Dialogó con el público en compañía de Sara Baras

Chavela Vargas clausura hoy la fiesta cervantina

La cantante se dice contenta de regresar, tras 25 años, al teatro Juárez y a la tierra de José Alfredo Jiménez

FABIOLA PALAPA QUIJAS ENVIADA

Guanajuato, Gto., 1o. de noviembre. Chavela Vargas participará este domingo en el concierto de clausura de la versión 31 del Festival Internacional Cervantino, acompañada de trinos veracruzanos y mariachis, además de sus guitarristas habituales.

La cantante comentó que hace 25 años cantó en el teatro Juárez. Ese día recordó a su amigo José Alfredo Jiménez y sintió ''ese amor tan grande por el hombre más genial que yo he conocido, quien a veces era tan genial y que ignoraba lo que decía''. Hoy nuevamente se mostró contenta de estar en la tierra del compositor.

Durante su intervención en el ciclo Testimonios, Chavela hizo alusión a ese México divino, cuando en compañía de Dolores Olmedo daba la vuelta a la manzana con un jarro, un acordeón y una orquesta. ''Esas eramos Lola y yo. Era el México de Frida, de Diego. El México de Guadalupe Amor; ese México que no es mágico, México nació así; México no es surrealista, México es así'', señaló.

Bromeando y contenta de convivir con la gente que asistió al teatro Juárez, Chavela dijo: "yo con el pueblo tengo un acercamiento, porque los dos hemos pasado hambre; un pedazo de pan era lo que nos servían a veces en todo el día, un plátano, un pedazo de tortilla, pero todo eso ya se olvidó; vivimos en la gloria''.

Respecto de su participación en la fiesta cervantina, indicó: ''yo hablo de las cosas y llamo a las cosas por su nombre. Pienso que nosotros los artistas no morimos. Por ahí andamos y nos quedamos aquí; en este teatro estaremos algunas noches y pasaremos por aquí, saludaremos a la gente. Quizá ella (Sara Baras) envuelta en un velo de mariposa y yo con un jorongo, todo amoladito de andar por ahí volando. Voy a pasar ahí muy chida".

La intérprete, merecedora de la Gran Cruz Isabel la Católica de España, que este domingo cantará a los muertos, señaló que cuando fallezca deben regresar el galardón al gobierno de España, pues sólo ella puede tenerlo. Agregó: ''no creo en los ataúdes ni en los entierros. Nos vamos, detenemos el paso y seguimos por otro lado''.

La bailaora Sara Baras, quien también participó en el acto, manifestó su emoción y admiración de estar junto a Chavela Vargas: ''cuando yo era niña ya Chavela era muy grande. No hay nada más grande que estar sentada a su lado''.

Respecto de su presentación en esta versión del Cervantino, Baras comentó: ''es un honor bailar en el festival, en este país y con esta entrega que tiene el público tan calurosa y tan respetuosa".

La andaluza acotó: ''trabajar con Lluis Pasquel ha sido muy importante; es un señor que no te dice nada gratuito, que nada se te olvida cuando te habla, siempre te enseña, y eso es muy importante, te quita todas las tonterías; en el baile hasta los pasos que no sirven para nada, no hay nada de efecto, el efecto lo produce el mismo sentimiento y eso ha sido muy importante, poderlo compartir con él.

''El hecho de hacer una obra basada en un personaje de García Lorca, una mujer como Mariana Pineda, necesitaba una música muy andaluza. Yo creo que el compositor más importante que tenemos en el flamenco para hacer una obra de este tipo es Manolo Sanlúcar.''

A petición del público, los taconeos de la talentosa Sara Baras se volvieron a escuchar en ese recinto.