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México D.F. Domingo 9 de noviembre de 2003
Fox tiene congelada la iniciativa que permitiría
la autonomía en la elección de autoridades
Intereses políticos amenazan la estabilidad
del Politécnico
Correa Jasso, favorito para seguir al frente del instituto;
César Leal, otro de los aspirantes
JOSE GALAN
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) enfrenta
un proceso de renovación o continuidad en la dirección general.
Al cumplirse el mandato de tres años de Miguel Angel Correa Jasso,
el futuro de la institución está en un solo escritorio: el
del Presidente de la República, quien deberá decidir si Correa
Jasso continúa por otro periodo o si es necesario un cambio, a pesar
de que el propio mandatario Vicente Fox anunció hace 48 meses que
sería la última vez que un presidente designaría al
director del IPN.
Además de los problemas financieros y políticos
que la institución ha enfrentado en este lapso, incluyendo los esfuerzos
del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por restaurar su predominio
en el Poli, en Los Pinos permanece congelada la iniciativa de reformas
a la Ley Orgánica que permitiría al consejo politécnico
elegir al director general, esa iniciativa que, una vez más, el
propio Presidente impulsó hace tres años y que una vez resuelta
no ha sido enviada a la Cámara de Diputados.
A su llegada, Correa Jasso se encontró con irregularidades
financieras, como el pago de compensaciones fuera del presupuesto asignado
de 1997 a 2000 por un monto de 307 millones 897 mil 622 pesos; adeudos
desde 1993 a la subcuenta de vivienda por 18 millones 824 mil 826 pesos;
en 1998 se omitió el pago de impuestos de becas al personal docente,
cuyo monto era de 34 millones 934 mil 410 pesos, y que obligaron a su liquidación,
incluyendo un recargo por intereses de 73 millones 769 mil 177 pesos; un
adeudo de 60 millones de pesos por el impuesto al aguinaldo de 2000; cheques
en tránsito desde 1999 por 18 millones de pesos, cuya suspensión
de pagos no motivó quejas, lo que llevó a las autoridades
a concluir que tales pagos no existían.
Además,
cambios de plazas administrativas a plazas docentes sin que los involucrados
cubrieran el perfil requerido; la adquisición de mobiliario y equipamiento
para empresas privadas por más de 400 mil pesos para el Centro Mexicano
de Estudios de Ingeniería para el Desarrollo, AC, encabezado -curiosamente-
por el ex director Diódoro Guerra. Inclusive, el IPN patrocinaba
eventos de agrupaciones afines al priísmo, como la Confederación
Nacional Política de Profesionales Egresados del IPN, a cargo de
Osvaldo Cortés Sandoval; compensaciones extraordinarias a los ex
titulares del IPN, todos vinculados al PRI, por más de 4 millones
de pesos al año.
Ahora, el PRI y el Sindicato Nacional de Trabajadores
de la Educación (SNTE) -que controla las delegaciones X y XI, de
académicos y personal de apoyo- buscan restaurarse en el control
del instituto por medio de diversos candidatos, gracias a su fuerza en
la Cámara de Diputados, en la que la líder moral del magisterio
y secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo, controla la mayoría.
Al contrario de lo que sucede en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), cuya autonomía le permite
realizar un proceso electoral interno por medio de auscultaciones a la
comunidad por parte de los 15 miembros de la Junta de Gobierno, en el IPN
la decisión corresponde al presidente de la República, ni
siquiera al secretario de Educación Pública, que más
bien funge como operador de la decisión presidencial.
Entre los aspirantes externos son mencionados César
Leal (miembro de Amigos de Fox, cercano a Lino Korrodi, Carlos Rojas y
a la pareja presidencial), quien dejó la embajada de México
en Atenas, Grecia, por razones de salud. También figura Oscar Escárcega,
ex secretario particular del ex director general y priísta Diódoro
Guerra, y a quien se le atribuye una cercanía con el secretario
particular de Vicente Fox, Alfonso Durazo, por medio de la mediación
de Fernando Elías Calles.
También se menciona a Marco Polo Bernal, actual
subsecretario de Educación Tecnológica de la SEP, y quien
habría buscado ya apoyo entre diputados de distintas fracciones
parlamentarias en la actual legislatura. Se dice cercano al secretario
Reyes Tamez Guerra. Bajo su responsabilidad varios dirigentes porriles
mantienen puestos de dirección, como Alfonso Torres Saavedra, El
Johnny, líder moral de la Federación de Estudiantes Politécnicos
(FEP) y director de la Escuela Secundaria Técnica número
10.
Otro aspirante es Raúl González Apaloaza,
actual secretario de Educación de Hidalgo, a quien se le atribuyen
vínculos con el grupo de Manuel Camacho Solís en el Partido
de la Revolución Democrática (PRD), así como sectores
del PRI, y a quien se ha responsabilizado de la crisis en el conflicto
con la Escuela Normal Rural de El Mexe.
Entre los candidatos internos se menciona al propio Correa
Jasso, quien enfrenta el desgaste de elaborar un proyecto de reforma a
la Ley Orgánica que el presidente Fox mantiene guardado en su escritorio;
también por el combate a los grupos porriles vinculados sobre todo
al PRI, y a los esfuerzos de desvinculación política partidista
del instituto, que se había convertido en una sucursal priísta,
como quedó demostrado durante la campaña de Francisco Labastida
Ochoa a la Presidencia, cuando el IPN, bajo mandato de Diódoro Guerra,
prestó personal de apoyo de áreas como Comunicación
Social; se elaboraron materiales de propaganda priísta, y se realizaron
labores de proselitismo a nivel institucional. Cuenta sin embargo con fuertes
apoyos académicos y estudiantiles, pero tiene en contra el peso
político actual de Elba Esther Gordillo, quien controlaría
a cerca de 27 mil trabajadores y a quien se atribuye la petición
de congelamiento de la reforma a la Ley Orgánica directamente a
Fox Quesada.
También se menciona a José Enrique Villa
Rivera, actual secretario académico de la institución, quien
impulsó la iniciativa de creación de un nuevo modelo académico,
lo que le ha generado cierto desgaste con grupos de la comunidad politécnica.
Cuenta con apoyos considerables dentro de la SEP. Junto con Correa Jasso,
es el candidato interno con más fuerza. También se promueve
Angel Ochoa Pérez, El Ochoa, miembro de la FEP y con relaciones
en el PRI.
Existen otros factores que buscan incidir en la decisión
presidencial, como el papel de Fausto Alzati, quien manejaría la
versión de que podría inclinar la balanza impulsando nombres
como el de Cecilio de la Cruz. O la posibilidad de que Elba Esther Gordillo
sume al IPN en el paquete a negociar con el Partido Acción Nacional
(PAN) y el gobierno en favor de la aprobación de las llamadas reformas
estructurales.
Por lo pronto, pretenden realizar una demostración
de fuerza el próximo 19 de noviembre, cuando la llamada Coordinadora
Nacional Politécnica realizará una marcha del Angel a Los
Pinos en contra de la reforma a la Ley Orgánica; el nuevo modelo
educativo; la imposición del director general y, para que quede
más claro, la relección de Miguel Angel Correa Jasso.
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