México D.F. Domingo 2 de noviembre de 2003
"Aunque no creas en sus milagros lo mejor es
respetarla para evitar su venganza"
Tepito rinde culto a la Santa Muerte
JOSEFINA QUINTERO MORALES
La imagen de San Antonio de Padua, uno de los santos más
venerados por los fieles católicos, fue sustituida en la capilla
de San Antonio Tomatlán, en el barrio de Tepito, por la de la Santa
Muerte, a la que rinden tributo cada día primero de mes.
Quien
no cree en ella la respeta; "para acercarse hay que estar seguros de cumplir
el compromiso. Llevarle cigarros, vino, comida y fruta; todo lo que le
gusta". A cambio, la Santa Muerte se encarga de proteger los caminos en
el barrio, aseguran los moradores.
La santificación le fue otorgada por la gente,
no por bondadosa sino porque ayuda al afligido, sin importar su condición.
Por ello se dice que quienes más la veneran son policías
y narcotraficantes, platica doña Margarita, vecina del lugar.
Pero hay que tener cuidado, advierte la mujer, porque
con ella no se juega; "aunque uno no crea en sus milagros, lo mejor es
respetarla". Hay historias de gente que no ha cumplido sus promesas y "es
canija con ellos. Un chamaco le prometió que durante un año
no robaría y a las dos semanas ya se había metido a una casa.
Después de esto no lo dejó hasta que se volvió loco".
Quienes más la tratan son los brujos, chamanes, hechiceros
y otras personas dedicadas a la santería. Con ella se hacen rituales
en cuevas y se le ofrecen animales en sacrificio; por ello la Iglesia católica
ha hecho campaña para prohibir el culto a la Santa Muerte y pone
en duda su existencia.
Sin embargo, aquí la creencia se trasmite de padres
a hijos, quienes cuentan historias de lo milagrosa que es y la ayuda que
les brinda. La fe en la Santa Muerte para algunos jóvenes no tiene
explicación, pero sí la ven con temor, porque es severa en
sus castigos.
A la Santa Muerte se le encuentra vestida según
su invocación. Si viste de negro, es porque el llamado es para defender
a sus fieles de los enemigos; de rojo, cuando se le pide ayuda en situaciones
de amor, y de blanco representa la protección, la luz, la sabiduría,
la senda del conocimiento.
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