Llegan al DF; "en Chihuahua no hay justicia", dicen

Familiares de asesinadas exigen reunión con Fox

"Hay nombres de culpables, pero nadie hace nada"

Madres de jóvenes desaparecidas y asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, llegaron al Distrito Federal a exigir al presidente Vicente Fox que cumpla su palabra y sostenga una reunión con los familiares de las víctimas y representantes de diversas organizaciones no gubernamentales que demandan el esclarecimiento de los hechos y el cese de los asesinatos contra mujeres en esa ciudad fronteriza.

Reunidas en la explanada de la delegación Cuauhtémoc, en el contexto de la campaña contra la impunidad y el feminicidio en Ciudad Juárez, demandaron "que no se encubra a los asesinos" y se dé a conocer la identidad de los verdaderos culpables, pues entre ellos, aseguran, hay autoridades.

Norma Andrade, madre de Lilia Alejandra, asesinada en 2001, y representante de la organización Nuestras Hijas de Regreso a Casa, informó que el pasado 5 de noviembre entregó una carta a Fox durante su visita por Santa Fe, Estados Unidos, en la que le solicitó una reunión. En esa ocasión, afirmó, "se comprometió a recibirnos y nos dijo que las puertas de Los Pinos estaban abiertas".

Ante esa oferta, continuó, "el martes esperamos ser recibidas y entregarle 30 expedientes, que incluyen irregularidades en las investigaciones". Después de señalar que las anomalías varían en cada caso, recordó que después de la desaparición de su hija "hubo pruebas periciales que no fueron realizadas, por lo que las muestras se echaron a perder, pues fueron analizadas dos años después del homicidio".

Por otra parte, Soledad Aguilar, madre de Cecilia, otra de las víctimas, denunció que "se ha señalado directamente a los asesinos, con nombre y apellido, pero nadie ha hecho nada". Por ello, aseguró, "venimos nuevamente, porque no hay justicia. Nosotras, como madres, sabemos que hay mucha impunidad, porque han pasado ocho años y los responsables andan sueltos". Agregó que hasta el momento no se ha hecho una investigación a fondo, pues tras la desaparición de su hija, quien llevaba en brazos a su hijo recién nacido, "simplemente dijeron que se perdió. Ya nadie habla de él".

Josefina González, madre de Claudia Iveth, desaparecida y asesinada en octubre de 2001, demandó al gobierno federal que esclarezca los asesinatos, "porque las autoridades estatales no nos dan ninguna respuesta y no hacen nada para que paren los homicidios". Agregó que la procuraduría estatal no ha ofrecido pruebas contundentes que confirmen que las personas detenidas son culpables, por lo que, aseguró, se continuará denunciando las anomalías de los funcionarios estatales.

Por la tarde, durante un mitin frente a las instalaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las madres de las víctimas demandaron al organismo que se dé cumplimiento a la recomendación que emitió en 1998 y que hasta el momento, aseguran, ha sido asumida con indiferencia por autoridades estatales y federales.

En ese sentido, exigieron que se investiguen las omisiones y actos de corrupción en que han incurrido los responsables de las pesquisas, "ya que esta práctica conlleva a que las autoridades competentes boicoteen las averiguaciones previas, fabriquen o desaparezcan pruebas, culpen a la víctima y sus familiares para desviar las líneas de investigación".

Por lo que respecta a los presuntos responsables, denunciaron las prácticas de tortura que se han cometido para fabricar culpables y obtener declaraciones falsas, y exigieron a la CNDH que denuncie estos hechos ante las instancias encargadas de procurar justicia.

Asimismo, solicitaron al organismo defensor de los derechos humanos investigar las amenazas y el acoso laboral de que son víctima quienes han denunciado la ilegalidad en las instituciones estatales encargadas de investigar los asesinatos, así como demandar al gobierno federal que otorgue atribuciones jurídicas a la comisionada para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, Guadalupe Morfín Otero, para que realmente pueda cumplir su labor. (JOSEFINA QUINTERO Y LAURA POY)