México D.F. Domingo 9 de noviembre de 2003
Homenaje a Chávez
Inguesu, partitura neonacionalista, se estrena hoy
ANGEL VARGAS
El futbol y la frenética pasión que se desborda en torno suyo sirvieron de punto de partida para que el joven compositor mexicano Enrico Chapela (1974) escribiera una obra en homenaje a Carlos Chávez, como reconocimiento a su decidida labor de promotor del patriotismo estético.
Se trata del poema sinfónico Inguesu, definido por su autor como ''una partitura neonacionalista contemporánea'', que será estrenada hoy a escala mundial por la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez como parte del sexto programa de su temporada La Guerra y la Paz.
El concierto será dirigido por la batuta huésped de Teresa Rodríguez y en él se hará también el estreno mundial del Concierto para piano y orquesta de la también mexicana Georgina Derbez, además de interpretarse la Obertura Egmont y Selecciones de Los troyanos, de Beethoven y Berlioz, respectivamente.
La cita es el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco y Calzada de Tlalpan) a las 18 horas; el martes se repetirá el programa en el mismo lugar, pero a las 20 horas.
Inguesu es un acto de arrebato nacionalista que tuvo su punto de inspiración en la máximo conquista de la Selección Nacional Mexicana: el triunfo sobre Brasil en el estadio Azteca en agosto de 1999, con el cual obtuvo la Copa Confederaciones.
Chapela se convierte en una especie de cronista musical que, durante nueve minutos, narra todas las incidencias de ese encuentro, y para ello se vale de recursos rítmicos del son mexicano y de la samba brasileña, que simbolizan las respectivas jugadas de ambas escuadras.
No se olvida, por supuesto, de retratar el animoso ambiente que se suscita entre el público: "el cantar espontáneo de leros-leros, culeros y mentadas que manan abundantes desde la tribuna y dentro de la cancha al fragor de la disputa del orgullo nacional".
El compositor asignó a las maderas el papel de los titulares de México, a los metales los de Brasil, la percusión funge como la banca, el piano y el arpa como los directores técnicos, la cuerda como el público y el director como el árbitro.
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