México D.F. Jueves 23 de octubre de 2003
Pappa Tarahumara dará tres funciones
en el Auditorio del Estado, en Guanajuato
Hiroshi Koike propone una concepción diferente
sobre cómo vivir la vida
EU impone su poder sin considerar raíces y tradiciones
nacionales, deplora el coreógrafo
CARLOS PAUL ENIVIADO
Guanajuato,
Gto., 22 de octubre. El egoísmo es una de las actitudes que
más afectan a la sociedades contemporáneas, así como
pensar que el concepto de la muerte está desligado de la vida. ''La
muerte tiene que vivir dentro de la vida", expresa el sociólogo
y coreógrafo japonés Hiroshi Koike, quien con su compañía
de danza contemporánea Pappa Tarahumara se presenta este jueves
en el contexto del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Vivir para tener -explica el creador escénico-
ha llevado a las personas a pensar que la muerte es una condición
separada de la vida. Esto se puede ver reflejado en lo que conocemos como
globalización, que en principio se podría pensar que es un
acercamiento entre los países, que las fronteras económicas
se borran, pero en realidad lo que sucede es la imposición de los
valores y la forma económica de Estados Unidos.
''Su ideología y poder la ejercen sin considerar
las tradiciones y raíces de los demás países, como
podría ser México, en el que el concepto de la muerte está
muy ligado a sus expresiones culturales.
''Estados Unidos ha provocado muchos problemas en el mundo
y como artista lo que me toca hacer es proponer un concepto diferente de
cómo vivir la vida, de cómo sensibilizarnos."
Recuerdos de la infancia
Con más de 40 obras en su repertorio, los trabajos
coreográficos de Koike se distinguen por conjugar la danza con una
gestualidad cotidiana y las voces de los intérpretes. ''Los bailarines
reconocen el peso completo de su cuerpo y corren, cantan e interactúan
con la escenografía."
Estrenada en 1997, Un barco en la mira es la coreografía
que Hiroshi Koike presentará en el Auditorio del Estado.
''Esta es una nueva versión de los que realizamos
hace años y trata sobre los recuerdos de mi niñez cuando
Japón, en los años 60, tuvo un enorme crecimiento en la industria
y en el campo. La historia gira en torno de la vida cotidiana de la ciudad
de Hitachi, donde nací."
Respecto del nombre de la compañía, que
en realidad tiene muy poco que ver con sus trabajos coreográficos,
el creador escénico comentó que no conoce la sierra Tarahumara
y que ese nombre surgió luego de haber leído un libro hace
una década sobre esa cultura indígena, escrito por Antonin
Artaud.
Koike y su Pappa Tarahumara ofrecerán tres funciones
los días jueves, viernes y sábado, a las 20 horas, en el
Auditorio del Estado, en Guanajuato.
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