la
generación de jóvenes periodistas nacidos en los setenta
y principios de los ochenta, "salvo raras excepciones, como en La Jornada",
a quienes no les tocó la guerra fría y la caída
del muro de Berlín, "se han convertido felizmente en correas de
transmisión del social-conformismo", al encontrar en el periodismo
no una posibilidad de servicio, sino de ganancias económicas.
Luis Hernández Navarro esbozó afinidades
del libro de Roitman con El asalto a la razón, de Georg Lukács.
"Ambos son criaturas del pensamiento crítico que rechazan una vida
complaciente; los dos comparten una metodología que busca desmontar
la lógica de las corrientes teóricas que alimentan y justifican
comportamientos sociales antiemancipatorios. Los dos, a fin de cuentas,
son trabajos inscritos de lleno en el terreno de la lucha ideológica
alimentada por el optimismo".
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