México D.F. Lunes 14 de julio de 2003
El jurídico del Ejecutivo intervino en
la solicitud para instalar un museo de arte sacro
Presidencia gestionaba la cesión del ex Arzobispado
a la Iglesia
En un oficio dirigido al subsecretario de Gobernación,
Javier Moctezuma Barragán, Bienes Nacionales confirmaba que el inmueble
estaba en posibilidades de ser otorgado en concesión
MONICA MATEOS-VEGA
La Presidencia de la República, por conducto de
su Consejería Jurídica, fue la instancia que promovió
los trámites para otorgar en comodato a la Iglesia católica
el edificio del Antiguo Palacio del Arzobispado, para instalar un museo
de arte sacro.
Lo anterior se desprende del oficio que Juan Pablo Gómez
Morín Rivera, presidente de la Comisión de Avalúos
de Bienes Nacionales (Cabin), dirigió a Javier Moctezuma Barragán,
subsecretario de Gobernación, el 8 de noviembre de 2002, en respuesta
a una solicitud de éste, quien así daba trámite a
la petición de la Consejería Jurídica, entonces a
cargo de Juan de Dios Castro Lozano.
El documento explica que el ex Arzobispado, en caso de
ser puesto a disposición de la Cabin, se encontraría ''en
posibilidad" de ser ''concesionado, atendiendo a la opinión emitida
por la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal".
Este oficio le fue entregado a La Jornada mediante
el Sistema de Solicitudes de Información del Instituto Federal de
Acceso a la Información Pública. Esa información le
fue solicitada hace cuatro meses al área de Comunicación
Social de la Secretaría de la Función Pública (antes
Secodam), de la cual depende la Cabin, sin que hubiera ninguna respuesta.
Una fuente de la Dirección General del Patrimonio
Inmobiliario Federal (DGPIF) afirmó a este diario el 11 de abril
2003 que en esa oficina se recibió el 25 de octubre de 2002 una
solicitud para "otorgar el uso en comodato" del edificio de Moneda 4, para
instalar un "museo de arte religioso". A esta petición se respondió
con el mencionado documento del 8 de noviembre. La Jornada requirió
ambos documentos, pero se informó que sólo existe el último
mencionado.
Sari Bermúdez, presidenta del Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes, en su momento dejó entrever que también
sería bajo la figura de comodato como se cedería el inmueble
(La
Jornada, 3 de abril de 2003).
Historia de enredos
En
abril, la fuente de la DGPIF señaló a este diario que si
bien no tenía acceso al contenido de las cartas, por lo cual no
pudo proporcionar la información respecto de quién realizó
la solicitud y en qué términos, aseguró que esa dependencia
había recibido una petición de comodato referente al inmueble
que alberga al museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público.
Luego de la publicación de esta información,
el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos
de Gobernación, Javier Moctezuma Barragán, envió a
La
Jornada una carta en la cual dio a conocer que el proyecto se originaba
"por una petición del Consejo Consultivo para el rescate del Centro
Histórico de la Ciudad de México", y que en ese momento se
encontraba "en fase de evaluación por las diversas instancias gubernamentales
competentes".
Tal precisión, agregó, la hacía "después
de realizar las consultas necesarias a las dependencias directamente involucradas
en este asunto", quizá refiriéndose a él mismo, en
su calidad de gestor de "la opinión" emitida por la Consejería
Jurídica de Presidencia, instancia que, vale aclarar, se encarga
de realizar los trámites necesarios para concretar los proyectos
de reglamentos, decretos, acuerdos, nombramientos y resoluciones presidenciales.
En su momento, el historiador Guillermo Tovar de Teresa,
en su calidad de miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Consultivo
para el Rescate del Centro Histórico, señaló que esa
instancia no realizó ninguna solicitud, al menos ninguna que fuera
consensada por todos los miembros del Consejo, "salvo el cardenal Norberto
Rivera Carrera".
Versiones de fuentes eclesiásticas confirmaron
que para realizar los deseos del cardenal, de tener su museo en tan simbólico
recinto, se acordó que con la finalidad de que la operación
fuera ''transparente", la petición expresa se hiciera a través
de un fideicomiso o instancias de la sociedad civil (La Jornada,
17 de abril 2003).
El interés por este inmueble no es reciente, pues
después de que Norberto Rivera fuera nombrado arzobispo, en junio
de 1995, se elaboró un proyecto integral que no sólo consideraba
la restauración de inmuebles religiosos, sino también la
adquisición de otros, para conformar un gran corredor de turismo
religioso de la Catedral Metropolitana a la Basílica de Guadalupe.
Pero desde que se dio a conocer la intención de
otorgar a la Iglesia católica el ex Palacio del Arzobispado -primer
edificio expropiado por Benito Juárez a raíz de las Leyes
de Reforma-, la noticia provocó reacciones en contra de intelectuales
e historiadores, quienes consideraron esta medida ''un retroceso, una burla
contra el Estado laico que atenta contra los valores liberales que dan
sustento al país".
Las protestas, acogidas en estas páginas, hicieron
que, finalmente, las autoridades desistieran del proyecto luego de que
la Cámara de Senadores exigió al presidente Vicente Fox que
aclarara el asunto.
El 14 de mayo, Moctezuma Barragán determinó,
en el informe enviado a los legisladores, que no se había recibido
un "planteamiento específico debidamente sustentado por parte del
Comité Ejecutivo del Consejo Consultivo para el rescate del Centro
Histórico, las instancias gubernamentales competentes carecen de
elementos necesarios" para dictaminar el eventual establecimento de un
museo de arte sacro en el Antiguo Palacio del Arzobispado, por lo cual
se concluyó que ese inmueble "continuará en sus mismos términos
legales y administrativos".
Muchos hilos quedaron sueltos. El director general de
la DGPIF, Vicente Anaya Cadena -quien desde hace cuatro meses también
se ha negado a una entrevista con La Jornada-, sólo entregó
a la Unidad de Enlace de la Secretaría de la Función Pública
(a petición del IFAI) una copia del oficio de respuesta a la solicitud
de comodato. Y asegura que la dependencia a su cargo nunca recibió
solicitud alguna en ese sentido.
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