México D.F. Lunes 1 de septiembre de 2003
TERCER INFORME DE GOBIERNO
Comienza la cuenta regresiva para el titular del Ejecutivo federal
Con las alforjas vacías, Fox acude hoy al Congreso
Gobernantes y grandes capitales siguen esperando las reformas ofrecidas
JUAN MANUEL VENEGAS
Con el proceso de sucesión ya en marcha, alentado por él mismo; las alforjas vacías, sin las grandes reformas que prometió; el traspié electoral de su partido (Acción Nacional) hace apenas dos meses; desempleo con las tasas más altas de los últimos cinco años, y el reconocimiento -que hace en público y en privado- de que los mexicanos siguen esperando ''mucho más'' de la alternancia en el poder, el presidente Vicente Fox presentará en su tercer Informe de Gobierno la misma agenda y las mismas ofertas con las que llegó hace tres años: todas por cumplir.
Si, como dijo en París en noviembre del año pasado, hoy se arrepiente de haber creado tantas expectativas, la tarde de este lunes en San Lázaro será el recuento de lo mucho que falta por hacer, más allá del eco del voluntarismo presidencial. O tal vez -como hizo ya en los días posteriores a los comicios del 6 de julio- un nuevo anticipo a los partidos políticos y aspirantes a sucederlo: si no hay acuerdos, allá ellos... porque ''šyo ya cumplí!'' Y empezará, de cualquier forma, la cuenta regresiva...
La falta de esos acuerdos internos, en tanto, lo ha llevado a perder parte del ''atractivo'' que tuvo en el exterior, donde gobernantes y grandes capitales siguen esperando las reformas ''estructurales'' que ofreció. En enero de este año, durante una gira del mandatario por Europa, lo advirtió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Héctor Rangel Domene: afuera empieza a ''notarse la decepción''.
En paralelo corrió el distanciamiento con la Casa Blanca que, para el caso del proyecto foxista, es de un altísimo costo: el acuerdo migratorio que se propuso como eje de la relación con Estados Unidos quedó en el olvido, mientras que ''el acelere castañedista'' por la entrada al Consejo de Seguridad de la ONU terminó por acarrearle a Fox problemas y diferendos con el gobierno estadunidense en los preparativos de la invasión a Irak.
La pareja presidencial va a las urnas...
En el año que ha transcurrido desde su segundo Informe de Gobierno, Fox hizo la presentación oficial de la nueva figura gobernante: ''La pareja presidencial'', que forma con su esposa Marta Sahagún. Defendido el binomio por el propio mandatario ante los medios, se propuso -y así lo hizo- ponerse a la cabeza de la campaña electoral del panismo.
Con un amplio despliegue propagandístico, a través de medios de comunicación electrónicos, Fox y su esposa se pusieron al frente del PAN haciendo suyo el lema de campaña: ''Quítale el freno al cambio''.
Sin embargo, muy pronto comenzaron a verse los resultados: los comicios del estado de México (9 de marzo de este año) significaron el primer revés para la pareja presidencial, pues Acción Nacional se rezagó electoralmente en la entidad.
Una reunión que organizó la esposa del Presidente en Los Pinos para ''afinar'' la estrategia electoral del PAN mexiquense sustentó, inclusive, una denuncia del PRI ante las autoridades electorales, que, si bien no prosperó, contribuyó a mostrar el compromiso personal que habían adquirido los Fox con la campaña panista.
En los meses que siguieron, previos a la elección federal del 6 de julio para renovar la Cámara de Diputados y los gobiernos en seis estados, Sahagún se vio obligada a bajarse del carro promocional del PAN y del gobierno foxista, y anunció su retiro temporal ''de los reflectores''.
El presidente Fox, en tanto, siguió al frente de la campaña panista. Se multiplicaron sus apariciones en espots televisivos y se intensificaron las giras por las entidades gobernadas por sus correligionarios. Todo con el objetivo, que previamente hizo explícito, de tener mayoría en el Congreso.
El fracaso está a la vista: Acción Nacional no sólo no obtuvo mayoría, sino que redujo considerablemente el número de diputaciones federales que tenía y dejó ir el gobierno de Nuevo León, que para muchos panistas significaba algo así como ''la joya de la corona''. El revés del marketing en que Fox fundamentó toda su estrategia se magnifica si se toman al pie de la letra las declaraciones del jefe del Ejecutivo, ya que la participación ciudadana que promocionó -según dijo- simplemente no se dio, y la abstención llegó a niveles cercanos a 60 por ciento.
Y todavía falta conocer el gasto que la propaganda foxista en radio y televisión significó para la cuenta pública; en 2002, la inversión que hizo la Presidencia en este rubro ascendió a más de 236 millones de pesos.
Tras la caída del llamado efecto Fox, el mandatario dio por iniciado el proceso de sucesión... y lo hizo precisamente en el momento de las mayores críticas a su equipo de colaboradores.
De la misma casa presidencial salió el anuncio, inclusive, de que todos los secretarios de Estado pasarían a ser evaluados por una comisión que ex profeso creó el mandatario. Los cambios, según se dijo, eran inminentes, pues ellos (los secretarios) eran también responsables del retroceso electoral del 6 de julio.
En el PAN se produjeron nuevas manifestaciones de rechazo a la integración del gabinete, mientras desde fuera las críticas arreciaron. ''Ineficiencia, falta de formación política y carencia de compromiso y lealtad'' hacia el Presidente son algunos de los señalamientos que se han hecho contra buena parte de los secretarios de Estado del gobierno de Fox, quien no obstante se ha resistido a llevar a cabo los cambios exigidos desde su propio partido.
El primer relevo fue el del canciller Jorge G. Castañeda, quien al decidir que su ciclo en Relaciones Exteriores había concluido pidió la Secretaría de Educación Pública, y como no fueron satisfechas sus peticiones optó por renunciar.
El ''capricho'' de Castañeda -al que Fox todavía intentó convencer de continuar en la cancillería- obligó al primer enroque: Luis Ernesto Derbez llegó a Tlatelolco y su lugar en la Secretaría de Economía fue para el en ese entonces gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond.
Con estas alternativas lo que ha ocurrido es que mientras Derbez se ha olvidado de la diplomacia y asumido las tareas que le corresponderían a Canales en la promoción de las relaciones comerciales del país, según sus detractores, el ex gobernador de Nuevo León se la ha pasado haciendo declaraciones que provocan malestar en los distintos sectores de la sociedad y ello ha motivado que las críticas al equipo gobernante suban de tono.
Luego siguió la renuncia de María Teresa Herrera a la Secretaría de la Reforma Agraria para ocupar la dirección jurídica de la Presidencia, en sustitución de Juan de Dios Castro, quien por su parte se fue a ''reforzar'' las candidaturas del Partido Acción Nacional a la Cámara de Diputados.
Para sustituir a Herrera fue llamado el ex priísta Florencio Salazar... hecho que nuevamente provocó el malestar en el blanquiazul, máxime que al mismo tiempo su ex líder nacional, Felipe Calderón, fue nombrado director de Banobras.
La evaluación del gabinetazo
Más recientemente, en julio pasado, luego de que el secretario de Gobernación, Santiago Creel, dijera que todo el gabinete estaba sujeto a la evaluación ordenada por Fox, y que de ésta se desprenderían los cambios que habría que hacer, la secretaria de Turismo, Leticia Navarro, se adelantó y ''forzó'' a Fox a aceptar su renuncia. Sin querer aparecer eventualmente en la lista de los cambios por ''ineficiencia'', Navarro aclaró en su despedida que ella se iba del gabinete por convenir a sus intereses.
Esto llevó a un enroque más: Rodolfo Elizondo dejó la coordinación de Comunicación Social de la Presidencia para irse a Turismo, al tiempo que el secretario particular del mandatario, Alfonso Durazo, asumió también la responsabilidad de la información gubernamental.
Así pues, con las aguas agitadas por la adelantada sucesión, sin fortaleza en su equipo de colaboradores y sin las reformas que tanto prometió y en las que ha fincado toda su apuesta de buen gobierno, Vicente Fox llega a su tercer Informe con una realidad: las promesas de cambio y crecimiento aún están por cumplirse... y empieza la cuenta regresiva.
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