México D.F. Domingo 16 de noviembre de 2003
Bolivia y Argentina, laboratorios del altermundismo;
marchan 100 mil personas en París
Solidaridad con AL y Palestina en clausura del Foro
Social Europeo
Anuncia dirigente italiano campaña contra
la privatización del sistema de seguridad social
América Latina está adelante tanto
en la globalización como en la resistencia a ésta: Ramonet
JUAN AGULLO ESPECIAL PARA LA JORNADA
Paris, 15 de noviembre. El Foro Social Europeo
concluyó este sábado con una multitudinaria y alegre manifestación
que congregó a unas 100 mil personas de más de 60 países
que tomaron las calles con el lema Para una Europa de los derechos dentro
de un mundo sin guerra.
La movilización reunió a una multitud de
grupos, partidos y sindicatos con causas diferentes. En este coro dispar
destacaron consignas contra el "imperialismo yanqui", por la independencia
de Palestina y en apoyo a los gobiernos del venezolano Hugo Chávez
y del cubano Fidel Castro.
"Soy
un gringo antigringo", dijo el profesor estadunidense John Cockcroft,
en medio de manifestantes que coreaban "Chávez no se va". Mientras
grupos de cubanos se solidarizaban con su patria, el profesor se declaró
un "internacionalista" contrario a la globalización capitalista.
En medio de la mezcla de idiomas y de géneros musicales,
desde la salsa hasta el rock, jóvenes españoles gritaban
consignas contra el gobierno de José María Aznar mientras
los italianos llamaban al primer ministro Silvio Berlusconi "pezzo di merda".
Tampoco se salvaron de los insultos el presidente estadunidense George
W. Bush, calificado de "asesino", al igual que el premier israelí
Ariel Sharon.
Las mantas ilustraban la variedad de los grupos y sus
inquietudes: "¿Y si fuera posible?"; "Esto es el Porto Allegre del
Sena"; "El ojo por ojo deja ciegos"; "Europa laica"; "Obedecer daña
la salud". La última decía: "Esto no va hacia atrás.
¡Avanza!" No hubo altercados. Del otrora misterioso y violento Black
Block no se oyó hablar.
Quienes no pudieron llegar debido al tráfico fueron
el líder agrario francés José Bové, la intelectual
Suisan George y Bernard Cassen, uno de los organizadores del foro.
El conflicto en Palestina parecía ser el único
asunto capaz de lograr cierta unanimidad. Los manifestantes erigieron una
pared con la palabra "frontera" escrita en hebreo para denunciar el muro
de separación que construye Israel. "La ofensiva colonial israelí
actual forma parte de la ofensiva neoliberal en su fase de guerra", expuso
el coordinador palestino en la marcha, Nahla Shahal.
Entre los manifestantes cubanos destacaba Aleida Guevara
March, de 42 años, hija del guerrillero Ernesto Che Guevara,
para quien este foro permitió "romper la indiferencia" de las naciones
del primer mundo sobre los movimientos sociales que han surgido en América
Latina. Instó a los países europeos a dar apoyo auténtico
a los países en desarrollo y señaló que el modelo
actual de inversión extranjera no es la vía, pues "llegan
a nuestro continente, se roban las empresas, se roban nuestra tierra y
nos dejan en mayor miseria".
"América Latina tiene un adelanto considerable
tanto en la aplicación de las políticas de la globalización
como en la resistencia de las sociedades con respecto a la globalización",
señaló el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio
Ramonet.
La abogada francesa Sophie Thonon atribuyó el interés
de los europeos a que "Argentina fue el laboratorio del neoliberalismo
y ahora puede convertirse en un laboratorio de las luchas sociales", del
que Europa puede aprender.
Para Annick Coupé, del comité organizador,
el foro "fue todo un éxito" pese a que la manifestación final
fue menor a la de 2002 en Génova, Italia, donde se congregaron cerca
de medio millón de personas en repudio a la guerra.
Voceros de la organización altermundista
Attac resaltaron que hubo consenso en que los derechos humanos, políticos
y sociales deben anteponerse al comercio.
Por su parte, el secretario general del Partido de la
Refundación Comunista, Fausto Bertinotti, anunció que emprenderán
una campaña para defender en toda Europa el sistema de seguridad
social, que está en vías de privatización. La británica
Hillary Wainwright lo resumió así: "Luchar contra las privatizaciones
es luchar por la democracia".
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