Transitoria, la recuperación por el Estado argentino del correo privatizado

Miles de desocupados se manifiestan en Buenos Aires contra el ALCA

"Marchamos por tierra, trabajo, justicia y contra planes de dominación" de EU: piqueteros

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 21 de noviembre. Manifestaciones cruzadas de miles de desocupados de diversos movimientos, así como representantes de organismos humanitarios, sociales y políticos, cubrieron hoy el centro de esta capital durante jornadas de lucha contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Enormes columnas de manifestantes confluían desde distintos puntos y había cortes en algunos importantes puentes de acceso a esta capital, mientras reinaba fuerte optimismo después de que el primer día de la consulta popular No al ALCA lograra reunir miles de firmas para la propuesta que apoyan más de 200 organismos, entre ellos las Ma-dres Fundadoras de Plaza de Mayo y el Servicio de Paz y Justicia.

"Venimos soportando por anticipado las graves consecuencias que traerá la firma de este acuerdo de libre comercio que sería firmado por los gobiernos latinoamericanos bajo chantaje de Estados Unidos. Marchamos por tierra, pan, trabajo y justicia, ante el avance de planes continentales de dominación política, económica y militar", señalaba uno de los documentos presentados hoy.

En la provincia de Salta continuaba la tensión después de serios incidentes ayer, donde fueron detenidos dirigentes de los desocupados de General Mosconi, que hoy fueron li-berados cuando otros sectores piqueteros de-mandaban su libertad aquí.

Los incidentes sucedieron en la destilería Campo Durán, que los piqueteros mantenían bloqueada desde hacía cuatro días, impidiendo la entrada y salida de camiones.

Un juez local dio orden de desalojarlos, por lo que la policía reprimió la manifestación y detuvo al dirigente José Pipino Fernández y otras seis personas de la Unión de Trabajadores Desocupados de General Mosconi.

Pobladores de esa provincia cerraron ca-minos y un centenar de piqueteros incendió oficinas de las petroleras Refinor y Tecpetro, lo que provocó la explosión de un tanque de combustible, como protesta por la detención de sus compañeros.

La organización de los desocupados exige que el Estado les pague indemnizaciones por su despido de las petroleras, cuando éstas fueron privatizadas.

En el contexto de la movilización, el Mo-vimiento Campesino de Santiago del Estero, la Asociación de Productores del Noroeste de Córdoba y el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón hicieron un escrache (denuncia pública) contra la multinacional de biotecnología agrícola Monsanto, manifestándose frente a su sede en el barrio de Retiro, en esta capital.

Costales de soya se distribuyeron frente al edificio, mientras se pintaban leyendas de-nunciando que Monsanto es uno "de los principales responsables del proceso de destrucción del sistema agroalimentario argentino".

Denunciaron también que además de la brutal modificación genética de la producción agrícola, "Monsanto se está apoderando progresivamente de miles y miles de hectáreas por año y financia a productores el cultivo extensivo de soya en sus tierras, firmando con ellos una prenda hipotecaria sobre sus propiedades".

Repercusiones políticas

En tanto, continúan las repercusiones políticas por la decisión del gobierno del presidente Néstor Kirchner de terminar con la irregular situación del correo privatizado que estaba en manos del Grupo Macri, que fue recuperado por el Estado, aunque se advirtió que será transitorio.

Eduardo di Cola fue nombrado interventor durante 180 días; la institución se denominará Correo Oficial.

Alberto Fernández, jefe de gabinete, dijo que no existe concesión de servicios públicos con incumplimiento casi absoluto, como registraba el correo cuando estaba en manos de Macri, grupo enriquecido fuertemente durante el gobierno de Carlos Menem.

Otro tema en boga es el de la renovada Corte Suprema de Justicia, después de que el presidente solicitó un informe sobre la posibilidad de una reducción del número de integrantes, que se aumentó de cinco a nueve por una ley de 1990 impulsada por Menem, con la que convalidó una corte formada sólo por simpatizantes del menemismo.

Ya han anunciado sus renuncias los ministros Guillermo López y Carlos Fayt, y están en el aire las posibles destituciones de Eduardo Moliné O'Connor y Adolfo Vázquez, quienes enfrentan juicios políticos en el Congreso.

Kirchner quiere desmantelar la idea de una Corte Suprema de Justicia nombrada por él, para hacer una tajante diferencia con lo que sucedió durante el gobierno de Menem.

En la propia corte, el nuevo presidente, Enrique Petracchi, admitió que es partidario de que haya cinco jueces, y lo mismo piensan otros magistrados.