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E S P E C T A C U L O S
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México D.F. Viernes 21 de noviembre de 2003

Entrevista inédita con el matador, realizada en Querétaro, en julio de 2002

Regresé al toreo por vocación, no por dinero ni aplausos: David Silveti

José Tomás es el torero español que más me gusta; después Ponce y Joselito, dijo

''El rito de vestirme es algo muy personal, muy íntimo, y lo hago solo, pero no por superstición''

GASTON RAMIREZ CUEVAS Y MARIA EUGENIA SAAVEDRA ESPECIAL / PRIMERA PARTE

Recordando la máxima gitana que dice: "Si tu trabajo interfiere con el toro, deja el trabajo pues el toro es primero", el 10 de julio de 2002, en el proceso de la reaparición del torero David Silveti, platicamos con el matador en Querétaro, donde iba a lidiar dos toros a puerta cerrada. Esta entrevista, hasta hoy inédita, fue pensada para publicarse en la revista Matador. Ese día el maestro no iba a torear de civil, ni de corto: el respeto al terno de luces estaba por sobre cualquier consideración. La demostración empezó a las cuatro, no a la una como estaba programada, con un cielo gris que prometía tormenta, David Silveti estuvo enorme. Raúl Bacelis -subalterno de lujo- le brindó un par de banderillas que ahí quedó como muestra de cariño y arte. Silveti detuvo al tiempo y la lluvia con lances y naturales que nos hicieron imaginar tauromaquias surrealistas -en sentido estricto-, por el aguante y la clase. Al terminar el "ensayo", bajo un aguacero de proporciones bíblicas, Juan Manuel González Camarena, gran amigo y aficionado superior, me metió en la furgoneta del Maestro para ir preparando la entrevista.

-Utilizando el título del libro de Conchita Cintrón, pregunto: Ƒpor qué vuelven los toreros?

-Yo vuelvo por vocación. Ese es uno de los libros que más me ha gustado. Hace mucho lo leí, no recuerdo si ella alude en alguna parte del libro o lo deja entrever, que vuelven por dinero. Yo quiero decirte que no es mi caso. Tengo, gracias a Dios, la fortuna enorme de, pese a habérmelas visto muy mal cuando me quité de los toros, haber podido sobreponerme. Aunque por malos manejos de gente que trabajó conmigo quedé en bancarrota y para acabarla de amolar, a 10 días de mi despedida, cuando yo iba a ganar muy buen dinero, me pasa este accidente en la ganadería de Teófilo Gómez y me quedo sin un quinto; me veodavid silvetiOK obligado a comenzar a hacer cosas que nunca había hecho. (Se refiere al percance que sufrió en diciembre de 1995, justo antes de su despedida planeada en la México, compartiendo cartel con Manolo Mejía y José Tomás, que a la sazón tomó la alternativa ese día. Dicho accidente lo tuvo en recuperación durante 15 meses).

''Entonces empecé a comercializar productos agrícolas gracias a don Miguel Garatea, de Comercial Mexicana, y a ganar dinero de esa manera. Yo tengo cinco hijos, tres varones y unas gemelas por los que tengo que ver. Después de eso hablé con Joaquín Vargas Guajardo, dueño de Multivisión y de todos los negocios Wings, que fue mi compañero de escuela, y de esa manera empecé a venderle carne de cerdo fresca. Ahora le vendo a 67 restaurantes.''

-Entonces vuelves, como decía Conchita Cintrón, por el aplauso...

-No, regreso porque es mi vocación. Cuando tenía seis años toreé mi primer becerro en el rancho de Javier Garfias, en el tentadero viejo, el del Realito. Luego debuté de becerrista a los ocho en Salamanca, más tarde con los hijos de Arruza, de Manuel Capetillo y de Solórzano en San Luis Potosí, cuando tenía 11. Salí en hombros. En esa ocasión estaban nada menos que el maestro Fermín Espinosa Armillita y Chucho Solórzano, y esa tarde, en el hotel Panorama, Fermín El Grande se expresó así: "David Silveti estuvo como una figura del toreo en sus tardes de gloria". Dios me dio ese don.

-El maestro Jorge Luis Borges decía: "yo escribo para mí, para mis amigos y para atenuar el curso del tiempo'', no le importaban los demás. Y hoy que te ví toreando a puerta cerrada me dio la impresión de que para ti torear es así...

-Yo estaba muy apenado de haber llegado hoy tarde, la gente me estaba esperando desde la una...Ya no me dio tiempo de relajarme antes, como siempre lo hago, pero sí me vestí despacio. Para mí el rito de vestirme de torero es algo muy personal, muy íntimo. Siempre lo ha sido, me gusta estar solo, pero no por superstición, es que así es como lo he sentido siempre. Estaba avergonzado de que la gente me estuviera esperando, pero no podía hacerlo de otro modo.

De José Tomás

-Hoy que estaba viéndote torear recordé una tarde en Pachuca, en la que demostraste una quietud y un temple, que ahora muchos dicen que es invento de José Tomás. He pensado que, más bien, José Tomás te vio torear.

-Te voy a decir algo muy especial. José Tomás estuvo aquí (en Querétaro) hace unos meses y yo lo vine a ver, porque me gusta mucho, de hecho es el torero español que más me gusta. Él, Ponce y Joselito. José Tomás se hizo en México. Es más, yo quiero torear con él en esta temporada. También quisiera ir a plazas como la de Acho, que nunca he pisado. La última vez perdí dos fechas porque me lastimé las rodillas y no pude ir. Me muero de ganas de torear ahí. Estoy en pláticas con Enrique Martín Arranz para empezar en julio mi temporada en España. Vamos a hacer una cosa muy bonita.

''Volviendo a la última tarde en que José Tomás toreó aquí, en la Santa María, lo vine a ver con mucho gusto. Y pasó una cosa que te juro por mis hijos que es cierta, llegué a desearle suerte y me paró y me dijo: 'Maestro, le quiero decir una cosa. Yo me he visto nada más en dos toreros, en Manolete y en usted. Nada más que usted tiene más arte y más clase que yo. Y le voy a pedir un favor, no se separe de mí en toda la tarde'. Me impresionó mucho porque él no habla con nadie. Estuve toda la tarde atrás de él, junto con Corbacho, su apoderado. Esa tarde, José Tomás pegó una chicuelina que la plaza dio un brinco que, bueno... Yo con eso ya tuve. Me regresé feliz a Salamanca solo, en mi camioneta. Se me salieron las lágrimas cuando me dijo eso. A mí lo que me duele mucho de él es cómo lo lastiman los toros. Y me enoja mucho la manera en que lo trata Madrid, siendo torero de allí. Las Ventas es la plaza más hija de puta del mundo. Yo he ido cinco veces, dos toreando y tres de espectador y esas tres, me he salido. Quiero el año que entra (2003) terminar mi campaña en Sevilla, en San Miguel. Mi muy sueño es salir ese día por la Puerta del Príncipe. Ese día voy a festejar en grande.

De Juanito Silveti y España

-ƑQué heredaste de tu abuelo y qué heredaste de tu papá?

-De mi abuelo, la casta. Bueno, en realidad, esa es de mi mamá. Ella es irlandesa y tiene una gran casta. Lo que pasa es que yo no conocí a mi abuelo. De mi papá no heredé nada. Mi papá es un torero muy clásico, muy cerebral. El me dijo cuando tenía yo 17 años que no servía para ser torero. Esa vez, regresando de matar una novillada de Corlomé, me salió uno muy bravo y le corté una oreja. Cuando veníamos de regreso me dijo: 'hoy me acabo de dar cuenta que no sirves para ser torero'. Le pregunté que por qué y me dijo que porque el novillo de esa tarde era de rabo y le había cortado sólo una oreja. Entonces me solté llorando y me quedé pensando, y como a la semana le dije: 'El que tuvo la culpa fuiste tú, porque tú picaste el toro como para ti y tú me dijiste que cambiara el tercio y a ti te gusta que los toros se te vengan y yo soy un torero que tengo otro temple, papá. A mí me gusta tirar de los toros.' Le dije que desde ese momento yo ya no quería que anduviera conmigo y que me iba a ir España. Me dijo que si aquí no servía, menos en España. Y yo le dije que eso estaba por verse. En esa época yo ya estudiaba en la UNAM, yo era buen alumno y mis maestros eran los mejores, eran los que habían escrito los libros de texto que yo estudiaba. De hecho todavía me quiero recibir de licenciado en Economía. Y lo voy a hacer.

''Me fui a España con Ramón López, que era muy amigo mío, había sido un novillero muy importante. El fue muy silvetista. Le pedí dinero prestado para irme a España. Me pudo prestar sólo dos mil dólares, cuando el boleto de avión de Iberia costaba mil 200. Lo pagué y me fui con 800 dólares y una maleta a Sevilla. Llegué con don Andrés Gago, que habia sido apoderado de mi papá, porque mi papá toreó tres temporadas de toros en España.

''Mi papá fue más importante en España que aquí. Toreó 17 tardes en Madrid y nomás dejó de cortar orejas en la última. El torero mexicano que más orejas ha cortado en Las Ventas fue mi papá, más que Arruza, que Armillita, que todos. Fíjate lo que me acaba de decir el cronista español Fernando Fernández Román, con eso de que ahora todo se resuelve en estadísticas: de todos los toreros de todo el mundo, el torero que en menos corridas ha cortado más orejas es mi papá. Y el dato me sorprendió mucho. Mi papá toreó en un año 37 sustituciones. El iba en el coche, oía Radio Nacional de España y si se enteraba de que habían cogido a alguien, se paraba a llamar por teléfono para ver si le daban la oportunidad de sustituir. Vivía como marqués. En esa época conoció a mi mamá, que era una verdadera belleza. Divorciada, con dos hijos. Uno de ellos se quedó con ella, Richard, y el otro con su padre.

''Cuando llegué a Sevilla busqué a don Andrés en su casa y le dije: 'Estoy aquí en España y traigo 800 dólares'. Me dijo que estaba loco, que ahí los mismos toreros españoles pagaban por torear. En esa época Miguelito (Espinosa) estaba en España, igual que yo, pero el maestro Fermín le había puesto una camioneta Renault y lo apoderaba Enrique Vargas. El iba al campo, toreaba.

''Don Andrés me dijo: 'yo tengo un hombre al que siempre le he querido buscar un torero, se llama Manolo Márquez'. Nos citamos en un bar y Manolo me dice, después de una hora de no hablar y escucharme, 'Ƒcuánto dinero traes?' Le dije que 800 dólares y me dijo que con eso no podríamos hacer nada, 'no tienes ni para vivir'. Me dijo que me iba a llevar a casa de su madrina, que no me iba a cobrar. Era una mujer soltera que vivía arriba de un bar muy pobre y era un encanto. Fue mi mamá en España. Me fui a vivir allí. Me dijo Manolo Márquez que el 8 de mayo había una novillada en Ecija, toreaban Tomás Campuzano y Pepe Luis Vargas, que era el novillero puntero en ese momento. Se disputaba el trofeo Jaime Ostos, torero de Ecija precisamente. Me consiguió una cuadrilla que si estaba bien, me advirtió, cobraría sólo los gastos. Al mediodía llegó don Andrés a mi cuarto y me dijo, si no cortas las dos orejas, el miércoles te vas a México. Corté tres y me llevé el trofeo, que me entregó el propio Jaime Ostos.

''La segunda novillada fue en Sevilla, el 7 de julio de 1977. Casi un mes después de la primera, habiendo toreado sólo una vez en una tienta. La de Sevilla fue una novillada divina, de los Hermanos Sampedro. Una de las gaoneras que pegué ese día salió en la portada del Esto.

''Mi siguiente novillada fue también en Sevilla, con toros del Marqués de Albaserrada, y la siguiente en Madrid, con toros de Pérez Tabernero, y como corté oreja, me repitieron; igual en Barcelona, donde también estuve dos tardes.

''Después de eso toreé en muchos pueblos, como en Nerva, Lepe, Corella. En septiembre me repitieron en Ecija. Me embalé triunfando. Yo nada más llevaba dos vestidos: un blanco y oro y un champán y oro. En octubre fuí a Algemesí, en Valencia, donde triunfé dos tardes seguidas. Esas novilladas sí me las pagaron, igual en Ecija y en Corella, y todo el dinero se lo dí a mi apoderado, por lo que me había ayudado.''

Mañana, Silveti habla de la crisis actual de la fiesta taurina en México.

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