México D.F. Domingo 27 de julio de 2003
Aumenta la informalidad y provoca que se acepten
sueldos inferiores al mínimo
Mayor pérdida de empleos en el estrato salarial
más bajo: analistas
Caída en la actividad económica
y falta de inversión derivan en escasa creación de puestos
de trabajo Las percepciones en la manufactura han aumentado sólo
1.2% este año; en 2000 subieron 6.7%
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
La pérdida de puestos laborales ocurrida en la
primera mitad del año afectó principalmente a los trabajadores
del estrato salarial más bajo, que incluye a los que devengan de
uno a dos salarios mínimos, hecho que provocó un aumento
del empleo en actividades informales y que llevó a que cada vez
más personas acepten ocuparse a cambio de una percepción
menor a la mínima legal, dijeron este sábado analistas económicos.
El número de trabajadores que perciben de uno a
dos salarios mínimos registró en junio pasado una caída
anual de 5 por ciento, mientras que la ocupación en el segmento
de empleados con un ingreso de cinco a siete minisalarios repuntó
4 por ciento y el de aquellos que devengan más de 10 salarios mínimos
aumentó 5 por ciento, de acuerdo con indicadores del Instituto Mexicano
del Seguro Social.
La
mayor pérdida de trabajos se ha observado en el estrato salarial
más bajo, lo que ha aumentado el empleo en el segmento informal
-en donde no existe acceso a la seguridad social- y en el denominado de
condiciones críticas, donde aun cuand se trabaja más de 35
horas a la semana, el ingreso es menor al salario mínimo, comentaron
Arturo Vieyra y Perla Ibarlucea, analistas de Banamex-Citigroup, el principal
grupo financiero del país.
Por su parte, Héctor Chávez, director de
análisis de Santander Serfin, el tercer grupo financiero más
importante de México, destacó que el deterioro en el empleo
del país se manifiesta en el hecho de que 7.8 millones de mexicanos
en edad de trabajar, que representan 17.7 por ciento de la población
económicamente activa (PEA), se encuentran desempleados o laboran
menos de 35 horas a la semana, con una percepción menor al salario
mínimo, que es de 43 pesos diarios.
"Las cifras del mercado laboral indican que el bajo nivel
de actividad económica, en especial en el sector de manufacturas,
ha derivado en una escasa creación de empleos en el último
año. En tanto no se recupere el gasto de inversión del sector
privado, que se mantiene a la espera de la reactivación del mercado
estadunidense, las condiciones del mercado laboral seguirán siendo
de debilidad", añadió.
El martes pasado, el Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática (INEGI) dio a conocer que en junio
pasado la tasa de desempleo abierto alcanzó 3.2 por ciento de la
PEA, el nivel más alto registrado desde el inicio de la actual administración
federal, en diciembre de 2000.
Los analistas de Banamex-Citigroup comentaron que el bajo
crecimiento de los mercados externo e interno, así como la incertidumbre
en torno a la recuperación en el corto plazo, son los elementos
principales que han frenado las decisiones de inversión productiva
y en consecuencia la posibilidad de ampliar la planta laboral en el sector
formal de la economía.
Lejana, la reactivación del mercado laboral
"No esperamos en el corto plazo una reactivación
firme del mercado laboral", dijeron los especialistas. "En tanto que la
demanda externa -es decir, las exportaciones a Estados Unidos- no logre
consolidar su recuperación e influir favorablemente en las decisiones
de inversión productiva persistirá la debilidad del mercado
laboral", añadieron.
En la primera mitad del año, dijeron, sólo
se han creado 42 mil nuevos empleos más que el primer semestre de
2002. Esta cifra resulta insuficiente para cubrir la demanda laboral del
país, que registra cada año un aumento de 1.3 millones en
el número de mexicanos que se incorpora a la PEA.
Destacaron que mientras la mayor pérdida de puestos
de trabajo se ha registrado en el estrato salarial más bajo, el
hecho de que haya mayor avance en el empleo correspondiente a los estratos
superiores ha permitido que aumente la masa salarial (total de sueldos
pagados) en su conjunto, lo que ha evitado una mayor debilidad del consumo
privado.
Sin embargo, el salario unitario pagado en la industria
manufacturera registra este año un incremento de 1.2 por ciento,
tasa inferior a la reportada en 2002, cuando aumentó 4.1 por ciento,
y a las reportadas en 2000 y 2001, periodos en los que creció 6.7
y 5.8 por ciento, respectivamente.
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