Los "cimientos" de la relación bilateral "nunca habían sido tan fuertes", asegura

México debe definir cuál es su papel en el ámbito internacional: funcionario de EU

"La meta es ayudar a nuestros vecinos a consolidar el histórico progreso político y económico"

GEORGINA SALDIERNA

Las relaciones bilaterales entre Mexico y Estados Unidos son tan importantes que no podemos realizar juegos políticos con estos vínculos, aseguró ayer Roger Noriega, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.

Al dictar la conferencia La política de Estados Unidos hacia México y el hemisferio occidental, el funcionario del gobierno estadunidense refirió que la nación mexicana tiene un papel importante en el mundo, pero se requiere un debate interno sobre el lugar y el rol que quiere jugar en el ámbito internacional en el futuro.

De acuerdo con el subsecretario del Departamento de Estado, la realización de un debate "idealista" forma parte de la renovación política que ha comenzado con la elección de Vicente Fox como presidente de la República.

Roger Noriega refirió que existe en México un "cinismo manufacturado" a lo largo de las pasadas décadas y en el anterior régimen, para canalizar y controlar las disidencias, y por eso es importante sostener un diálogo interno sobre el rol que este país quiere jugar en el mundo.

"Estoy convencido de que ese debate va a producir un consenso muy fuerte: que las relaciones con Estados Unidos son tan importantes que no podemos realizar juegos políticos, lo cual permitirá profundizar los vínculos y generar un respeto mutuo entre los dos países", indicó.

"Relación madura"

Ante estudiantes y académicos de El Colegio de México, Noriega agregó que Estados Unidos quiere una "relación madura" con los mexicanos, "pero se necesita una cantidad importante de idealismo en el debate y en el discurso".

Respecto a la migración aseveró que en su país hay un cambio de actitud sobre el problema, diferente a la que imperó luego de los ataques del 11 de septiembre, cuando la administración de George W. Bush enfocó su estrategia exterior al combate del terrorismo y la seguridad fronteriza.

Destacó que en el Congreso estadunidense existen varias iniciativas para resolver el problema: "las estamos considerando, y no se rechaza la idea de una respuesta más comprensiva que abarque a los migrantes de todos los países".

Sin embargo, aclaró que la mayoría de los mexicanos residentes en Estados Unidos preferirían vivir en su propio país y comunidad. Por eso, manifestó, es responsabilidad del gobierno foxista "adoptar las políticas económicas y sociales que generen empleos y las oportunidades que necesita el pueblo".

En su exposición comentó que en México existe la tendencia a caracterizar la relación bilateral a través del tema controversial del día -como migración o comercio-, pero "los cimientos de este vínculo nunca habían sido tan fuertes".

Consideró la proximidad de las dos naciones como un activo único que ha creado una relacion mutuamente benéfica, aunque reconoció que en materia comercial no ha habido beneficios en todos los rubros. Y eso no sólo es cierto para México, sino también para Estados Unidos.

Noriega hizo un reconocimiento al gobierno de Vicente Fox por su lucha contra el narcotráfico y la corrupción, y por la construcción de la infraestructura democrática que asegure transparencia en el ejercicio gubernamental.

En la lucha contra el terrorrismo, agregó, México ha sido y sigue siendo un socio importante y de confianza. En su interés y en el de Estados Unidos está hacer todo lo posible para prevenir nuevos ataques. "Nos conviene a ambos que los terroristas no utilicen a México como una plataforma para lanzar sus actos de terror", refirió.

Por lo que hace a la relación de Estados Unidos con el hemisferio indicó que no sólo se han reforzado los lazos económicos, sino que "nos hemos unido para defender los valores políticos que compartimos.

"Nuestra meta es ayudar a nuestros amigos y vecinos a consolidar el histórico progreso político y económico que han logrado, y construir una comunidad de democracias comprometidas con la libertad y oportunidades para todos nuestros pueblos. Esta no es una declaración retórica, sino una estrategia práctica para un crecimiento sostenido de base amplia que podría resultar en un siglo de estabilidad y prosperidad para 800 millones de personas y para las generaciones venideras.

"Pero cualquier estrategia exitosa para lograr esa meta debe reconocer que el hemisferio está convulsionado por problemas políticos, económicos y sociales". Así, refirió que millones de personas carecen de hogar y del pan de cada día. "Las economías no crecen con la rapidez necesaria para resolver los problemas de pobreza crónica", añadió Noriega.

El funcionario estadunidense manifestó que las palancas para remover los obstáculos al crecimiento están en las manos de los gobiernos; sin embargo, no hay duda de que el liderazgo de Estados Unidos será crucial para ayudar a los países de la región.

A manera de conclusion, Roger Noriega señaló que son pocos los dirigentes, movimientos y frentes políticos que defienden un modelo radicalmente diferente con el que están comprometidos la mayoría de los gobiernos, "pero no sólo van contra la corriente de la historia, sino contra la del continente.

"Aún existen los radicales que tratan de sembrar el descontento, el desasosiego y hasta la violencia. Pero todos unidos los enfrentamos. Ellos pueden prosperar sólo si fracasamos en cumplir la promesa de democracia auténtica y libertad económica", concluyó.