Martínez Cázares confía en que el paquete hacendario se aprobará esta semana

Diputados panistas del norte se oponen a gravar con IVA fármacos y alimentos

Ofrecen que el gravamen en la frontera con EU sea de 5% Descalificaciones a Gil Díaz

GEORGINA SALDIERNA Y JUAN MANUEL VENEGAS

Diputados federales del Partido Acción Nacional (PAN) del norte del país, así como el gobernador de Baja California, Eugenio Elorduy, plantearán el próximo lunes su rechazo a la aplicación del IVA generalizado, pues -sostienen- afecta a sus entidades. El foro para exponer su inconformidad será la sede nacional panista en un encuentro que tendrán con los secretarios de Hacienda, Francisco Gil Díaz, y de Gobernación, Santiago Creel Miranda.

A pesar de que ni en el PAN hay consenso en la iniciativa fiscal que el Ejecutivo federal envió al Congreso, el coordinador de la bancada blanquiazul en San Lázaro, Germán Martínez Cázares, manifestó su optimismo de que la próxima semana sea aprobado el paquete económico foxista. "Estamos muy optimistas de sacar adelante la reforma. Nosotros creemos que podemos votarla el martes o el jueves", expresó.

El rechazo de los legisladores del norte del país trascendió este sábado en el contexto de la sesión del Consejo Nacional del PAN, donde se comentó inclusive que la alternativa que plantearán a Creel y a Gil el próximo lunes es que el IVA en la región fronteriza con Estados Unidos sea de 5 por ciento. El argumento generalizado es que una propuesta del IVA de 10 por ciento obraría contra la competitividad y la productividad en esas entidades.

Sin querer precisar sobre la propuesta, el gobernador Elorduy, en una entrevista que concedió al inicio del cónclave partidista, subrayó que en Baja California la gente sí estaría dispuesta a pagar un impuesto en medicinas y alimentos que fuera de 5 por ciento e inclusive, a pregunta expresa, señaló que el apoyo al presidente Vicente Fox "siempre ha sido razonado con el entendimiento de que las cosas son dialogadas, estudiadas y evaluadas. No es un apoyo ciego, no es un apoyo como se daba antes, que simplemente porque abría la boca el Presidente de la República, los de su partido se alineaban sin pensar, sin discutir, sin evaluar".

En ese sentido, Elorduy difirió de la advertencia que la víspera hizo el secretario de Hacienda y Crédito Público en torno a que habría una debacle de las finanzas nacionales en caso de no aprobarse la reforma. "Son cuestiones que tienen que decidirse porque son muy importantes. Pero yo creo que afirmar que entraremos a una crisis, no ayuda a las negociaciones, porque se siente como una amenaza, y a nadie le gusta estar negociando, dialogando, bajo la amenaza. Pienso que debemos siempre estar buscando el bien común, pero no con la amenaza de que si no nos entendemos el país se va a derrumbar", enfatizó el mandatario bajacaliforniano.

De parte de otros consejeros panistas, en cambio, las manifestaciones fueron de apoyo a la iniciativa de Fox tal como fue presentada al Congreso. El más concentrado en el tema fue Martínez Cázares, quien se atrevió inclusive a ponerle plazos perentorios a la negociación, toda vez que -según dijo- "cada día que pase sin aprobar la reforma, será más difícil". Para el coordinador de la bancada panista en San Lázaro, martes o jueves de la próxima semana pueden ser los días definitivos para el futuro de la iniciativa del Ejecutivo.

El legislador se sumó así al carro de las presiones foxistas, haciendo suyas las advertencias de Gil Díaz: "Es cierto, es cierto. Lo que está en juego no es ni siquiera el gobierno de Vicente Fox, es la viabilidad económica del Estado mexicano. Al PAN no le interesa el costo político que tenga que pagar, al PAN le interesa que el Estado mexicano tenga viabilidad económica y que cumpla sus compromisos sociales".

Con menos prisa que Martínez Cázares, el coordinador de los Senadores, Diego Fernández de Cevallos, llamó a no distraerse "en falsos debates de si es o no catastrofista" Gil Díaz. Lo que hay que esperar es qué hacen los diputados y los senadores en términos "de una responsabilidad histórica", y advirtió que en Congreso "todo puede ser modificable".

El secretario de Economía, Fernando Canales Clariond, por su parte, pidió a los detractores del proyecto del gobierno federal analizar todo en su contexto. Y es que para él, lo que no se ha dicho es que si bien se van a gravar medicinas y alimentos, la tasa de IVA se reducirá de 15 a 10 por ciento. "Se trata, pues, de una reducción de cinco puntos porcentuales al resto de los consumos que hacemos todos los mexicanos, por lo que en términos porcentuales es mucho mayor la ventaja que esto tiene, no sólo para la economía nacional, sino para la economía de los mexicanos, de las familias, cuyo interés nos corresponde a todos velar, de manera que el dinero les rinda lo más posible. Este es uno de los argumentos importantes en favor de esta propuesta."

El funcionario repitió lo dicho por Fox hace unos días, para precisar que en el caso de las medicinas no hay ninguna afectación, toda vez que "la mitad de los mexicanos reciben sus medicinas mediante los sistemas de seguridad social, del Instituto Mexicano del Seguro Social, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado e inclusive de entidades gubernamentales, como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad y las universidades que tienen sus propios organismos de seguridad social y asistencia médica, de manera que este costo, en caso de ser aprobado, no incidirá en el bolsillo de más de la mitad de los mexicanos".

Finalmente, el dirigente nacional panista, Luis Felipe Bravo Mena, indicó que si las finanzas públicas del país no estuvieran "en situación muy precaria", el gobierno no estaría presentando un proyecto de esta naturaleza.