La izquierda, borrada; se prevé segunda vuelta entre Oscar Berger y Alvaro Colom

Encabezan candidatos de derecha las preferencias electorales en Guatemala

El narcotráfico en el país, entre los factores que perjudican la candidatura de Ríos Montt

JUAN BALBOA ENVIADO

Guatemala, 8 de noviembre. La derecha guatemalteca encabeza, con tres de los 11 candidatos a la presidencia de la república, las preferencias electorales para los comicios de este domingo, en los cuales se pronostica una segunda vuelta entre el candidato de la oligarquía nacional, Oscar Berger, y el centroderechista Alvaro Colom.

La campaña política que finalizó el pasado viernes prácticamente borró del escenario electoral a la izquierda de este país centroamericano, incluyendo al candidato de la desaparecida guerrilla, hoy convertida en organización política, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).

Rodrigo Asturias Amado, mejor conocido como Gaspar Ilom, ex comandante del movimiento armado, apenas alcanza 2 por ciento de las intenciones de voto, a 35 puntos de distancia de los candidatos que encabezan la preferencia del electorado.

Guatemala vivirá este domingo su cuarta experiencia electoral después del regreso de la democracia en 1986 tras los regímenes militares, con reglas de votación deficientes, que para muchos benefician al gran capital y a los poderes ocultos vinculados a la contrainsurgencia, la corrupción y el narcotráfico.

Pero sobre todo, los comicios del domingo se realizarán bajo acusaciones mutuas de fraude electoral.

Sorpresa llamada Colom

El candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza, Alvaro Colom, se ha convertido en la sorpresa de estas elecciones presidenciales, al lograr mantener una contienda cerrada. Las últimas encuestas le dan un empate técnico con el candidato derechista Oscar Berger.

Colom, quien se promueve como representante de la tercera vía, ha sido el más favorecido por las pugnas entre los grupos oligárquicos que apoyan a Oscar Berger y el ex dictador Efraín Ríos Montt.

Alvaro Colom mantiene una tendencia de crecimiento, que podría pasar de 28 a 30 por ciento, para alcanzar así a Berger. Todos los pronósticos por ello hablan de una segunda vuelta electoral. Colom ha tenido el apoyo de funcionarios del gobierno de Alfonso Portillo, de militares retirados de la línea contrainsurgente y empresarios.

El desplome de Berger, candidato de la Gran Alianza Nacional (Gana) se localiza en la región norte y las zonas rurales, donde los tres partidos que la conforman no tienen una estructura sólida. Berger pasó de 37.2 por ciento del voto en octubre a 30.9 a unos días de los comicios. Las preferencias perdidas por el candidato de Gana han pasado al caudal sorpresivo de preferencia electoral de Colom.

El tercer candidato de la derecha que encabeza las preferencias es el general retirado Ríos Montt, candidato por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), quien no ha podido romper el hielo de los electores y se mantiene con 11.4 por ciento de la intención del voto.

Para el analista Alvaro Velásquez, el sondeo da como un hecho que el general Ríos Montt "está descartado para la segunda vuelta", y señala, al igual que Gustavo Moño, director de la Fundación Rigoberta Menchú, que entre los elementos que influyen en la baja aceptación del candidato del FRG se encuentra el apoyo a las actividades violentas de los paramilitares conocidos como Patrullas de Autodefensa Civil.

Otros factores que afectan la candidatura de Ríos Montt son la corrupción imperante en el gobierno de Alfonso Portillo (miembro del FRG) sin que se encarcele y procese a los responsales; la confrontación permanente con diversos sectores, incluidos el empresarial; el escaso logro en la lucha contra el narcotráfico, que ha provocado sanciones políticas de parte de Estados Unidos, y el no garantizar la seguridad de los guatemaltecos.

Los saldos negativos del gobierno de Alfonso Portillo hacen mella a las aspiraciones presidenciales del ex dictador. Portillo, por ejemplo, utilizó recursos públicos para beneficiar a los empresarios que financiaron su campaña política como candidato del FRG y, en contraste, no le dio importancia a los sonados casos de hambruna en comunidades pobres como Camotán y Jocotán.

Portillo abandonará la silla presidencial con 10 solicitudes de antejuicio por abuso de autoridad, abandono del cargo, difamación y por realizar propaganda en favor de la candidatura de Ríos Montt.

En tanto, unidades militares artilladas se han vuelto a ver en las calles de la capital guatemalteca, al igual que en las principales ciudades del país, recordando los años de gobiernos militares.

El ministro de Defensa, Roban Marlon Morán, confirmó que unos 27 mil 200 soldados se encuentran en las principales ciudades, carreteras, centros penitenciarios y plantas telefónicas y de electricidad, para la seguridad de los votantes.

Pero las autoridades electorales rechazaron haber aprobado la salida del ejército a las calles, y dijeron que fue "una decisión del Ejecutivo".

Para Roberto Molina, presidente del Centro de la Defensa a la Constitución, la presencia del ejército en las calles podría representar una intimidación, porque "está del lado del partido oficial".

El Tribunal Supremo Electoral confirmó que 5.7 millones de guatemaltecos podrán participar en los comicios, en los que se elegirá no sólo presidente, sino también diputados distritales, nacionales, al Parlamento Centroamericano y alcaldes. El Instituto Centroamericano de Estudios Políticos estima que en los comicios del domingo el abstencionismo será de 31 por ciento, menor al 46 que registraron las elecciones presidenciales de 1999.

Todos los partidos coinciden en que estos comicios serán los más vigilados de la historia de Guatemala. En este contexto, ocho japoneses y dos coreanos fueron los últimos en registrarse para hacer un total de 307 observadores electorales de Europa, Asia y América.

A las Misiones de Observación Electoral se sumaran 4 mil 313 observadores nacionales. La mitad de ellos se dedicarán a realizar un conteo rápido en una muestra de 11 por ciento de los resultados en todo el país.

Paralelamente, la Procuraduría de Derechos Humanos desplegará a 4 mil 926 voluntarios para vigilar la situación de los derechos humanos.