ONG advierten que tampoco se especifican mecanismos contra daños al ambiente

Fonatur no aclara medidas de conservación de especies en el proyecto Escalera Náutica

Recomiendan esperar a que el Ordenamiento Ecológico del Territorio esté listo

ANGELICA ENCISO L.

Aunque el golfo de California ocupa el cuarto lugar mundial en riqueza biológica, el año próximo empezará la construcción de la Escalera Náutica Singlar, a pesar de que aún no son claros los mecanismos para la conservación de las especies en riesgo de extinción y no está terminado el Ordenamiento Ecológico del Territorio de la región.

El golfo de California, o mar de Cortés, es una región semivirgen, hábitat único de la vaquita marina, donde se reproduce la ballena gris, el tiburón ballena y se encuentra la totoaba, lo que la convierte en una región frágil, indican organizaciones no gubernamentales. El proyecto considera la construcción o rehabilitación de 17 marinas en las costas de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit.

En un análisis que agrupaciones ambientalistas hicieron sobre la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) presentó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la aprobación del proyecto, se menciona que no hay medidas específicas de protección a las especies en riesgo de extinción de la zona y el documento no establece la forma en que mitigará los eventuales daños ambientales por las actividades que se realizarán.

Participantes en los foros de consulta popular sobre la MIA, las agrupaciones recomiendan que antes de que el proyecto se realice se cuente con el Ordenamiento Ecológico del Territorio, que aún no está concluido, y que se presentaran con precisión las obras a realizarse.

Después de las consultas, la dependencia solicitó más información a Fonatur y el pasado jueves la Semarnat dio a conocer la resolución favorable a la MIA con el establecimiento de 18 condiciones que Fonatur tendrá que aplicar, entre las que se cuenta que para la instalación de cada marina se presente una MIA particular.

Sin embargo, puntos que las organizaciones cuestionaron de la MIA original no fueron considerados. El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) en un análisis destaca incumplimientos de la ley ambiental, ya que el documento no hace una descripción de los posibles efectos en el ecosistema a causa de una actividad u obra, "mucho menos describe las medidas preventivas, mitigación y las demás necesarias para evitar y reducir al mínimo los efectos negativos".

Además, de acuerdo con el artículo 30 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental, debe detallar los posibles deterioros ambientales de obras para que la autoridad pueda evaluar el impacto ambiental del proyecto, no de planes maestros o de desarrollo.

Indica que la MIA prevé que todas las marinas cuenten con una estación de combustible y talleres para la reparación de las embarcaciones, lo cual es una actividad riesgosa, además de que será almacenamiento temporal de materiales peligrosos; ante esto se debió presentar un estudio de riesgo que tampoco fue dado a conocer.

Pese a que la MIA señala que se establecerán medidas de protección, no define o explica en qué consisten, para qué, dónde y cuándo se aplicarán específicamente; se mencionan algunas especies en peligro, pero no se adjuntan los mecanismos para su protección.

En un análisis más puntual, el Cemda sostiene que el proyecto Escalera Náutica consistirá no sólo en marinas, sino en rutas y circuitos ecoturísticos, pero los impactos de éstos no son analizados; refiere que en las marinas móviles se hará énfasis en medidas de prevención, sin establecer en qué consistirán, y dentro de sus objetivos no prevé el respeto a las disposiciones establecidas en los programas de manejo de áreas naturales protegidas.

Por su parte, Conservación Internacional en su evaluación menciona que "hay un error primordial del promovente cuando parece suponer que el carácter regional de una MIA le permite hacer planteamientos ambiguos o abstractos sobre obras, actividades y medidas de prevención, mitigación y compensación, basándose sólo en conceptos o en especulaciones infundadas".

Sostiene que no deben soslayarse los "posibles impactos ambientales por la serie de efectos difusos de un turismo itinerante y libre por toda la región. Tampoco puede establecerse a priori y de manera dogmática que los impactos serán sólo puntuales en cada una de las localidades".

Al respecto, señala, la ley es clara, pues establece que los proyectos a desarrollarse en sitios en los que por su interacción con diferentes componentes ambientales regionales se prevean impactos acumulativos, sinérgicos o residuales que puedan ocasionar la destrucción, aislamiento o la fragmentación de ecosistemas, será necesaria la presentación de una MIA regional.

La organización recomienda la existencia de un Ordenamiento Ecológico del Territorio participativo, aprobado y validado que asegure la realización coordinada de acciones a cargo de las diferentes entidades de la administración pública, la presentación de informes preventivos de las marinas ya construidas, la identificación de impactos acumulativos de las obras asociadas en el ámbito regional y las medidas de mitigación.

En la región hay 22 ordenamientos ecológicos, pero el específico del golfo de California, que se dividirá en costero y marino, todavía no concluye. Está por realizarse la segunda ronda de consultas públicas y la firma del convenio con los estados para el relativo al rubro costero, lo cual terminaría a mediados de 2004.