México D.F. Jueves 27 de noviembre de 2003
ISR de 25 a 30% a partir de seis salarios mínimos,
plantea
Propone Slim reducir el IVA a 13 por ciento
Recomienda exención en alimentos y medicinas;
evitaría importaciones, dice
VICTOR CARDOSO
El empresario Carlos Slim Helú, cuyos negocios
abarcan diversos ámbitos de la vida productiva del país,
se manifestó en favor de una reforma fiscal que reduzca el impuesto
sobre la renta (ISR) a 25 o 30 por ciento a partir de seis salarios mínimos;
se cambie la tasa cero en alimentos y medicamentos por el régimen
de exención, para evitar que aumenten las importaciones de esas
mercancías, y se reduzca el impuesto al valor agregado (IVA) a 13
por ciento.
De alcanzarse este último gravamen ofreció
que las empresas del conglomerado que encabeza, así como algunos
otros grupos empresariales, iniciarían una intensa campaña
de promociones y descuentos para fortalecer el poder adquisitivo de la
población y compensar la baja en la captación fiscal con
los impuestos generados por un mayor volumen en las ventas.
Según
el empresario se trata, en síntesis, de fortalecer el mercado interno
mediante el impulso en la demanda de mercancías nacionales; mejorar
la distribución del ingreso a través de la creación
de nuevas fuentes de empleo, el gasto social, la inversión pública
y aumento en el ingreso disponible de las familias mexicanas.
Slim Helú se reunió con reporteros para
comentar la resolución preliminar que emitió la Organización
Mundial de Comercio (OMC) en la controversia presentada por Estados Unidos
contra México en materia de telecomunicaciones.
El país podría crecer a tasas de 4 por
ciento
Obligadamente la sesión derivó en las discusiones
sobre la reforma fiscal y la situación económica del país.
''Si sale esta reforma, como parece que va a salir porque todo mundo está
casi de acuerdo, el país tiene posibilidades de crecer a tasas de
por lo menos 4 por ciento anual. A partir del año que entra nos
iríamos como tiro'', dijo.
Por el momento, consideró, en torno de las reformas
estructurales se ha levantado una ''polvareda'' que impide observar los
avances alcanzados entre el gobierno federal, los partidos políticos
y el Congreso de la Unión. ''Sólo nos falta un cachito; pero
también nos está faltando vivir en una democracia, con división
de poderes. Lo que no nos debe pasar es que no avancemos en algo que es
bueno para todos, que cada año sigamos en una especie de ruleta
rusa donde nadie sabe para dónde va a caer. Qué país
sería México para descomponerse por polvos de ocho días'',
comentó, y expresó su confianza en que pronto habrá
acuerdos.
Mientras tanto, dio a conocer una especie de ''catálogo'',
donde expone sus propias consideraciones sobre cuáles serían
los ''objetivos prioritarios de la reforma fiscal'', mediante los cuales
se impulsaría el crecimiento sostenido del país: régimen
fiscal estable, sin grandes cambios periódicos; fortalecer las finanzas
públicas; simplificar el actual régimen fiscal; reducir y
hacer eficiente la administración tributaria; fortalecer las finanzas
de los estados y municipios; ampliar la base fiscal y reducir la economía
informal; aumento en la inversión social para tener más y
mejor nutrición, salud y educación (gasto social); estimular
que el domicilio fiscal de las empresas se establezca en México,
y estimular la inversión, el crecimiento y el empleo.
Este último punto incluye otras acciones consistentes
en fortalecer la demanda interna, así como reforzar el aparato productivo
nacional y hacerlo competitivo internacionalmente; impulsar el sector interno
de la economía con actividades de bajo contenido de importaciones
como vivienda, carreteras, el sector agropecuario y el turismo, entre otras;
mejorar sostenidamente la distribución del ingreso a través
del empleo, el gasto social, la inversión pública, retroalimentación
del desarrollo al fortalecer el ingreso disponible de las familias y el
ahorro interno y, finalmente, reducir los márgenes y aumentar los
volúmenes de venta al tener un gravamen menor, con costos financieros
y de capital moderados.
Invariablemente, completó el empresario, estos
puntos deberán estar acompañados de la ''desincorporación''
de Pemex y CFE del presupuesto, para darles autonomía de gestión,
y de una solución al pasivo contingente que representan las pensiones
de los trabajadores al servicio del Estado.
Acciones para el desarrollo
Con una amplia influencia en la economía mexicana
por el peso del conglomerado de empresas que maneja, y por la certeza de
sus opiniones en materia financiera -aunque siempre aclara que ''yo soy
ingeniero, no economista''-, Slim Helú explicó en qué
consisten los puntos que considera necesarios para la reforma fiscal.
En materia de ISR explicó que su reducción
a 25 o 30 por ciento a partir de seis salarios mínimos exentos del
gravamen, fortalecería el ingreso familiar de toda la población,
pero en especial beneficiaría a casi 80 por ciento de los asalariados
que gana menos de 2 mil 600 pesos. También implica, dijo, una mejora
para las empresas, porque de esa manera se estimula el ahorro y la inversión,
pero sobre todo ''se formalizaría la informalidad'', añadió.
Por lo que toca al IVA, ''donde hay un poco de conflicto,
porque una baja de 2 puntos porcentuales en esa recaudación es una
cifra importante'', precisó que al bajarlo a 13 por ciento -''pero
sin poner la diferencia en otro lado''- muchas empresas ''estarían
dispuestas a ofrecer paquetes agresivos de descuentos''. Con ello ''se
dinamiza mucho'' la economía, se favorecen amplios volúmenes
de ventas y se eleva la recaudación.
Sobre este mismo impuesto a alimentos y medicinas indicó
que es preferible eliminar el régimen de tasa cero y exentarlo del
gravamen. Con esto se simplifica la administración tributaria, al
no tener que repercutir el impuesto en toda la cadena productiva y se protege
a la industria nacional de la importación de este tipo de mercancías
que no pagan el impuesto.
En este punto, se refirió al déficit de
la balanza comercial provocado particularmente por la compra de bienes
de consumo en países con los que México no tiene tratados
comerciales. ''Si eliminamos esas importaciones con países que no
nos dejan ningún beneficio, tendríamos un superávit
comercial cercano a los 30 mil millones de dólares anuales'', dijo.
Resolución preliminar de la OMC
La semana pasada, la OMC emitió una resolución
previa de la controversia presentada por Estados Unidos contra México
en materia de telecomunicaciones, con el alegato de que el gobierno protegía
el poder dominante de Teléfonos de México (Telmex).
El fallo, aunque ambiguo, fue bien recibido por Slim Helú,
porque desde su punto de vista es un reconocimiento de que es precisamente
Estados Unidos el que impulsa prácticas desleales al permitir la
evasión del pago de las tarifas vigentes por la terminación
de llamadas en territorio mexicano (también conocido como by
pass), que ha significado al país pérdidas por 2 mil
37 millones de dólares en los últimos siete años.
Asimismo, dijo que queda demostrado que otras empresas
de telecomunicaciones, con matriz en Estados Unidos, no atraviesan problemas
financieros por falta de competencia en el mercado mexicano, sino por créditos
contratados con altas tasas de interés y baja capitalización,
entre otros puntos que resultaron favorables para México.
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