Cada Estado debe identificar sus prioridades en materia de seguridad, aclara Derbez

Alerta la OEA sobre el "gran potencial de perturbación" que hay en la región

ROSA ELVIRA VARGAS, JOSE GALAN Y GEORGINA SALDIERNA

En las crisis de naciones del hemisferio, sean políticas como en Venezuela, económicas como en Argentina, militares y de terrorismo como en Colombia o sociales como en Bolivia, existe un "gran potencial de perturbación" y pueden tener enormes y desafiantes repercusiones, alertó el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, en la apertura de los trabajos de la Conferencia Especial sobre Seguridad.

Frente a este panorama, el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, puntualizó: "no buscamos ni podríamos aceptar la militarización de la OEA".

El jefe de la diplomacia mexicana señaló que si bien el terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de armas, entre otros, constituyen nuevas y complejas amenazas que rebasan las fronteras nacionales, "cada Estado tiene la irrenunciable facultad soberana de identificar sus propias prioridades en materia de seguridad y defensa, y definir sus estrategias, planes y acciones en la materia".

La seguridad, definió, consiste en proteger a los ciudadanos y mejorar sus condiciones de vida. Ponderó asimismo la adopción de un enfoque multidimensional para la seguridad, y subrayó que ésta no puede concebirse únicamente en su dimensión político-militar.

Derbez Bautista apuntó que una visión integral de la seguridad no puede ignorar la amenaza que la corrupción y el lavado de activos representan para los estados, por sus efectos devastadores en las instituciones públicas y privadas, en la moral de los ciudadanos, en el estado de derecho y la gobernabilidad democrática.

Sin embargo, también ubicó otro enemigo de la seguridad y el patrimonio: las crisis económicas, donde, dijo, según datos de la Comisión Económica para América Latina, en la región hay 220 millones de pobres, de los cuales 95 millones viven en la indigencia. Para atender ese fenómeno se requiere de nuevos consensos, "orientados a la búsqueda del crecimiento económico que ponga énfasis en el desarrollo social".

Gaviria, por su parte, ante ministros de los 33 estados que integran la OEA, delegados de países observadores y representantes de algunas organizaciones sociales, señaló tareas específicas para encarar los retos de la seguridad hemisférica que pasan, en lo inmediato, por la transmisión voluntaria de información, la adopción de una metodología común para medir los gastos de defensa y, en el futuro, establecer un vínculo más claro de la Junta Interamericana de Defensa con los cuerpos políticos de la organización.

La declaración que resultará de esta conferencia, añadió, resaltará el enorme interés de los países del continente por mantener la paz y la seguridad a través de la cooperación y la adhesión a mecanismos pacíficos de solución de controversias y el respeto a los preceptos de la Carta de la OEA y la Carta Democrática.

Aprovechó la ocasión para ponderar esta última, porque "es un manual de comportamiento que define por primera vez lo que nuestros países consideran los elementos esenciales de un sistema político".

Para Gaviria queda claro que "en la búsqueda de la paz y la seguridad, en la OEA y el sistema interamericano hemos encontrado que hay más espacio para la acción diplomática en la prevención de conflictos''.

Más allá de una declaración que es prácticamente inamovible en su contenido, el canciller Derbez reiteró la petición a aquellos países que se mantienen renuentes o demorados, a que suscriban y ratifiquen las convenciones interamericanas contra la fabricación y el tráfico ilícito de armas, la corrupción, el terrorismo, así como la asistencia mutua en materia penal.