México D.F. Lunes 10 de noviembre de 2003
Esconde mitos utilizados en ambos sexenios, dice el diputado del PRD Alonso Raya
Argumentos salinistas y zedillistas, detrás de la propuesta de reforma al ISSSTE
Se pretende privatizar al instituto para resolver una carga financiera del Estado, sostiene
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
La propuesta de reforma al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), presentada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la Cámara de Diputados, esconde ''los mismos mitos y el mismo argumento privatizador'' que se utilizaron en los sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo para defender la reforma al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con la cual ''se pasó de un sistema de reparto a otro de capitalización individual'', aseguró el presidente de la Comisión de Seguridad Social en San Lázaro, Miguel Alonso Raya.
En un estudio sobre la situación del ISSSTE, el legislador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) señaló que la propuesta oficial pretende obligar a los trabajadores y a sus patrones a depositar sus aportaciones en una Afore, y a renunciar al derecho a una pensión con el promedio de su salario final al momento de su jubilación.
Más que proteger el concepto de seguridad social de los trabajadores, pues Hacienda plantea la desaparición del ''sistema solidario'' del ISSSTE, la motivación de la reforma es resolver una carga financiera para el Estado y, al mismo tiempo, favorece al mercado de capitales, comentó.
Al plantear la desaparición de la solidaridad como fundamento del sistema de pensiones del instituto, expresó Alonso Raya, el gobierno de Vicente Fox obedece sólo a una lógica financiera de escalonar los derechos de los trabajadores de acuerdo con su nivel de ingreso.
El diputado del PRD afirmó que si bien es necesaria una reforma al sistema de pensiones del ISSSTE, pues el instituto enfrenta una grave situación financiera, la alternativa más viable no es la que propone Hacienda.
Calificó de un mito la premisa defendida por la dependencia a cargo de Francisco Gil Díaz, en el sentido de que pasar a un sistema de capitalización permitirá reducir el gasto público en los planes de jubilación de los trabajadores al servicio del Estado.
''Este argumento sólo es cierto en el largo plazo, ya que en el corto se incrementa el gasto para cubrir a los jubilados ante la eliminación de los ingresos. Hacienda estima que el valor presente de esos recursos es de 12.3 por ciento del producto interno bruto (PIB). Para cubrir ese gasto es obvio que el país tendrá que endeudarse o aumentar impuestos'', explicó.
Asimismo señaló que el deterioro de los servicios de salud en el instituto forman parte de una estrategia para desmantelarlo y ''dar paso a una pérdida total de la solidaridad, que es la base de la seguridad social, para otorgar sólo un paquete básico de acciones de salud con cargo a las cuotas y aportaciones obligatorias, y cobrando cuotas extraordinarias o seguros privados de gastos médicos para la atención de lo que no esté contenido en dicho paquete''.
Detalló que los límites presupuestales a los que está sujeto el ISSSTE han derivado en la acumulación de ''rezagos históricos'' en su operación, sobre todo en la inversión física y en el mantenimiento de infraestructura. El diputado perredista refirió que para cubrir la demanda de medicinas durante 2002, el instituto compró 208.1 millones de piezas, de las cuales 50 millones fueron adicionales, pero con las que sólo alcanzó una cobertura similar a la de 2001.
Además persiste un déficit de 3 mil 541 camas en clínicas y hospitales, y comentó que para alcanzar la cifra necesaria para la atención de los pacientes se necesitarían 5 mil 311 millones de pesos. ''El ISSSTE presenta un círculo de deterioro y desinversión, y para romper ese esquema se necesitaría contar con partidas adicionales y comenzar un programa de inversión que permitiera revertir las deficiencias históricas existentes'', señaló.
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