México D.F. Jueves 23 de octubre de 2003
Ninguna de las convocantes se descartó
para ser candidata presidencial en 2006
''¡Sí queremos el poder!'', confirman
integrantes del grupo plural femenino
Nunca más una cultura que se burle o menosprecie
a las mujeres: ministra Sánchez Cordero
PATRICIA MUÑOZ RIOS
''Que se oiga fuerte y que se escuche lejos. ¡Sí
queremos el poder!'', advirtieron de viva voz las mujeres del llamado grupo
plural, al conmemorar ayer el 50 aniversario del voto femenino reunidas
en el Claustro de Sor Juana. En este contexto anticiparon que habrá
mujeres candidatas a la elección presidencial de 2006, y ninguna
se descartó de esta posibilidad de acceder a la titularidad del
Ejecutivo.
La ministra Olga Sánchez Cordero, quien tuvo a
su cargo el discurso central del acto, confirmó a las voces que
murmuraron sobre las intenciones de fondo de esta celebración: ''Sí
queremos el poder, queremos participar en las grandes decisiones del país...
la mujer debe tener garantizado un espacio en la política'', lo
que le valió un largo aplauso de pie de parte de las diputadas,
senadoras, políticas, escritoras, periodistas, funcionarias y actrices
ahí congregadas.
Amalia
García, Elba Esther Gordillo, Marta Lamas, Guadalupe Loaeza, Patricia
Mercado, Beatriz Paredes, Rosario Robles, Patricia Olamendi, Yeidckol Polevnsky,
Josefina Vázquez Mota, y por supuesto, Marta Sahagún, encabezaron
la ceremonia en la que este grupo dio a conocer una declaración
conjunta en la que establecen que buscan ''instaurar un equilibrio político
entre hombres y mujeres para lograr una más justa representatividad
de la nación''.
La actriz Patricia Reyes Espíndola leyó
esta declaratoria, en la que además plan-tean que sus metas son
lograr que se garantice una mayor participación de la mujer en los
espacios donde son tomadas las decisiones políticas; que se compartan
equitativamente los distintos poderes públicos; legitimar nuevas
leyes en las cámaras en favor del sexo femenino, y fijar políticas
públicas para lograr la igualdad de oportunidades, entre otros aspectos.
En esta conmemoración del sufragio femenino, las
mujeres evocaron a Rosario Castellanos y a Sor Juana; también cantaron
con Eugenia León y declamaron con Angélica Aragón.
Sin embargo, el acto se lo llevó la ministra Sánchez Cordero,
al hacer un llamado ''a quitar de enmedio a quienes esparcen el germen
del miedo, el rumor, la calumnia y la descalificación para acallar
nuestras voces''.
Y advirtió: ''Que se oiga fuerte y que se escuche
lejos: ¡nunca más una cultura que menosprecie, ironice o se
burle de la participación de las mujeres! ¡Nunca más
varones incapaces de respetar e impulsar el talento femenino o mujeres
incapaces de ser solidarias entre sí! ¡Nunca más una
democracia incompleta, amputada de la participación femenina ni
de la mitad de la sociedad!
Instó a las ahí reunidas a que esta celebración
sea el inicio de una agenda más amplia, más incluyente, que
lleve a las mujeres líderes a un ''gran pacto nacional'' que impulse
acuerdos y consensos para garantizar un mejor nivel de vida para las mexicanas.
Las ausentes
Sánchez Cordero recordó a las no invitadas
a esta fiesta y pidió alzar la voz por ellas, por las trabajadoras,
las obreras de la maquila, por las violadas y asesinadas de Ciudad Juárez
y León, por las empleadas domésticas, por las desempleadas,
por las amas de casa, las golpeadas, las campesinas, las indígenas
y las niñas, ''las más olvidadas''.
Entre las principales impulsoras de esta convocatoria
había un pacto para no hacer declaraciones a la prensa. Sin embargo,
al término del acto los reporteros lograron que se rompiera este
acuerdo. Marta Sahagún respondió ante la lluvia de preguntas
que este encuentro es un parteaguas y adelantó que el grupo continuará
trabajando en otras acciones. Inclusive apuntó que se reunirán
para definir una agenda de acciones y realizar un trabajo común,
y reiteró: ''Las mujeres queremos poder, por supuesto''.
Parecía que en el Claustro de Sor Juana no había
distinción de ideologías ni de partidos ni disputas por puestos;
en esta celebración todo fueron saludos, abrazos fuertes y muchos
besos. Ahí, la comisionada de la Presidencia de la República
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xóchitl Gálvez,
aventuró que sí habrá candidatas a las elecciones
de 2006, y los partidos políticos que las postulen ''tienen amplias
posibilidades de ganar''. Fue más lejos al plantear que hay muchas
mujeres importantes que podrían competir en estas elecciones, como
Beatriz Paredes Rangel.
A su vez, Amalia García dijo que no se puede descartar
a nadie, porque son muchas las mujeres con méritos y capacidades
para llegar a la Presidencia. Al preguntar a la legisladora zacatecana
si ella sería una de las posibles candidatas sostuvo: ''A todas
las que estamos presentes en la vida política del país nos
interesa estar presentes donde se toman las decisiones''. Beatriz Paredes,
por su parte, señaló que es demasiado pronto para apuntarse
en esa lista y que esta posibilidad la evaluará ''en un año
más''.
Lo que sí descartó la ex gobernadora de
Tlaxcala es que pudiera conformarse un partido de mujeres. Mientras, a
su alrededor se despedían María Elena Alvarez Vicencio, Patricia
Espinosa, Diva Gastélum, Hilda Anderson, Angeles González
Gamio, Laura Valdés, y muchas, muchas mujeres más.
Las que no tienen empleo
Presentes en el claustro, trabajadoras despedidas del
Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujer) denunciaron que fueron corridas
por su participación sindical, y en una gran manta reclamaban: ''No
más doble discurso sobre las mujeres'', mientras preguntaban cuál
era la ventaja de poder votar y no tener empleo.
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