México D.F. Viernes 22 de agosto de 2003
El creador apremia a que se multipliquen por
el país espacios artísticos
Federico Silva confía en la calidad mundial
de su museo
MERRY MAC MASTERS
El Museo Federico Silva. Escultura Contemporánea,
de San Luis Potosí, no será un recinto ''local, estatal o
provinciano'', sino nacional -''ya lo empieza a ser''- e internacional,
''como esperemos que sea''. Así se expresó el artista visual
Federico Silva acerca del sueño a punto de cumplirse el próximo
18 de septiembre, cuando será inaugurado ese proyecto museístico
que "rebasa lo que pudiéramos llamar una intención estrictamente
estética". Más bien ''se refiere a un ambicioso propósito,
que consiste en multiplicar los espacios donde ocurra el fenómeno
del arte''.
Ese
día también serán abiertas exposiciones de Juan Soriano,
a quien le toca ''inaugurar'' el jardín de San Juan de Dios, que
se remoza con la finalidad de integrarlo al museo; de Manuel Felguérez,
y de escultura huasteca. Se cancelará un timbre postal. El Museo
Federico Silva se ubica en el corredor cultural del Centro Histórico
de San Luis Potosí, que está ''a un paso de convertirse en
Patrimonio de la Humanidad'' de la Organización de Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), como anotó
su directora, Regina Boesterly, en rueda de prensa.
Fernando Silva Nieto, gobernador estatal, informó
que el 8 de septiembre la documentación respectiva será entregada
a la UNESCO, con la finalidad de que el Centro Histórico potosino
sea declarado Patrimonio de la Humanidad, lo cual se espera el primer semestre
de 2004.
Para Silva, "aun cuando el museo -instalado en un edifico
porfiriano- no es un espacio de grandes dimensiones, cuenta ya con algunas
salas a las cuales se les han asignado nombres que nos permitirán
marcar una visión, una tendencia, hacia el vínculo con lo
internacional. Así es el caso de una de los espacios que lleva el
nombre del escultor vasco Eduardo Chillida, y un pequeño auditorio,
probablemente el de Gillo Dorfles".
Silva anotó que hay muchas personas destacadas
de San Luis Potosí; sin embargo, "los nombres de esas personas honran
a la sociedad potosina y abren los espacios del museo para intercambiar
sus propuestas en el ámbito internacional".
Para el escultor quizá lo más importante
es que el museo se convierta en "un instrumento de enlace del universo
sensible de los mexicanos".
Aseguró que ya se empieza a hacer de la República
Mexicana ''una verdadera cadena de intercomunicación de la pasión
por el arte, de la voluntad humanística mediante el lenguaje artístico".
Como prueba están los museos de Yucatán, Zacatecas, Jalisco
y Oaxaca, donde ocurren "cosas del mundo".
Se trata de que los artistas ''se muestren en un sitio
y en otro, y la República sea una unidad cultural con la discrepancia
de las particularidades locales, del carácter del artista y su línea
particular''. El Museo de Escultura Contemporánea es, entonces,
"esperanzador; apenas se inicia y se abre al mundo como una nueva propuesta
cultural de los mexicanos".
Saúl Juárez, titular del Instituto Nacional
de Bellas Artes, anotó que en ese proyecto todas las voluntades
e intenciones parten de una central y definitiva, que es la bonhomía
de Federico Silva, y las ganas que tiene de proyectar hacia el territorio
nacional un esquema de difusión muy específico sobre la escultura.
En la conferencia también estuvieron María Esther González
Torres, presidenta de la Fundación Federico Silva, y José
Cerillo Chowell, directivo del patronato del nuevo museo.
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