México D.F. Viernes 7 de noviembre de 2003
Ofreció elecciones supervisadas por la ONU y facilidades en envíos de petróleo a EU
Los intentos de Hussein por detener la guerra fueron una vaga maniobra: Washington
Mueren tres soldados, dos estadunidenses y uno polaco, en más ataques de la resistencia
AFP, REUTERS Y DPA
Washington, 6 de noviembre. Estados Unidos dijo hoy que un último intento del ex presidente Saddam Hussein por evitar una invasión a Irak, reportado por medios estadunidenses, fue sólo una "vaga" maniobra de Irak para ganar tiempo y evitar cumplir con sus obligaciones, mientras sus fuerzas continuaron bajo la presión de la guerrilla en el país ocupado, donde este día fueron abatidos dos soldados estadunidenses y uno polaco.
Por lo pronto, el apoyo a la política del presidente George W. Bush hacia Irak sufrió un fuerte revés, al incrementarse hasta 58 por ciento el número de estadunidenses que no están de acuerdo con el mandatario, cuyo ejército lanzó la ofensiva contra Hussein el pasado 20 de marzo.
La Casa Blanca salió hoy al paso de las versiones sobre los intentos hechos por Hussein para evitar la guerra. "Agotamos todas las oportunidades legítimas y creíbles de resolver pacíficamente" la crisis iraquí, declaró el vocero Scott McClellan.
Según dijeron este jueves varios medios estadunidenses, Saddam Hussein intentó, algunas semanas antes de que empezara la guerra, negociar un acuerdo de último momento con Washington para evitar la invasión y hacerle saber a los estadunidenses que no contaba con más armas de destrucción masiva.
El vocero presidencial agregó que Saddam Hussein había tenido "amplias oportunidades para cumplir con las resoluciones (del Consejo de Seguridad de la ONU) incluyendo la última, que le daba una oportunidad de aceptar las condiciones impuestas por la comunidad internacional".
Por su parte, el Departamento de Estado estimó que la gestión de último momento no fue más que un "vago" intento por ganar tiempo. "Por medio de terceras partes se vieron intentos para prevenir una acción militar, pero sin responder a las exigencias de las resoluciones del Consejo de Seguridad", declaró el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Adam Ereli. "El régimen de Hussein jamás transmitió oficialmente un mensaje de aceptación de sus obligaciones", agregó.
De acuerdo con la televisora ABC, el empresario libanés-estadunidense Imas Hages, conocido por sus contactos con el Pentágono, fue el encargado de esta negociación. Un mes antes de la guerra, Hages fue contactado por Bagdad, que ofreció, entre otras cosas, elecciones supervisadas por Naciones Unidas y ventajas para los estadunidenses referidas a envíos de petróleo, así como la entrega de uno de los responsables del primer atentado contra las Torres Gemelas, en Nueva York, en 1993, Abdul Rahman Yasin, refugiado en Irak.
Según las versiones, el Pentágono valoró el contacto y autorizó a Richard Perle, entonces asesor -y amigo personal y político- de los responsables de Defensa, Donald Rumsfeld, y Paul Wolfowitz, a hablar con el empresario.
El New York Times indicó que Hages aseguró que los iraquíes "ofrecieron cosas que nunca habrían ofrecido sin la concentración militar que ya estaba en curso".
El Times añadió que Hages contactó con un amigo suyo, Michael Maloof, otro estadunidense-libanés que trabajaba en el Pentágono, para contarle todo esto. En un correo electrónico, transmitido el 19 de febrero recibido por Maloof, Hages resumió el contenido de sus entrevistas con Hasan al Obeidi, jefe de operaciones exteriores del espionaje, y Tahir Jalil Habbush, responsable de los servicios de información.
En tanto, el Pentágono confirmó que reemplazará a la mayor parte de los 132 mil soldados estadunidenses y que reducirá en 30 mil el número total de sus elementos. El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, afirmó que 85 mil efectivos recibieron órdenes de despliegue y que fueron enviadas notificaciones de movilización a 43 mil guardias y reservistas, alertándolos para que se preparen a remplazar a las fuerzas que están en Irak.
Por su lado, el representante británico en Irak, Jeremy Greenstock, afirmó al London Times que las fuerzas de la coalición enfrentan un "duro invierno en el frente de la seguridad", al referirse a la reciente ola de ataques contra las fuerzas de la ocupación.
Así, las fuerzas invasoras reportaron otros dos soldados estadunidenses muertos: uno fue abatido cerca de Husaybah, en la zona de la frontera con Siria, cuando su camión pasó sobre una mina. No quedó claro si la mina fue colocada por guerrilleros o si estaba allí como parte de las medidas de seguridad fronterizas. El otro murió en un ataque que dejó además dos soldados heridos cerca de Mahmudiyah, a unos 30 kilómetros de Bagdad, cuando el convoy en el que se desplazaban fue atacado con granadas y armas pequeñas.
El balance de muertos entre las tropas estadunidenses se eleva así a 142 desde el primero de mayo, cuando Washington declaró el fin de las hostilidades.
El oficial polaco (primera baja de la fuerza multinacional) murió luego de un ataque a su convoy. El comando polaco tiene a su cargo unos 9 mil soldados de distintas nacionalidades que patrullan una extensa región en el centro y sur de Irak, en tanto las fuerzas polacas, con unos 2 mil 500 soldados, constituyen el cuarto mayor contingente militar luego de Estados Unidos, Gran Bretaña e Italia.
Renuncia el gobernador de Najaf
En la ciudad santa chiíta de Najaf, el gobernador Haidar Mehdi Matar Al Mayyali, nombrado en junio por las fuerzas ocupantes, renunció a su puesto, afirmando que no está en condiciones de llevar a cabo su misión, un día después de haber convocado a una huelga para protestar contra la falta de seguridad y el traspaso de esa área a manos iraquíes.
En tanto, la política de Washington en Irak recibió a finales de octubre 58 por ciento de desaprobación en Estados Unidos contra 41 por ciento de opiniones favorables, reveló un sondeo del instituto Harris Interactive publicado este jueves, y realizado justo antes del ataque de la resistencia contra un helicóptero que provocó la muerte de 15 soldados estadunidenses el 2 de noviembre.
En abril pasado, 67 por ciento aprobaba la manera como el presidente George W. Bush manejaba la cuestión; en julio lo hacía 50 por ciento, y en septiembre 51 por ciento. Con todo, 49 por ciento continúa pensando que la intervención militar en Irak era "algo bueno", y 37 por ciento dijo pensar lo contrario.
Pero el secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló este jueves en Santiago de Chile que no vislumbra que en un futuro cercano la ONU pueda hacerse cargo de la fuerza militar internacional que existe en Irak.
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