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México D.F. Jueves 23 de octubre de 2003
Concluyó seminario conmemorativo por los 60 años de El Colegio Nacional
La historia siempre tendrá más de un punto de vista, pondera José Emilio Pacheco
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
El seminario El concepto de realidad, verdad y mitos en la ciencia, filosofía, arte e historia concluyó este miércoles en la sede de El Colegio Nacional con la participación de escritores, historiadores y científicos que forman parte de esa institución. El encuentro, organizado por el investigador Pablo Rudomín, es una de las actividades programadas para conmemorar el 60 aniversario del colegio.
En la sesión final se analizaron temas como los sueños, mitos, verdades y mentiras, desde distintas ópticas, como la siquiatría, la ciencia y la filosofía, pasando por el derecho, la historia y la literatura, con las ponencias de Miguel León-Portilla, Ramón Xirau, Ruy Pérez Tamayo, Ramón de la Fuente, Leopoldo Solís, Beatriz de la Fuente, Héctor Fix-Zamudio y José Sarukhán.
Los escritores Fernando del Paso y José Emilio Pacheco, presidente en turno de El Colegio Nacional, titularon sus ponencias ''La verdad de la mentira en la literatura" y ''El relato de la verdad", respectivamente. ƑQué es realidad? ƑQué es verdad? ƑLa literatura es mentira? ƑQué tanto hay de verdad en una novela, en un cuento? En historia quién dice la verdad, Ƒel vencedor o el vencido?
Explica José Emilio Pacheco: ''No puede haber historia objetiva", y pone un ejemplo: cuando era niño se encontró con otro de su misma edad, pero inglés. Para el mexicano, Francis Drake era un pirata, para el otro era un valiente navegante. Así la historia siempre tendrá más de un punto de vista, cualquier hecho se narra desde ópticas distintas.
Verosimilitud, rasgo de la literatura
Del Paso, a su vez, destacó que la característica de la literatura no es la verdad, sino la verosimilitud, hacer que cosas que no pasaron puedan ocurrir, es como jugar a las verdades para mantener el pacto no escrito entre el autor y el lector: el primero escribe una historia como si se tratara de una verdad y el segundo la lee como si hubiera sido verdad. Este pacto, dijo, ''funciona en tanto el autor no se aleja de la verosimilitud, lo que es más, la verdad y la mentira no tienen que ver nada con la literatura, porque en ésta no existen las reglas que en la realidad tienen que ver con la verdad y con la mentira".
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