México D.F. Domingo 9 de noviembre de 2003
Mueren otros dos soldados invasores; la Cruz
Roja se retira de Bagdad y Basora
Ofensiva del ejército de EU en Tikrit deja cinco
presuntos guerrilleros muertos
Admite Washington que enfrenta un levantamiento "bastante
parecido a una guerra"
REUTERS, AFP Y DPA
Bagdad, 8 de noviembre. Un cohete de mortero estalló
esta noche contra el cuartel general del gobierno civil iraquí en
Bagdad, tras una jornada que dejó dos soldados estadunidenses muertos
en un ataque en Fallujah y al menos cinco iraquíes muertos en una
ofensiva del ejército de Estados Unidos con aviones y vehículos
armados contra supuestos escondites de la resistencia en Tikrit, ciudad
natal de Saddam Hussein, un día después de que allí
fuera derribado un helicóptero Black Hawk.
Un portavoz del ejército de Estados Unidos indicó
haber escuchado dos explosiones en Bagdad, pero reporteros de Reuters sólo
oyeron una gran detonación, mientras que Afp habló de tres
explosiones. La policía iraquí no reportó heridos
o muertos.
Este es el tercer ataque con mortero que se produce en
la capital iraquí en esta semana. La bomba de mortero cayó
en el jardín de una estación de ferrocarriles próxima
al complejo de gobierno en la ribera occidental del río Tigris.
Asimismo, el ejército estadunidense fue blanco
de un nuevo ataque en Fallujah, 50 kilómetros al oeste de Bagdad,
con saldo de dos soldados muertos y uno herido. Los dos militares fallecieron
cuando su vehículo pasó sobre un artefacto explosivo, según
una portavoz militar.
Desde
que Washington declaró el fin de la guerra el primero de mayo, al
menos 149 soldados de Estados Unidos han muerto en combate.
Mientras, aviones y vehículos armados de Estados
Unidos atacaron el sábado presuntos escondites de la guerrilla en
Tikrit. Los soldados, respaldados por tanques Abrams y vehículos
de combate Bradley, destruyeron varias casas abandonadas que el
ejército cree eran usadas por insurgentes.
"Estamos centrándonos en esas áreas donde
se han producido ataques contra las fuerzas de la coalición. Queremos
eliminar esas amenazas", agregó.
Este sábado, un oficial del ejército estadunidense
confirmó que el helicóptero que se estrelló el viernes,
dejando seis soldados muertos, fue abatido. "Creemos que fue derribado
por fuego desde tierra," dijo el teniente coronel Steve Russel, de la cuarta
división de infantería con sede en Tikrit, donde se estrelló
el aparato. Soldados dijeron que el helicóptero había sido
alcanzado por una granada propulsada por cohete. Es el tercer helicóptero
estadunidense derribado en dos semanas.
Por otro lado, en Ginebra, Suiza, el Comité Internacional
de la Cruz Roja (CICR), informó este sábado que decidió
cerrar temporalmente dos oficinas. "Estamos cerrando temporalmente nuestras
oficinas en Bagdad y Basora. Aún estamos discutiendo qué
hacer con nuestro personal extranjero. La situación es extremadamente
peligrosa y volátil," indicó la portavoz del CIRC, Florian
Westphal, quien no dio más detalles.
El pasado 27 de octubre, atacantes suicidas hicieron estallar
coches-bomba contra el CIRC y tres comisarías de policía
en Bagdad, matando al menos a 35 personas.
En ese contexto, el subsecretaro de Estado estadunidense,
Richard Armitage, admitió que existe un grave problema de seguridad
en Irak y que Estados Unidos se enfrenta a un "levantamiento, que es bastante
parecido a una guerra".
En una conferencia de prensa en Bagdad, Armitage afirmó
que "tenemos un problema de seguridad, pero estoy convencido de que contamos
con un plan sólido para dar con los que matan a los estadunidenses
y a los iraquíes". El funcionario llegó en una visita de
dos días a la capital iraquí.
A su vez, el secretario de Estado estadunidense, Colin
Powell, excluyó una retirada precipitada de los efectivos estadunidenses
de Irak frente a la multiplicación de ataques, de los que culpó
a los sunitas iraquíes, en una entrevista publicada este sábado.
"Nos quedaremos en Irak hasta el restablecimiento de la
seguridad y la estabilidad. Nuestras fuerzas no son atacadas por un ejército
sino por grupos rebeldes que no representan al pueblo iraquí", dijo
Powell al diario Asharq Al Awsat.
"Queremos poner término a nuestra presencia en
Irak lo antes posible, pero no volveremos jamás la espalda para
huir porque la situación se vuelva a veces difícil", agregó.
En tanto, las fuerzas angloestadunidenses anunciaron este
sábado que se descubrieron más de 260 fosas comunes con restos
de víctimas del régimen de Hussein. Sandra Hodgkinson, directora
de la Oficina Transitoria de Justicia para los Derechos Humanos, que depende
de la autoridad provisional iraquí instaurada por Washington, dijo
que el número de iraquíes desaparecidos desde la llegada
al poder de Hussein en 1979 hasta su caída en abril de este año,
es de "300 mil a un millon 300 mil" personas.
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