México D.F. Domingo 9 de noviembre de 2003
Las presiones de Gil Díaz, excesos que
poco ayudan a la negociación, dice Jackson
Reprueban PRD y PRI en el Senado el catastrofismo del
titular de Hacienda
Las amenazas del funcionario, irresponsabilidad frente
al escenario mundial: Ortega
ANDREA BECERRIL
Los coordinadores de los partidos Revolucionario Institucional
(PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado,
Enrique Jackson Ramírez y Jesús Ortega, respectivamente,
rechazaron los señalamientos del secretario de Hacienda, Francisco
Gil Díaz, en el sentido de que el país irá a la debacle
de no aprobarse su reforma fiscal. Ambos consideraron que se trata de un
exceso, de una visión catastrofista sin sustento, tan sólo
para presionar al Congreso.
"Es un chantaje inaceptable, sobre todo contra la mayoría
de los sectores del país a esa necedad de gravar alimentos y medicinas
con 15 por ciento", señaló Ortega. Agregó que esa
no es forma de negociar y es, además, una actitud irresponsable
por las posibles repercusiones en los mercados financieros internacionales
de una declaración del secretario de Hacienda sobre una supuesta
debilidad de la economía.
En
breve entrevista, el también presidente del Senado, Enrique Jackson
Ramírez, expresó que no coincide con esa visión extrema,
catastrófica que expuso el titular de Hacienda, "para presionar
en pos de la aprobación de la propuesta fiscal del gobierno. Agregó
que es un exceso del funcionario que poco ayuda a la negociación.
Por lo que toca a los legisladores priístas, harán lo que
mejor convenga al país, de manera independiente "y pensando en no
lesionar a las familias de menores ingresos".
El senador del PRI Humberto Roque Villanueva comentó
que no se dejarán presionar por esas visiones casi "apocalípticas"
de Gil Díaz, que no son realistas y van encaminadas a que se acepte
una medida que incidiría de manera grave en la economía de
la mayoría de los mexicanos.
Reiteró que ni siquiera en 1995, cuando el presidente
Ernesto Zedillo pidió a los diputados del tricolor aprobar
el incremento de 10 a 15 por ciento al impuesto al valor agregado (IVA)
-ya que, les dijo, era la condición del Fondo Monetario Internacional
para otorgar el préstamo que el país requería para
salir de la crisis causada por el "error de diciembre"-, se gravó
con ese impuesto a medicinas y alimentos.
No hay por qué hacerlo ahora, que "en forma alguna
el país enfrenta una situación tan grave como la de 1995.
Hay otras formas de lograr mayores ingresos para el Estado, sin recurrir
al IVA en medicinas y alimentos, recalcó.
En entrevista aparte, el coordinador senatorial perredista,
Jesús Ortega, insistió en que Gil Díaz se equivoca
al acudir a los chantajes, en lugar de negociar de manera abierta con el
Congreso. "Todos sabemos que no es verdad que por no aprobar su proyecto
fiscal regrese la inflación o se tenga que devaluar la moneda, como
él sugirió".
Si la economía mexicana es tan débil, como
él señaló, "aquí entonces él mismo está
aceptando que no han sabido conducir las finanzas del país y que
lo están conduciendo al caos".
Ortega resaltó que lo dicho por Gil Díaz
durante una reunión con industriales este viernes podría
tener repercusiones para el país. "¿O acaso el secretario
de Hacienda no pensó cuál será su impacto en los mercados
financieros internacionales?"
El IVA, agregó el perredista, no tiene por qué
ser el centro de la propuesta fiscal, hay otros mecanismos para conseguir
más recursos, "sin dañar a las mayorías empobrecidas,
y una de ellas es atacar la gran evasión y elusión fiscal
en el país, pero el gobierno federal no quiere entrarle a ello".
El priísta Alejandro Gutiérrez, secretario
de la Comisión de Hacienda, dijo que los verdaderos ingresos no
están en el impuesto al valor agregado, que es un gravamen muy regresivo,
de fuerte impacto en las familias de menores ingresos -que gastan 70 por
ciento de sus recursos en comida y medicinas-, sino en combatir la evasión
y la elusión fiscal.
Puso un ejemplo: si se aplicara 10 por ciento de IVA a
medicamentos y alimentos, como se propone en la reforma fiscal que Fox
envió a la Cámara de Diputados, se obtendrían ingresos
por cerca de 23 mil millones de pesos y si la evasión de los que
deberían pagar y no lo hacen, se redujera en 10 por ciento, se conseguirían
60 mil millones de pesos". Ahí la simple lógica dice hacia
dónde ir, recalcó.
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