México D.F. Lunes 10 de noviembre de 2003
Externan su rechazo a las juntas de buen gobierno
zapatistas y a los Caracoles
Demandan lacandones mayor presencia militar en la reserva
de Montes Azules
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
San Cristobal de las Casas, Chis. 9 de noviembre. La
ofensiva neoliberal de la comunidad lacandona contra los pueblos indígenas
de "su" selva, en particular las comunidades zapatistas, ha entrado en
una nueva fase. Ahora están representados por Felipe Villagrán,
ex funcionario del Banco Mundial hoy dedicado por entero a gestionar ante
el gobierno dinero, privilegios políticos, bases militares y armas
para los lacandones de Lacanjá Chensayab y los pobladores "leales"
de Frontera Corozal y Nueva Palestina.
En una reciente reunión con el gobernador Pablo
Salazar Mendiguchía y diversos funcionarios estatales y federales,
Villagrán presentó, con proyecciones Power Point, una serie
láminas con cuadros y mensajes, el último de los cuales dejó
a la vista del mandatario y de los demás asistentes durante 10 minutos:
"Rechazamos las juntas de buen gobierno y El caracol".
A nombre de bienes comunales de la denominada zona lacandona,
el asesor económico de la elite de Lancajá Chansayab solicitó
que "se implementen de inmediato rondines día y noche por parte
del Ejército Mexicano y un destacamento en Paraíso" (donde
se localiza una comunidad zapatista perteneciente al municipio autónomo
Ricardo Flores Magón). Dijo que pedirán a la Secretaría
de la Defensa Nacional la reinstalación de la posición castrense
a orillas de la laguna Suspiro, que los lacandones llaman, como les gustaba
a los zedillistas, "laguna yanqui".
Acostumbrados a extensas "peticiones" al gobierno, esta
vez los lacandones quieren, además de múltiples obras y diversas
sumas de dinero, "la autorización para portar armas de bajo calibre
para cuidado de los cultivos de los comuneros". Dentro de un esquema de
notable coherencia, solicitan agentes del Ministerio Público en
el crucero San Javier y otro más en Benemérito de las Américas,
así como "mayor presencia" del gobierno municipal priísta
de Ocosingo. O sea, una especie de "paraíso paramilitar".
Villagrán, en nombre de sus representados lacandones,
denunció a la escuela técnica de Frontera Corozal por "dar
clases de zapatismo y tener murales de Marcos y Che Guevara".
Todo esto lo expresó el 21 de octubre en Tuxtla Gutiérrez
ante los titulares de las secretarías de Desarrollo Social, Pueblos
Indios, Salud, Desarrollo Rural, la Comisión de Caminos, el Instituto
Nacional de Historia Natural y Ecología y la delegación estatal
de la Secretaría de la Reforma Agraria.
Otro anuncio espectacular fue que la asamblea de la comunidad
lacandona solicitará formalmente su inclusión al Procedecom
(Procede Comunal), con lo cual abrirían la puerta a la privatización
de toda la reserva de la biosfera. A esto se suma la continuación
de todas las demandas de desalojo contra comunidades en Montes Azules,
si bien con algunas aceptan mesas de negociación.
Por otro lado, de manera extraoficial Felipe Villagrán
reveló a la delegada de la SRA en Chiapas que la comunidad lacandona
pretende negociar con el gobierno federal la entrega de mil 126 millones
de pesos a cambio de declinar en sus exigencias territoriales en la selva
que "legalmente" les "pertenece" desde tiempos de su primer benefactor
presidencial: Luis Echeverría Alvarez.
El "otro frente" en Montes Azules
Los intereses creados en torno a Montes Azules se mueven
intensamente estos días. Grupos priístas del municipio Marqués
de Comillas han intentado repetidamente echar al presidente municipal perredista,
ocupando la alcaldía en Zamora Pico de Oro y acusando al alcalde
de malos manejos, con lo cual disimulan su intención de quitarlo
de en medio, pues no permite el tráfico ilegal de madera y es un
obstáculo para la apropiación de 5 mil hectáreas por
parte de un importante funcionario estatal. También se habla de
narcotráfico.
Un conflicto que se ha larvado la semana que hoy termina
es el de la carretera Santo Domingo-ejido Cintalapa, dos comunidades priístas
(y bases militares) dentro del zona de amortiguamiento de Montes Azules.
Aquí el conflicto es con bases zapatistas del municipio autónomo
Ricardo Flores Magón y, en consecuencia, con la Junta de Buen Gobierno
El Camino del Futuro (en La Garrucha). Los zapatistas recjazan, asimismo,
la carretera San Antonio Escobar-Chamizal, que rodearía precisamente
la laguna Suspiro, en el corazón de Montes Azules.
De acuerdo con fuentes gubernamentales, bases de apoyo
del EZLN se han concentrado en San José Patwitz para impedir la
obra. Si bien el titular de Pueblos Indios, Juan Vázquez, ha declarado
que los zapatistas se "muestran flexibles" en pláticas con las compañías
constructoras (privadas), grupos priístas de La Siria amenazan con
la violencia.
Según fuentes "que solicitaron el anonimato", citadas
ayer por el diario Cuarto Poder, "el problema tiene grandes avances
en su solución, pero todo podría venirse por la borda si
ejidatarios no zapatistas de Siria y de otras comunidades aledañas,
con 'posturas radicales' realizaran 'actos vandálicos o de provocación'".
El mismo rotativo revela haber detectado en Siria "operadores políticos"
de la senadora priísta Arely Madrid Tovilla, quienes "han mostrado
posturas radicales y aseguraron públicamente tener todo el apoyo
de la senadora para traer a las fuerzas federales y desalojar a los zapatistas".
La legisladora, vinculada con el alborismo, ha estado
muy activa. Ayer visitó San Cristóbal de las Casas promoviéndose
para ser la próxima candidata del PRI a la gubernatura. En tiempos
recientes ha dejado claro su liderazgo sobre Paz y Justicia en la zona
norte y ahora se asegura que "tiene el control" de la Organización
para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opdic),
"la cual ha sido definida como de tipo paramilitar" (Cuarto Poder, 8
de noviembre), a la cual pertenecen los "radicales" de Siria.
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