México D.F. Miércoles 6 de agosto de 2003
Atrae a miles de argentinos Arte al plato, muestra sobre comida y hambre
Buenos Aires. Simbólicos platos vacíos, el pan como objeto inaccesible, golosinas de la infancia o un "muro lácteo" solidario son sólo algunas de las obras de unos 200 artistas argentinos que, inspirados en la problemática de la alimentación y el hambre, integran la muestra Arte al plato.
A dos semanas de su inauguración, unas 60 mil personas ya se deleitaron con las ofertas aromáticas de todo tipo y estilo que ofrece la exposición que se extiende en Buenos Aires sobre 7 mil metros cuadrados, ocupando casi todas las salas del estatal centro cultural Recoleta, dirigido por Nora Hochbaum.
"En un momento en que tanta gente sufre de hambre en el país fue una sorpresa encontrar tantos artistas que trabajan en esta temática, muchos de ellos denunciando la precaria situación que atraviesa gran parte de los argentinos en relación con la alimentación", declaró Liliana Piñeiro, curadora de artes visuales de la muestra, que abrió el pasado 17 de julio y termina el 17 de agosto.
Unos 200 artistas convocados venían trabajando esa temática, aunque algunos crearon nuevas obras para la ocasión, explicó Piñeiro, a cargo de las salas más llamativas de la exposición ideada y dirigida por Eva Piccolo. Prestigiosos artistas se hacen voceros del sufrimiento de los más necesitados en una puesta sin golpes bajos que refleja "cuando el alimento no está, no alcanza, o está mal distribuido", agregó la curadora.
El pan como "objeto inaccesible" está en el centro de la escena, con la creación del grupo Escombros, que tradujo al espacio tridimensional una propuesta producida originalmente para Internet. Destaca también la instalación de León Ferrari hecha con 40 biberones, que en vez de leche contienen las palabras de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, simbolizando el alimento básico para los niños.
Marcos López hizo de su "asado criollo", versión local de La última cena, de Leonardo Da Vinci, mientras la artista Julie Weis inmortalizó en impactantes fotos a mujeres de la provincia argentina de Formosa (noroeste) que son discriminadas por ser viudas y reciben sólo las vísceras cuando se destaza un animal para dar de comer a ese pueblo.
Para ingresar en la muestra se atraviesa la llamada "construcción láctea", proyecto del arquitecto Roberto Frangella, que va construyendo un muro de cartones de leche, donados por los visitantes como colaboración voluntaria y se van colocando a modo de ladrillos. Cuando termine la exposición la leche será entregada "a quienes más la necesiten" por conducto de la organización no gubernamental Red Solidaria.
Tras atravesar las salas que reflejan y denuncian la situación del país que alguna vez se conoció como "el granero del mundo" y hoy tiene cerca de 20 millones de personas en la pobreza, hay espacios más lúdicos y un homenaje a las golosinas que deleitaron a varias generaciones de argentinos.
La muestra remata en una instalación que ilustra otra dramática realidad: cuando el alimento está disponible, pero la decisión es no consumirlo, abordando las enfermedades relacionadas con la alimentación, como la bulimia y la anorexia.
La instalación hace un recorrido histórico desde el primer caso registrado de esas enfermedades, el de Catalina de Siena, en 1380, hasta los casos más recientes, como el de la conocida cantante estadunidense Karen Carpenter.
Una colección del Museo de la Ciudad cuenta la historia de los utensilios con los que cocinaban y comían los porteños, mientras se pueden escuchar o ver publicidad y programas relacionados con el tema culinario, seleccionados por el periodista Carlos Ulanovsky. En paralelo se ofrecen obras de teatro, conferencias, talleres y actividades para chicos. También hay un puesto de venta de comida orgánica. AFP
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