México D.F. Viernes 14 de noviembre de 2003
Declinan Rivera y Sandoval en favor del obispo
leonés
Martín Rábago, nuevo presidente de la
CEM
Suárez Inda, de Morelia, vicetitular del organismo
JOSE ANTONIO ROMAN
La jerarquía eclesiástica eligió
anoche a José Guadalupe Martín Rábago, obispo de la
diócesis de León, como nuevo presidente de la Conferencia
del Episcopado Mexicano (CEM) para el trienio 2003-2006, en una elección
donde desde el primer escrutinio declinaron los cardenales Norberto Rivera
Carrera y Juan Sandoval Iñiguez, así como otros tres arzobispos.
Desde la primera auscultación, antes de la votación
final, Martín Rábago obtuvo 59 votos; Norberto Rivera Carrera,
22; Juan Sandoval Iñiguez, ocho; Rosendo Huesca Pacheco (Puebla),
siete; Francisco Robles (Monterrey), seis, y Felipe Arizmendi Esquivel
(San Cristóbal), dos. Es decir, sumados todos los votos de los candidatos
propuestos por las 15 regiones pastorales y por iniciativas individuales
llegaban apenas a 45, 14 menos que el obispo leonés, quien en la
anterior directiva episcopal se desempeñó como vicepresidente
del organismo.
Anoche,
antes de que todos los obispos participantes en la 76 asamblea plenaria
partieran a la nunciatura apostólica, donde la nueva directiva cenó
con el representante del Vaticano en México, Giuseppe Bertello,
el obispo Guillermo Ortiz informó de los primeros resultados de
electorales de la jerarquía católica.
Junto con Martín Rábago, también
fue electo como vicepresidente de la CEM Alberto Suárez Inda, arzobispo
de Morelia; como secretario general, Carlos Aguiar Retes, obispo de la
diócesis de Texcoco, y como tesorero general, Alonso Garza Treviño,
de la diócesis de Piedras Negras.
Así, de nueva cuenta se vio frustrado la intención
del arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera, y su
"grupo de amigos" de llegar a la presidencia del máximo órgano
colegiado que reúne a todos los obispos del país.
Según trascendió anoche mismo, luego de
la cena en la nunciatura, tras la primera auscultación hecha por
la comisión organizadora de las elecciones de los obispos, la cual
no le favorecía, el cardenal Rivera declinó continuar en
la contienda con el argumento de que tenía ya un cúmulo de
cargos y de trabajo que le impediría desempeñar una responsabilidad
más.
Tras esta decisión del cardenal Rivera, el resto
de los contendientes hicieron lo mismo, con lo cual la elección
de Martín Rábago ya no tuvo ningún problema, convirtiéndose
sólo en un mero trámite.
Sin embargo, trascendió también que en el
uso de la palabra, el cardenal Juan Sandoval preguntó en el pleno
de la asamblea por qué no aparecía en ninguna de las ternas
para conformar las 27 comisiones en que está dividido el trabajo
en la conferencia episcopal.
En ninguna de las pasadas tres elecciones ha aparecido
como aspirante a alguna comisión. Algo similar planteó el
obispo de la diócesis de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva,
quien en la elección de 2000 sorpresivamente no salió electo
para repetir en la presidencia de la Comisión de Comunicación
Social de la CEM, cuando la tradición marca que los obispos son
relectos para un segundo periodo, situación que en este caso no
se dio.
Con la elección de Martín Rábago
se buscó, según las primeras impresiones, una continuidad
en la actual directiva del Episcopado, pues en los seis anteriores ocupó
la vicepresidencia, y al formar parte de este grupo conoce bien la agenda
de temas que están pendientes.
La elección de los obispos inició poco después
de las cinco de la tarde, luego de que durante el día presentaron
la síntesis de una primera evaluación del ser y quehacer
de la Iglesia, y un encuentro con el nuncio Bertello. Antes de partir a
la nunciatura sólo dio tiempo para la elección de los cargos
del Consejo de Presidencia y será la mañana de este viernes
cuando los obispos elijan a los miembros del Consejo Permanente y las presidencias
de las 27 comisiones.
En el tema de asuntos varios, previsto para esta tarde,
se encuentra un informe que presentará el cardenal Juan Sandoval
Iñiguez al pleno de obispos, sobre la situación que enfrenta
por las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la
República en su contra por supuesto lavado de dinero.
¿Quién es el recién ungido?
Originario de Guadalajara, el nuevo presidente nació
el 12 de octubre de 1935; fue ordenado sacerdote el 22 de julio de 1962,
en Roma, y obispo el 5 de junio de 1992. Entre los cargos que ha desempeñado
en la estructura de la CEM, el obispo de la diócesis de León
ha sido vicepresidente del órgano episcopal, y presidente de la
Comisión para la Doctrina de la Fe, en ambos casos durante seis
años.
Antes de llegar a la diócesis, el nuevo presidente
de la CEM fue elegido obispo auxiliar de la arquidiócesis de Guadalajara,
en tiempos del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Tras el asesinato
del purpurado, en forma sorpresiva fue elegido como administrador diocesano
de Guadalajara, cargo que debía recaer en el decano de los obispos
auxiliares.
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