Defenderemos nuestra fuente de empleo, advierten

Sindicato del Colegio de Posgraduados rechaza la posible desincorporación

Trabajadores sindicalizados del Colegio de Posgraduados manifestaron su rechazo ante la propuesta elaborada por el Ejecutivo federal en materia presupuestal para 2004, que incluye su desincorporación, y aseguraron estar dispuestos a defender la institución ''para que siga desempeñando su misión a favor del agro nacional''.

Los integrantes del sindicato independiente de esta casa de estudios señalaron que no pueden estar de acuerdo con un proyecto ''que entre otros puntos pretende cobrar impuestos hasta por comer y tomar medicinas en caso de enfermedad''. Agregaron que a pesar de las promesas del gobierno foxista para propiciar el desarrollo del país y la generación de empleos, ''de manera por demás contradictoria propone la desincorporación -en las modalidades de liquidación, disolución, extinción, fusión o enajenación- de 18 dependencias o entidades públicas de la administración federal, entre las cuales incluye al colegio''.

Considerada como una de las instituciones de mayor relevancia en la investigación agropecuaria y forestal a nivel nacional, el Colegio de Posgraduados fue creado en 1959 como parte de la Universidad Autónoma de Chapingo, de donde se separa en 1977 para surgir como organismo independiente. A la fecha imparte 21 especialidades, de las cuales 19 forman parte del padrón de excelencia del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología, mientras que 60 por ciento de su cuerpo académico pertenece al Sistema Nacional de Investigadores.

Grave afectación al campo: CNC

Con el desmantelamiento del Colegio de Posgraduados, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, la Comisión Nacional de Zonas Aridas y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, el gobierno federal busca liquidar totalmente las estructuras del campo, señaló la Confederación Nacional Campesina (CNC).

En un comunicado, el líder de la CNC, Heladio Ramírez, se manifestó en contra de la pulverización de las instituciones dedicadas a la investigación y al avance tecnológico, ya que con ello se confía el desarrollo rural a las grandes transnacionales que destinan sumas millonarias a estos renglones.

Esta medida, es una muestra de ''insensibilidad y menosprecio hacia las actividades relevantes que tienen que ver con la competitividad y la lucha contra la pobreza'', indicó el dirigente.