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México D.F. Lunes 29 de septiembre de 2003
''Revisamos el asunto desde la perspectiva técnica,
no estética'', dice Delgado Lamas
Subjetivo, que edificio agreda la Plaza
Mayor de Tlaxcala: INAH
Crecen las protestas del Grupo pro Defensa y Conservación
del Patrimonio para que se detengan las adecuaciones a la construcción
colonial del siglo XVI que, afirman, riñen con el entorno
CARLOS PAUL
Modificar la altura del segundo nivel de lo que será
el Museo de Artes de Tlaxcala es factible, sólo es necesario que
se presente una solicitud al respecto, reconoce el arquitecto Raúl
Delgado Lamas, titular de la Coordinación Nacional de Monumentos
Históricos (CNMH) del Instituto Nacional de Antropología
e Historia (INAH).
''Si el gobierno del estado de Tlaxcala (que es dueño
del inmueble) envía una nueva modificación al INAH, la tendríamos
que revisar'', asegura el funcionario.
El gobernador Alfonso Sánchez Anaya ''entregó
su proyecto, y nosotros, en el marco técnico y jurídico,
dimos el visto bueno. El INAH lo revisó e hizo sus sugerencias para
que el segundo nivel, que era de cinco y medio metros, se redujera a cinco".
Ahora, de realizarse otra modificación, tendría que presentarse
una nueva propuesta.
Respecto
de la autorización a ese cambio, el funcionario del INAH dice que
él no es el responsable: ''La autorización del proyecto la
emitió oficialmente el día 4 de octubre del 2002 el Centro
INAH-Tlaxcala (cuyo titular es Sabino Yano Bretón), con el visto
bueno previo del cuerpo técnico y jurídico de la Coordinación
Nacional de Monumentos Históricos, encabezada por el arquitecto
Vicente Flores Arias y por el licenciado Dionisio Zabaleta López,
director de Licencias, suscrito por el propio arquitecto Flores el 3 de
octubre de ese mismo año mediante el oficio 401-21D-137, y desde
luego con el conocimiento de Delgado Lamas".
En una primera instancia ese proyecto de intervención
no fue aprobado según el dictamen realizado por Oscar Sánchez
Ramírez, arquitecto perito del propio INAH-Tlaxcala, por lo que
el director de este centro, Yano Bretón, junto con autoridades de
la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Vivienda
(Secoduvi) de esa entidad, lo presentaron en la CNMH.
Así como llegó -comenta Delgado Lamas- se
turnó al subdirector de proyectos de la CNMH, Carlos Martínez
Ortigoza, quien también dictaminó que la construcción
de ese segundo nivel no era adecuado y que se debería modificar,
lo cual, dice el funcionario, se realizó.
Luego de que por dos veces el proyecto no fue aprobado,
se turnó al cuerpo técnico y jurídico de la CNMH,
encabezado por Flores Arias y Zabaleta López, quienes lo analizaron
de "manera objetiva" y dieron "la licencia" y "el visto bueno" al proyecto,
regresándolo al INAH-Tlaxcala, para que éste diera "la autorización
oficial", cuando en primera instancia el arquitecto perito no lo había
autorizado.
Las obras iniciaron en diciembre de 2002, y pese a las
múltiples protestas de la sociedad civil y las recomendaciones hechas
por diversos especialistas e instituciones para suspender la construcción
de ese segundo nivel, los trabajos continúan con la idea de terminarlos
en noviembre de este año.
El 21 de agosto el arquitecto Sánchez Ramírez
declaró a La Jornada de Oriente que el proyecto "jamás
debió ser autorizado, porque no cumple con los mínimos requisitos
para considerarlo una intervención de conservación arquitectónica",
y recomendó que "lo más conveniente para el patrimonio cultural
de Tlaxcala, su sociedad civil, el gobierno del estado y, especialmente
para el INAH, sería desistir de la construcción de ese segundo
nivel, pudiendo replantear la propuesta para utilizar los espacios de la
planta baja, y la azotea proponerla como un área de usos múltiples
al aire libre".
Para Delgado Lamas, el hecho de que el segundo nivel "agreda
de manera visual" la estética de la Plaza de la Constitución
de Tlaxcala, fundada en el siglo XVI, "es muy subjetivo, porque se puede
decir que lo agrede, pero también que lo enriquece. No deja de ser
un adjetivo calificativo a priori.
''Nosotros -dice- revisamos el asunto desde el punto de
vista técnico y jurídico, no desde el punto de vista estético
o subjetivo".
Sin embargo, el coordinador nacional de Monumentos Históricos
del INAH reconoce que el segundo nivel del museo ''sí podría
ser utilizado" como un espacio de usos múltiples al aire libre,
por ejemplo. Por eso se colocó una estructura de acero ''que igual
como se montó se puede desmontar'', pero añade que tendrían
que ser las autoridades estatales las que debieran analizarlo.
Por otra parte, muchas han sido las protestas y peticiones
del Grupo Tlaxcala pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural,
tanto al INAH como al gobierno del estado, para que se modifique ese segundo
nivel. ''Lo que estamos viendo es que hay un contubernio entre el arquitecto
Raúl Delgado Lamas, del INAH, y Sabino Yano Bretón, director
del INAH-Tlaxcala", denuncia la antropóloga Yolanda Ramos Galicia,
integrante de dicha asociación y coordinadora de museos del INAH-Puebla.
"Cómo es posible -destaca- que estén atentando
contra el patrimonio cultural de Tlaxcala, contra la estética de
una arquitectura fundada en el siglo XVI; no quieren darse cuenta de que
no es lo mismo la construcción en un dibujo, en un plano, que la
acción concreta. Ellos dicen que no rompe con el entorno de la Plaza
Mayor, pero bastaría que se paren enfrente y vieran la construcción
en estos momentos, cuando aún no se termina, para observar que sí
modifica la estética de un sitio histórico que se ha conservado
por cientos de años. Lo que les solicitamos a las autoridades es
que desistan de ese segundo nivel, que nos sentemos a dialogar, ya que,
insistimos, nuestra demanda es por la defensa del patrimonio cultural.''
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