Falta una política de Estado en la materia: Pérez Abreu

Privilegia Conacyt el área tecnológica sobre la ciencia

Renuncié al Cimat porque se agotó mi relación con Parada, dice

JOSE GALAN ENVIADO

Guanajuato, Gto., 5 de agosto. El científico Víctor Manuel Pérez Abreu afirmó que en la comunidad científica hay "gran incertidumbre" por las políticas del Conacyt que privilegian el desarrollo tecnológico sobre la ciencia; reveló que su relación con Jaime Parada, titular del organismo, "se había agotado", y confirmó su intención de regresar a la investigación, por lo que decidió renunciar al Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), en esta ciudad del Bajío, luego de poco más de siete años como director de ese centro.

Consideró que la política de desarrollo científico del país debe ser a largo plazo y no de resultados inmediatos, como exige el gobierno de la República, y que para ello hace falta precisamente una política de Estado para la ciencia. Pérez Abreu alertó además sobre la fuga de cerebros, "de los talentos y la inteligencia mexicanos", debido a la falta de plazas para permitir a sus científicos desarrollar sus investigaciones con una vida y sueldo dignos.

Insistió en entrevista en que su renuncia "fue una decisión personal", motivada por su intención de regresar al cubículo y a la investigación, pero también porque consideró que su ciclo "ya terminó" -había apenas cumplido doce meses de su segundo mandato de seis años al frente del centro-, y que, "para no lesionar al Cimat" y su relación con el Conacyt, tomó finalmente la decisión de separarse del cargo.

A pesar de las modificaciones a la Ley Federal de Ciencia y Tecnología, y a la Ley Orgánica del Conacyt, "todavía hay mucha incertidumbre" en la comunidad científica del país sobre el rumbo que han tomado las políticas públicas en favor del desarrollo tecnológico en contra de la investigación en ciencias duras. "Lo que ellos entienden como ciencia, pues, no está claro. Quieren resultados ya y nosotros trabajamos para plazos largos".

El matemático, con nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, logró crear vínculos importantes no sólo con la iniciativa privada, en proyectos conjuntos con empresas de la talla de Tequila Sauza o Industrias Mabe, sino también con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, con sede en Aguascalientes, donde el Cimat mantiene un pequeño centro de matemáticas, probabilidad y estadística.

Por ello, insistió en la necesidad de crear más centros de investigación en el país, no sólo para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, sino también para la formación de personal académico que pueda llevar el conocimiento que generan los científicos mexicanos a las aulas de las facultades, incluso a las escuelas secundarias y preparatorias. Y para ello defendió la necesidad de impulsar los posgrados en México. "Se requieren más estudiantes dedicados al posgrado, que cuenten con el apoyo del gobierno para desarrollarse y crear todo un sistema de investigación respaldado por esa política de Estado", agregó.

Pero lo que más preocupa al académico e investigador es el problema de la falta de plazas para los mexicanos con preparación en el extranjero. La mayor parte de los estudiantes e investigadores con posgrado de México estudian y se desarrollan en el extranjero -donde tienden a quedarse-, "por la falta de plazas y de una política de repatriación de esa inteligencia que no tiene a dónde regresar a trabajar".

Y esa es parte de la incertidumbre que permea en el medio científico, sobre todo, dijo, "por estos momentos en que la situación económica no resulta atractiva para desarrollar proyectos de investigación con beneficios concretos para México". Advirtió que esos beneficios "tampoco se pueden esperar de la noche a la mañana, mucho menos estar evaluando a los investigadores cada tres años, ya que tienen que distraer parte de sus investigaciones para cumplir con los requisitos burocráticos de un sector oficial que insiste en obtener los mayores beneficios en el corto plazo".