México D.F. Domingo 16 de noviembre de 2003
El gobierno turco no descarta que Al Qaeda sea
la autora; detenidos tres sospechosos
Atentados a dos sinagogas dejan 23 muertos y 300 heridos
en Turquía
La política israelí azuza los ataques:
Liga Arabe; organización islámica reivindica bombazos
Pesar y condena de Bush, el Papa y la UE; Tel Aviv responsabiliza
a Europa "por su tibieza"
DPA, AFP Y REUTERS
Estambul, 15 de noviembre. Al menos 23 muertos
y 300 heridos fue el saldo de dos atentados con bomba contra sinagogas
de esta ciudad, ataques que las autoridades turcas no descartan que hayan
sido perpetrados por Al Qaeda, mientras gobiernos y personalidades de todo
el mundo los han condenado.
En la noche, la policía detuvo a tres sospechosos,
entre ellos una mujer con velo, indicó la edición electrónica
del diario Hurriyet.
Los atentados se produjeron casi al mismo tiempo en las
sinagogas Neve Shalom, en el barrio europeo, y Beth Israel, en el barrio
Sis-li, justo cuando se celebraban los servicios religiosos con motivo
del shabath, día de oración judío.
En el momento de la explosión en la sinagoga Neve
Shalom había unas 300 personas que celebraban un bar mitzva;
sin embargo, ninguno de quienes se encontraban dentro del edificio murió.
La mayoría de las víctimas eran transeúntes
que pasaban cerca de los templos atacados.
En los atentados se usaron co-ches bomba, como mostró
el vi-deo de las cámaras de seguridad de una de las sinagogas. En
las imágenes se ve un auto rojo que se estaciona frente al templo
y del cual sale un hombre y segundos después ocurre la explosión.
Sin embargo, las autoridades turcas aún debate
si fueron atentados suicidas o se trató de dispositivos accionados
a larga distancia.
Paisaje desolador
Según
el ministro de Salud, Recep Akdag, 77 de los 300 heridos están hospitalizados
y los demás fueron enviados a sus hogares. De las seis personas
que se encuentran en cuidados intensivos, cuatro se debaten entre la vida
y la muerte.
Los reportes desde los lugares del atentado dan cuenta
de un paisaje desolador: donde se produjeron las explosiones hay inmensos
cráteres y alrededor están los restos metálicos de
los automóviles, vi-drios rotos y escombros.
La sinagoga de Neve Shalom, que en hebreo significa "tierra
de paz", es el centro espiritual de una comunidad de 25 mil judíos,
en su mayoría sefardíes que en el siglo XVI se asentaron
en esta ciudad.
En 1986 esta sinagoga fue objeto de un atentado que dejó
22 muertos, reivindicado por el activista palestino Abu Nidal.
En un llamado anónimo a la agencia informativa
turca Anadolu los atentados fueron reivindicados por el Frente de Jinetes
Islámicos del Gran Oriente (FJI); sin embargo, fuentes de seguridad
turcas no descartaron la mano de Al Qaeda como una hipótesis a investigar.
El FJI había cometido atentados contra iglesias
y bares, pero se ra-dicalizó desde la detención de su líder,
Salih Mirzabeyoglu, quien purga condena de cadena perpetua.
El gobierno turco mostró sorpresa por los atentados,
sin embargo las declaraciones de los funcionarios fueron cautelosas aunque
parecían priorizar la pista internacional.
El ministro del Interior, Abdulkadir Aksu, señaló
que los atentados podrían haber sido ejecutados por terroristas
suicidas, según el canal de televisión NTV.
"Es evidente que se trata de un acto terrorista con ramificaciones
internacionales", declaró el ministro turco de Relaciones Exteriores,
Abdulá Gul, citado por la agencia de prensa Anatolia.
"Estamos confrontados a un ataque terrorista diferente"
de los perpetrados hasta el momento en Turquía, agregó Gul;
conversó telefónicamente con su homólogo israelí
Sylvam Shalom, quien anunció que viajará a Estambul el domingo.
Abdulkadir Aksu se mostró más prudente,
al estimar solamente que "puede ser que no se trate de una organización
turca a causa de la envergadura" (de los atentados), y al ser consultado
sobre una posible implicación de Al Qaeda, admitió que era
una posibilidad.
El embajador israelí en Turquía, Pinhas
Avivi, estimó que la mitad de los muertos en ambas explosiones eran
judíos, y consideró que los responsables de los atentados
"sa-bían que causarían muchas víctimas no judías"
porque estaban conscientes de las medidas de seguridad alrededor de las
sinagogas.
El gobierno israelí no tardó en responsabilizar
de los atentados a Europa, "por su tibieza": un comunicado de la
cancillería calificó de "antisraelíes" las recientes
críticas que en Europa ha provocado la ocupación de Palestina,
y pidió no "cerrar los ojos a la cacería y el odio que vienen
de determinadas partes del mundo".
El canciller Shalom declaró que las críticas
europeas contra la ocupación de Palestina "envalentonan al terrorismo
verbal, lo que conduce al terrorismo físico, como hoy lo hemos vivido
en Estambul".
El canciller llegó a pedir que el mundo se movilice
"contra las fuerzas del mal", y ordenó reforzar la seguridad de
todas representaciones diplomáticas israelíes a es-cala mundial,
en previsión a una ola de atentados.
La Liga Arabe y Egipto fueron la primera organización
y el primer país en condenar el doble atentado. "El uso de la violencia
contra civiles es inaceptable", declaró a la prensa el secretario
general de la organización, Amr Muossa, quien sin embargo atacó
a Israel.
"La política israelí es la responsable de
todo esto, al alcanzar ese grado de calumnia y desprecio del derecho y
del sistema internacional", agregó Moussa, en referencia a la ocupación
militar de Palestina y los altos de Golán.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se comunicó
telefónicamente con el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan,
para expresarle sus condolencias, informó un vocero de la Casa Blanca.
Bush manifestó el apoyo de su país a Turquía en el
combate global al "terrorismo internacional".
Mientras, el papa Juan Pablo II difundió un mensaje
escrito en el que pide una movilización mundial por la paz y contra
el terrorismo, en tanto que la cancillería rusa también expidió
un comunicado en el que condena los atentados.
Muestras de solidaridad
Los gobiernos europeos también lamentaron los atentados:
el canciller italiano, Franco Frattini, en nom-bre de la presidencia de
la Unión Europea, expresó la solidaridad de la comunidad
con Turquía.
El ministro del Exterior alemán, Joschka Fischer,
condenó "los bárbaros ataques a sinagogas", y consideró
que el antisemitismo y el combate al terrorismo "sólo pueden ser
una tarea conjunta de la comunidad internacional".
El presidente francés, Jacques Chirac, calificó
los ataques como "actos de barbarie" y, en una carta a su homólogo
turco, Ahme Necdet Sezer, se manifestó "impactado y profundamente
preocupado", al tiempo que pidió al mundo "actuar con mayor decisión
contra el antisemitismo y muestras similares de intolerancia, y a no cejar
en la lu-cha contra el terrorismo".
Desde Santa Cruz, Bolivia, la canciller española,
Ana Palacio, también expresó la condena de su gobierno a
los atentados.
Los recientes bombazos son par-te de una serie de ataques
contra objetivos judíos que desde el año anterior han tenido
lugar principalmente en Africa.
El 11 de abril de 2002 un ataque contra una sinagoga tunecina
dejó 22 muertos. El 28 de noviembre, en Kenya, un bombazo contra
un hotel de capital israelí provocó 15 muertos. El pasado
16 de mayo atentados contra objetivos judíos en Marruecos dejaron
como saldo 45 muertos. Todos los ataques fueron reivindicados por Al Qaeda.
Turquía es el único aliado militar de Israel
en la región. En 1996 am-bos firmaron un acuerdo de cooperación
que provocó enojo de gobiernos vecinos, en su mayoría árabes.
El Congreso del Pueblo Kurdo, sucesor del independentista
Partido de los Trabajadores Kurdos (CPK), también lamentó
los atentados y expresó su solidaridad con los familiares de las
víctimas. El CPK anunció esta semana su disolución;
como parte de las reformas interiores dejará la lucha armada.
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