México D.F. Martes 23 de septiembre de 2003
Yucatecos aún resienten los efectos de Isidore
Merida, Yuc., 22 de septiembre. Sandra Paola Isidora Guerrero Cuxim cumplió este lunes su primer año de vida en medio de carencias y el fantasma del huracán Isidore que todavía no olvidan miles de yucatecos. En efecto, la pequeña nació en medio de la tormenta, vientos de 250 kilómetros por hora y un sentimiento generalizado de angustia, depresión y desolación.
Pese a la pobreza Isidorita está bien de salud. Sus padres le dan todo lo que pueden, pero tienen reclamos callados: el gobernador Patricio Patrón Laviada prometió regalarles una carreola para la niña, pero hasta la fecha no ha cumplido.
La madre, María Leidy Cuxim, de 21 años de edad, quien tiene otros dos pequeños -Fernando y Janet, de cuatro y dos años- habló hace un año con el mandatario cuando él visitó zonas devastadas de Mérida. Sólo le pidió apoyo para su recién nacida, ni siquiera dinero.
En estos meses, María Leidy recuerda que, afortunadamente, tuvo respaldo económico mediante un donativo altruista proveniente del Distrito Federal, aunque del Poder Ejecutivo estatal nada más, obtuvo una despensa. Parte del dinero recibido sirvió a la humilde familia para arreglar un poco su casa, la cual sigue siendo de madera y láminas, pero la mayor parte fue para alimentos. La vida ha transcurrido normal para la familia Guerrero Cuxim. El padre Rogelio Guerrero trabaja en una maquiladora, gana menos de mil pesos al mes. Su esposa se dedica al hogar.
Con excepción de la buena voluntad de gente altruista, nadie de esta familia recibió más que algunos alimentos. Ni láminas de cartón, ni pisos de cemento y menos luz eléctrica.
Recuento de daños
Muchos de los múltiples problemas que el 22 de septiembre de 2002 dejó a su paso el huracán todavía no han sido superados. Patrón Laviada ha pedido calma a la población. Sus detractores políticos, sobre todo del PRI, culpan al ex senador panista de no tener la capacidad política ni social para afrontar las graves secuelas dejadas por el meteoro.
Después de Isidore, las estimaciones conservadoras señalaron pérdidas económicas por 3 mil 580 millones de pesos, aunque otras consideraciones plantean que la cifra es dos o tres veces mayor y oscila en 500 mil el número de yucatecos que resultaron afectados.
En total resultaron dañadas 83 mil 500 casas en 400 poblados de 85 municipios yucatecos. (LUIS A. BOFFIL, CORRESPONSAL)
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