México D.F. Jueves 23 de octubre de 2003
Niega que combatir a terroristas sea pelear contra Satanás, como dice el general Boykin
Bush, obligado a desmentir que lleve a cabo una guerra contra musulmanes
El Pentágono investiga las declaraciones del militar, aunque no considera su despido
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 22 de octubre. El presidente George W. Bush se vio obligado hoy a negar personalmente que Estados Unidos lleve a cabo una guerra sagrada contra el mundo musulmán, pero nuevamente su gobierno rehusó despedir al general que ha caracterizado a la guerra contra extremistas musulmanes como una guerra sagrada contra "Satanás".
Los comentarios del teniente general del ejército William G. Jerry Boykin han provocado un escándalo en el mundo musulmán y alarmado a partes de la cúpula política estadunidense, ya que el general fue nombrado recientemente subsecretario de Defensa para inteligencia, cuya principal misión es coordinar las operaciones para detectar y capturar a gente como Osama Bin Laden, Saddam Hussein y el mullah Omar, entre otros. O sea, es quien nombró el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, para coordinar las labores de inteligencia para las tropas que realizan la llamada "guerra contra el terrorismo".
En comentarios captados en video, Boykin también ha declarado: "George W. Bush no fue electo por una mayoría de votantes de Estados Unidos. Fue nombrado por Dios".
Bush reconoció hoy que en las reuniones que ha realizado en Asia le han preguntado sobre los comentarios de Boykin. "He dicho que no reflejan mi opinión. No reflejan lo que piensa el gobierno", afirmó.
Pero las declaraciones de Boykin tampoco son una aberración. El propio Bush, poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, dijo que encabezaría una "cruzada" contra los responsables, (aunque poco después dejó de emplear ese término).
De hecho, este gobierno parece no estar dispuesto aceptar que el mundo musulmán podría ver en los comentarios de Boykin una confirmación de la caracterización de Estados Unidos hecha por gente como Osama Bin Laden. Esta semana, después de varios días de rechazar la importancia de las opiniones del general, el Pentágono se vio obligado a iniciar una investigación para determinar si esas declaraciones son ciertas. No obstante, el secretario de Defensa reiteró hoy que no considera que el general deba ser destituido.
Los dos senadores de mayor rango del Comité de Servicios Armados del Senado enviaron una carta al secretario Rumsfeld recomendando que se investiguen tales declaraciones. El senador republicano John Warner y su par demócrata Carl Levin escribieron que declaraciones inflamatorias de un alto oficial militar "podrían ser fácilmente explotadas por enemigos de Estados Unidos y contribuir a una erosión de apoyo dentro del mundo árabe", informó el New York Times.
Boykin, veterano de intervenciones en América Latina, Africa y Medio Oriente a lo largo de su carrera de tres décadas, ha declarado en iglesias y otros foros que la guerra contra el terror es una guerra cristiana contra Satanás. Pero no lo ha dicho una o dos veces, Boykin ha hecho declaraciones de manera repetida, y no en un pasado lejano, sino este mismo año.
En junio mostró desde el púlpito de una iglesia en Oregon fotos de Bin Laden, Saddam Hussein y el líder norcoreano Kim Jung, y preguntó: "Ƒpor qué nos odian? La respuesta a eso es porque somos una nación cristiana. Somos odiados porque somos una nación de creyentes". Y agregó: "nuestro enemigo espiritual sólo será derrotado si nos enfrentamos a ellos en el nombre de Jesús".
En otra iglesia en Florida, Boykin contaba sus hazañas de combate en Somalia, y de cómo al perseguir a un jefe musulmán que decía que nunca sería capturado porque Alá lo protegía, se le ocurrió que "yo sabía que mi Dios era más grande que el de él. Yo sabía que mi Dios era real y que el de él era un ídolo".
En la iglesia en Oregon este año, Boykin insistió en que el triunfo de las fuerzas especiales en Irak fue resultado de su fe en Dios. "Damas y caballeros, quiero imprimir sobre ustedes que la batalla en la que estamos es espiritual. Satanás quiere destruir nuestra nación, nos quiere destruir como nación, y nos quiere destruir como un ejército cristiano", dijo a los fieles.
Según analistas y varios informes en la prensa, Boykin es un extremista intolerante que ha hablado abiertamente de que su fe cristiana ha logrado vencer a musulmanes y otros no cristianos en batallas, y de cómo se ha caracterizado como un guerrero del reino de Dios.
El experto en asuntos militares William Arkin realizó una pesquisa sobre Boykin, y escribió en Los Angeles Times que el general tiene una carrera militar de 30 años cuya ficha clasificada ofrece una abundante historia en operaciones especiales y de contra el terrorismo. Participó en varios actos, desde el fracasado intento de rescate de los rehenes en Irán en 1980 a las invasiones de Granada y Panamá. También desempeñó un papel en el esfuerzo para capturar a Pablo Escobar en Colombia, después en la intervención en Somalia, y en varios puntos conflictivos en Medio Oriente.
Empezó su carrera como comando de la Fuerza Delta, y escaló la jerarquía hasta encabezar el súper secreto Comando Conjunto de Operaciones Especiales. También ha trabajado para la CIA, y fue el comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército, hasta antes de ser nombrado por Rumsfeld en su nuevo puesto en el Pentágono.
Para Arkin, es un grave problema que en momentos en los que Estados Unidos intenta asegurar al mundo musulmán de que su guerra contra el terrorismo no es contra el Islam, se nombra a un tipo como Boykin, que en uniforme y ahora como alto funcionario de este gobierno, afirma que el de Estados Unidos es un ejército cristiano. "Es un error serio permitir que un hombre que cree en una jihad cristiana ocupe tal puesto", escribió Arkin.
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