México D.F. Domingo 9 de noviembre de 2003
Vocero del gobierno argentino advierte que el asedio no los amedrentará
Kirchner, amenazado por combatir la corrupción en la policía bonaerense
Diferencias en el gabinete sobre las empresas de servicios públicos privatizadas
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 8 de noviembre. El presidente argentino, Néstor Kirchner, ha sido amenazado por su ofensiva para limpiar las fuerzas policiales, muchos de cuyos miembros están involucrados en casos de corrupción, secuestros y hechos delictivos graves.
La revelación surgió primero de los piqueteros (pobres y desocupados) que el viernes se reunieron con el mandatario.
"Dijo que pensaba seguir a fondo con la investigación" sobre la policía de la provincia de Buenos Aires -el mayor distrito del país-, pero también que "ha estado recibiendo muchas presiones y amenazas", señalaron los líderes piqueteros Juan Carlos Alderete y Luis D'Elía.
El primero precisó que el presidente, quien asumió el 25 de mayo pasado con la promesa de acabar con la corrupción, llegó a hablar del caso de un juez de la provincia de Buenos Aires que tenía paralizados casi 300 allanamientos en causas relacionadas con la corrupción policial. "Varias veces he recibido amenazas", expresó Kirchner más tarde, el mismo viernes, al hablar brevemente con el diario Clarín.
"Las amenazas no nos amedrentan. Hay que seguir trabajando. Lo que sí sabemos es que el grueso de la gente nos está acompañando. Eso para nosotros es el mayor aliento", salió hoy a decir el jefe de gabinete, Alberto Fernández, a una radio local. No obstante, también admitió que "cuando uno quiere avanzar debe tolerar intimidaciones de todo tipo".
A mediados de esta semana, Kirchner lanzó el llamado Plan antimpunidad contra la inseguridad, para "purificar las fuerzas policiales". Luego, Fernández advirtió que la corrupción en la policía bonaerense (de la provincia de Buenos Aires, popularmente bautizada la maldita policía), que es la mayor fuerza de seguridad del país, no podía seguir "un minuto más".
La inseguridad afecta especialmente al populoso conurbado, es decir, la zona que rodea la capital, donde salen a la luz día a día casos de policías involucrados en la ola de secuestros, cuando además la fuerza policial del distrito ya era conocida por los casos de gatillo fácil.
En otro frente, continuó el debate sobre las empresas que controlan los servicios públicos, privatizados en los años 90 en escandalosos procesos. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, afirmó el viernes haber enviado decretos pidiendo ajustes, como exigen las empresas, pero "la justicia los paró. Ahora, hay una ley que permite modificar las tarifas".
Pero hoy, Alberto Fernández dijo que si son necesarios ajustes, serán "resultado de un análisis" y de la decisión final de Kirchner, quien ha mantenido una fuerte polémica con las privatizadas durante los 10 años de menemismo. Esas empresas reclaman aumentos de tarifas, aunque han sido acusadas por las enormes ganancias que acumularon en los años de convertibilidad igual del peso con el dólar, las cuales se llevaron, sin utilizarlas para mantener el buen funcionamiento de los servicios.
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