Afirma Gómez Pompa que el estado de selvas y bosques "es lamentable"

Grave error, desaparecer el INIFAP y el Colegio de Posgraduados: investigador

JOSE GALAN

El estado de las selvas y bosques del país "es lamentable". El gobierno debe permitir a los índigenas realizar sus prácticas ancestrales de conservacionismo en zonas protegidas y no protegidas. Además debe vigorizar y democratizar las decisiones sobre los recursos naturales permitiendo la participación de la sociedad civil y fortaleciendo a los grupos de investigadores y científicos, no pretendiendo desaparecerlos.

Arturo Gómez Pompa, profesor titular de la Universidad de California, asesor de la Universidad Veracruzana y miembro del Instituto Estadunidense de Ciencias Biológicas, afirmó lo anterior y reconoció que si bien en México existe una "extraordinaria" planta de investigadores y científicos, el gobierno debe aplicar políticas públicas para articularlos y fortalecer su trabajo.

Señaló que en las nuevas áreas de protección y cuidado del campo "no hay ninguna política pública. Al contrario, la noticia que se publicó en los medios sobre la desaparición del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Colegio de Posgraduados es alarmante. Esa medida iría en contra del desarrollo que requiere el país, pues lo que estamos buscando es que esas instituciones le entren en serio a los campos del diseño de nuevos agrosistemas, productos y tecnologías".

Así, lo que requiere México, prosiguió, es tener grupos "muy fuertes" de investigación científica y técnica, "para entender que tenemos las soluciones en nuestras manos. Pero necesitamos tener a técnicos y centros de investigación trabajando en ello, para que el país se beneficie, y no solamente ser receptores de lo que nos mandan del extranjero".

La disyuntiva es "hacerlo o quedarnos cada vez más atrasados, sin posibilidades de progreso, menos salidas basadas en nuestros recursos naturales, y mayor dependencia de los desarrollos científicos y tecnológicos de otros países".

Respecto del trabajo de científicos e investigadores, consideró importante "encontrar las áreas en las que podamos ser la diferencia, encontrar los huecos en los que se debe hacer investigación, para poder avanzar. Y hay áreas muy importantes: toda la investigación agroforestal, agroecológica; el conocimiento de la etnobotánica, la etnoecología. Además el conocimiento de los sistemas tradicionales, y estamos descubriendo que eso va a ser muy importante para poder diseñar nuevos y adecuados sistemas para el futuro. Eso no se puede hacer sin centros de investigación".

El académico alertó que en México el proceso de deforestación, sobre todo en las selvas tropicales, no se ha detenido, "ya todo el mundo lo sabe. No se trata de un problema de ignorancia. Ahí están los casos de Veracruz, Tabasco, parte de Quintana Roo y Chiapas". Hoy día "lo que nos queda es una cantidad muy baja de lo que eran los activos forestales, sobre todo en los Chimalapas, en la zona de los Tuxtlas -en Veracruz-, la Lacandona, en Campeche y en Quintana Roo".

Aunque consideró que la política de zonas protegidas ha permitido salvaguardar áreas boscosas del país, aseveró que muchas únicamente son protegidas "en el papel". Parte del problema, dijo, se debe a que no existe una política forestal definida y a que la conservación se ha concentrado sólo en las áreas protegidas y el resto "está totalmente desprotegido. Ahí no ha habido una política sobre su manejo, lo cual ha originado un problema bastante serio".

Y es que, añadió, la biodiversidad, que puede generar nuevos medicamentos y alimentos, no sólo está en las áreas protegidas, sino también "en las desprotegidas. Es más, la mayor biodiversidad, inclusive a escala mundial, está en las zonas que llamo desprotegidas". Lo más importante es que la concentración de mayor biodiversidad de esas áreas "desprotegidas" se encuentra en zonas habitadas por comunidades indígenas.

"Hay gran coincidencia entre la presencia de gran biodiversidad con la diversidad cultural", expresó. "Eso ya lo ha dicho Víctor Toledo, ecólogo mexicano muy serio. Y para el futuro es en el trópico donde todavía queda una oportunidad mediante el apoyo, el reconocimiento y el estímulo de las prácticas tradicionales de los grupos indígenas, que traen como consecuencia prácticas de conservación de la biodiversidad y un manejo sostenible de los recursos naturales. Eso no se está haciendo".

Lamentó que muchas de esas prácticas tradicionales sean atacadas "de manera ignorante", y puso como ejemplo la de roza-tumba-quema, "que de manera alarmante ha generado una concepción equivocada, condenando a la milpa, cuando en realidad ha sido una práctica tradicional milenaria que ha permitido la conservación de los bosques. Eso es algo que se hizo bien y ahora se están realizando muchas cosas mal".

Entre ellas, identificar zonas ricas en biodiversidad, "ponerles un cerco, designarlas como áreas protegidas y que no entre nadie. Eso quizá no sea lo mejor. Lo importante es decir qué manejos son los adecuados para mantener la riqueza biológica y lograr la producción de satisfactores que requiere la población. Y no hay incompatibilidad en ello. Ese es un nuevo paradigma en la conservación".