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México D.F. Lunes 22 de septiembre de 2003
En Estados Unidos y Francia, donde más
vulnerable es el individuo, indica el neurosiquiatra
La soledad, efecto secundario del avance tecnológico:
Cyrulnik
''No se debe detener el progreso, pero hay que luchar
contra sus manifestaciones colaterales'', indica La cultura permite contrarrestarlas;
su función es tejer vínculos y dar sentido, explica
ERICKA MONTAÑO GARFIAS
Ante los efectos secundarios de la tecnología y
la mundialización, el sicólogo y neurosiquiatra francés
Boris Cyrulnik propone repensar la condición humana.
''En las culturas que privilegian la individualización
los lazos se diluyen, porque los hombres necesitan menos a las mujeres
y viceversa, los niños ya no tienen los mismos padres, y existe
otra cultura del desarrollo. La persona mejora gracias a la tecnología,
pero, insisto, los lazos se diluyen, por eso se explica que los hombres
y las mujeres occidentales son muy fuertes tecnológicamente, pero
muy frágiles mental e intelectualmente", expresa en entrevista el
especialista.
Cyrulnik,
también etólogo y sicoanalista, es uno de los primeros estudiosos
en Francia de la resiliencia o capacidad del ser humano para sobreponerse
a una experiencia traumática, cualquiera que sea su origen: guerra,
violación, tortura, duelo, deportación y un largo etcétera,
en una recuperación que supone no quedar marcado de por vida y llegar
a ser feliz.
Es autor de Los patitos feos, El murmullo de
los fantasmas y El encantamiento del mundo (todos ellos publicados
en español por la editorial Gedisa), en los que analiza de manera
más profunda el fenómeno, cuya premisa es que la infelicidad
en los primeros años no determina la vida.
Lo dice un hombre que nació en 1937 y cuyos padres,
judíos emigrados de Ucrania, fueron deportados a un campo de concentración
nazi, del cual sólo él escapó. A los ocho años
fue a vivir a una granja de beneficencia, donde unos vecinos le mostraron
lo bello de la vida. Ahora se encuentra en México para impartir
una serie de conferencias.
Manifestaciones colaterales
Después de tener a los niños como objeto
de investigación, Boris Cyrulnik ha ampliado el espectro a adolescentes,
adultos y ancianos, incluyendo a pacientes con Alzheimer. En todos los
casos la resiliencia se desarrolla más cuando existen lazos afectivos,
ya sea entre individuos, familias, grupos laborales, comunidades e inclusive
países.
Uno de los efectos secundarios de la tecnología
y el consiguiente rompimiento de los lazos afectivos, y tal vez uno de
los más importantes, es el de la soledad, que conlleva enfermedades
relacionadas con la ansiedad y la depresión, que, al parecer, van
a predominar en el siglo XXI.
Al respecto, el especialista subraya: ''No se puede mencionar
ni un solo avance tecnológico que no tenga efectos secundarios.
El efecto secundario de todo esto es la soledad", aunque se maneja de manera
diferente de acuerdo con la región del mundo.
''No hay que detener el progreso, hay que seguirlo, pero
también hay que luchar contra los efectos secundarios. Es la cultura
la que permite luchar contra la soledad, porque su función es tejer
vínculos y dar sentido.
''De ahí que lo más importante del cine
o del teatro es el restaurante, porque es en este último lugar donde
hablamos de la obra o película que hemos visto, estamos juntos,
le damos sentido a lo que vimos. Muchas sociedades se siguen desarrollando
y avanzando tecnológicamente, pero tienen muchos efectos secundarios.
Tal es el caso de Estados Unidos y, cada vez más, Francia. Aumenta
la vulnerabilidad del individuo.''
Algunos
grupos humanos, señala, son menos resilientes por el rompimiento
de los vínculos afectivos, pero en otros casos, sobre todo cuando
los lazos familiares son fuertes, los grupos salen del trauma con facilidad.
La resiliencia, explica, no significa olvidar. ''El olvido
es retener el sufrimiento, pero la herida permanece, está en la
memoria. La resiliencia implica que voy a utilizar esa herida para hacer
alguna obra social".
En un sentido más amplio, y saliendo un poco del
estudio de las personas, sucede lo mismo con los países. ''Mis libros
tienen mucho éxito en países de lenguas romances. Todos los
países de lengua latina son muy resilientes, contrario a lo que
sucede en Estados Unidos y Alemania. En este último país
hay traducciones de mis libros y sin embargo la resiliencia no tiene éxito.
Mis amigos alemanes me dicen que se debe a que Alemania está en
plena negación. Los jóvenes en ese país hablan de
la guerra, de los nazis, fuera de su medio familiar desde hace 10 o 15
años, porque les tienen miedo a sus padres y a sus abuelos, y siguen
sin hablar del Holocausto. Lo mismo sucede en Francia, donde apenas se
comienza a hablar de la guerra en Argelia''.
(La próxima conferencia de Cyrulnik en la ciudad
de México es el lunes 22 a las 20 horas en Casa de Francia, en Havre
15, colonia Juárez). El martes a las 12 horas estará en la
Facultad de Psicología de la UNAM y el miércoles a las 11
horas en la UAM-Xochimilco).
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