México D.F. Domingo 10 de agosto de 2003
Nadie puede manejar al PRD maniatado y bajo sospecha, dice; reprocha fuego amigo
Presenta Robles renuncia irrevocable
RENATO DAVALOS
Dieciséis meses después de haber asumido el liderazgo del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Rosario Robles Berlanga presentó su "renuncia irrevocable" al Consejo Nacional partidista, en un mensaje que sorprendió a unos y otros y en el que estableció: "la dignidad no tiene precio; nadie puede manejar al partido maniatado y bajo sospecha. No estoy dispuesta a que el único patrimonio que tengo, la honorabilidad, sea objeto de dardos provenientes del fuego amigo".
Entre el desconcierto y el azoro de los consejeros, la separación de Robles abrió un compás para decidir al sucesor. Las negociaciones entre las tribus se iniciaron de inmediato sin cristalizar un acuerdo, aunque con propuestas de un arco iris de posibles entre los que figuran Leonel Godoy, secretario de Gobierno de Michoacán, y Carlos Navarrete, secretario general.
Tras la dimisión, el Comité Ejecutivo -que se prevé también será renovado- acordó que hoy se reúna el Consejo Político Consultivo (CPC), que congrega a los liderazgos, para encontrar los términos sucesorios. Juan Guerra, responsable electoral, y Ramón Sosamontes, secretario de Alianzas, formalizaron ante el consejo sus respectivas renuncias.
Niega deuda de 600 millones de pesos
Al filo del mediodía Robles subió al templete para dirigirse a los consejeros, sin los gobernadores perredistas presentes. No estoy dispuesta a ser rehén; tampoco soy partidaria de la simulación, dijo. Se ha hablado de unidad y mientras, por debajo del agua, se emprende una guerra sucia para desprestigiar y socavar la presidencia y colocarnos una camisa de fuerza, con filtraciones interesadas.
Negó que haya una deuda de 600 millones de pesos. Asciende, aseveró, a 208 millones, "108 millones más que cuando llegamos". Tampoco aparece, como se afirma, la agencia encargada de nuestra campaña, que no intervino ni en la contratación con medios ni se le pagó 15 por ciento, apuntó.
En este contexto, el equipo de Robles hizo distribuir copias de 23 cartas de empresas radiales y televisivas -excepto de Televisa-, fechadas a mediados de julio, en las que representantes comerciales de cada una afirman que Publicorp no recibió ninguna comisión por servicios contratados y que los contratos se hicieron directamente con el PRD.
No es una decisión fácil; sé que no la he consultado a mis amigos, añadió Robles. Sostuvo que no se rebasaron los topes de campaña. Se ha insinuado un manejo indebido de los recursos del partido, insistió. También pidió al órgano de fiscalización interna que haga una auditoría del gasto por conducto de la empresa que han decidido: Galaz, Yamasaki y Ruiz Urquiza, pues no hay nada que esconder.
En abril de 2002, explicó, se notificó en el acta de entrega-recepción una deuda de 70 millones, pero en junio el dictamen de la Comisión de Fiscalización estableció que los pasivos ascendían a 106 millones 849 mil pesos. Se incorporó una sanción del IFE de 7 millones, el pago de 5 millones por litigios laborales y deudas con medios de comunicación por 30 millones de pesos. Es decir, casi 150 millones de pesos con bancos y proveedores. Hoy entregamos un informe que establece deudas por 132 millones con la banca y 126 millones con proveedores, fundamentalmente medios de comunicación, esto es, 258 millones de pesos en total, 108 millones más que cuando llegamos a la dirección nacional.
Sobre el asunto, su antecesora en el cargo, Amalia García, dijo que entregó las cuentas con un débito de 91 millones y no de 150 millones de pesos y manifestó que en este año la gestión de Robles contrató débito por encima del 10 por ciento autorizado por el Consejo Nacional, en una "violación estatutaria".
Encontramos, había dicho Robles, un partido fragmentado y paralizado. Una "maraña de intereses burocráticos" impidió que recorriéramos el camino que marcó el informe de la Comisión de Legalidad y Transparencia. Esos intereses "nos derrotaron en el Consejo Nacional archivando en el cajón la oportunidad que teníamos de demostrar que el PRD era diferente y que no había cabida a la impunidad". De salida, Robles refrendó su lealtad y respeto a Cuauhtémoc Cárdenas.
Robles llegó y se fue con su hija Mariana y no volvió. Se intentó recomponer el consejo, sumido en el desconcierto que quedó flotando en el salón. No éramos partidarios de su salida, externaron Jesús Ortega y Amalia García, líderes de chuchos y amalios. Podíamos sacar adelante el problema, añadió el primero.
El estatuto perredista ordena que en ausencia temporal, el secretario general asuma el liderazgo en forma interina. Después de algunos minutos, se reunió elcomité, ante el que se presentaron las propuestas de Leonel Godoy y se mencionó también a Alejandro Encinas y Martí Batres. Pero no hubo acuerdo por la disputa en torno a la corriente a la que tendría que pertenecer el próximo dirigente.
Tras varias horas de receso se reanudó una sesión catártica en la que subieron a tribuna los representantes de las corrientes. Ramón Sosamontes refrendó entonces el carácter irrevocable de la renuncia de Robles. Juan Guerra dijo que unos cuantos "querían que se quedara Rosario para mantenerla sojuzgada; hasta en las mafias hay respeto; es de cobardes filtrar información".
Jesús Zambrano, de los chuchos, dijo que no se sentían aludidos y negó que hubiesen filtrado información. René Bejarano pidió la renuncia de todo el comité. Pablo Gómez lamentó la salida de Robles, pero señaló que el partido tiene que seguir. Inti Muñoz, asesor de Robles, justificó la deuda, y planteó que aun con todo "el voto del PRD es el más barato". La discusión en torno a la crisis se multiplicó en voces que continuarán hoy con el análisis del informe electoral y financiero.
En tanto, el jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, expresó que este domingo fijará su postura al respecto. Se prevé su asistencia al Consejo Político Consultivo. CON INFORMACION DE ANGEL BOLAÑOS
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