Renuncia a la dirigencia del blanquiazul para aceptar invitación de Vicente Fox

Deja Luege estela de escándalos y críticas a su gestión en el PAN-DF

Dimite al cargo a unos días de que se den a conocer las conclusiones sobre el fracaso electoral

El partido, en posición muy débil, afirma el senador Galván Desarrollo Ciudadano, pendiente

BERTHA TERESA RAMIREZ

A unos días de que la comisión fiscalizadora integrada por el Consejo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN) dé a conocer las conclusiones sobre cómo se desarrollaron las campañas electorales y sus resultados, el dirigente de ese instituto político en la capital, José Luis Luege Tamargo, dejó el cargo.

El panista presentó ayer su renuncia a la dirigencia de ese partido, tras aceptar la invitación del presidente de la República, Vicente Fox Quesada, para que asuma la titularidad de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

De acuerdo con los estatutos de ese partido, Luege será sustituido por el secretario general, Adrián Fernández, quien deberá convocar, en un plazo no mayor a 30 días, al Consejo Estatal para elegir al nuevo presidente.

Luege Tamargo deja el cargo precedido de serios cuestionamientos a su gestión al frente de ese partido político y la debacle que sufrió el blanquiazul en las elecciones del 6 de julio.

Apenas se dio a conocer la renuncia del dirigente panista, el senador Jesús Galván se descartó para dirigir ese partido, empero, destapó a Carlos Gelista, Tayde González Cuadros, Margarita Saldaña, Fernando Pérez Noriega y Arne aus den Ruthen Haag para que conduzcan ese partido hacia las elecciones de 2006.

El legislador panista señaló que Carlos Gelista y Tayde González contendieron con José Luis Luege en 2002 por la dirigencia de ese partido; en tanto, Saldaña, Pérez Noriega y Aus den Ruthen tendrían las cualidades para dirigir al partido, indicó.

Dijo que cualquiera de los mencionados podría sustituir a Luege y de manera muy democrática rehacer al partido con miras a las elecciones de 2006, ya que hay que trabajar para ese proceso y no esperar hasta 2005, porque el partido requiere mayor presencia en la calle y para eso se necesite de una visión que "no vea para dentro", como hizo el dimitente.

Se requiere un perfil que articule al partido y sea más visible, no sólo por las declaraciones del dirigente del partido, sino con gestión social.

En cuanto a la gestión de Luege, Galván dijo que dejó al PAN en posición muy débil; de hecho, el partido perdió cuatro de las seis delegaciones que ganó en 2000, y de las dos que obtuvo en este año -Benito Juárez y Miguel Hidalgo-, una está en litigio en el Tribunal Electoral local, además de que sólo obtuvo tres diputaciones locales, mientras que 12 le fueron otorgadas por la vía plurinominal.

No obstante, aseguró que la renuncia podría obedecer a su cercanía con el Presidente de la República, aunque "el único reclamo que se haría al presidente Fox es: por qué no se lo llevó antes".

Entre las críticas más sonadas contra Luege está la de haber tolerado la creación de un grupúsculo que dio paso a la conexión de miembros de ese partido con la asociación Desarrollo Ciudadano, involucrada con la presunta venta de candidaturas.

Además voces críticas, como las del senador Jesús Galván y la del ex diputado federal Fernando Pérez Noriega, exigieron al Consejo de ese partido la renuncia de Luege Tamargo, al cual acusaron de no haber conformado una estructura suficientemente sólida en el PAN rumbo a las elecciones de este año, y de una falta de visión que lo orilló a no tener un programa que fortaleciera a Acción Nacional, así como de empañar los proceso democráticos dentro del partido, que fueron disminuidos tras las nominaciones de candidatos a jefes delegacionales, "designaciones de amigos del ingeniero Luege y que en muchos de los casos no eran ni de las delegaciones de las que fueron nominados".

En otro tema, Luege rechazó que el presidente Fox haya fallado a los capitalinos por no haber dado el apoyo suficiente al DF por una supuesta rivalidad con el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador. "Fox no le ha fallado a los ciudadanos del DF, lo que pasa es que estamos ante un fenómeno que mantiene a los capitalinos con una superimpresión del jefe de Gobierno".

El Presidente, dijo, ha sido respetuoso del Gobierno del Distrito Federal y ha tenido una relación institucional; "a mí no me cae nada bien que apapache obras que nosotros hemos criticado por considerar que no eran prioritarias para la ciudad", puntualizó.