México D.F. Lunes 14 de julio de 2003
Ahora salen del sur del continente, ya no de México, las propuestas integracionistas
Busca Venezuela incluir a Cuba en un acuerdo comercial paralelo al ALCA
Hugo Chávez y Fidel Castro evalúan dos propuestas del presidente brasileño
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 13 de julio. La visita relámpago del presidente Hugo Chávez a su colega y amigo Fidel Castro, hace dos semanas, fue parte de una ofensiva diplomática de Venezuela, que en una vertiente busca incluir a Cuba en un mecanismo de integración económica regional, y en otra intenta una fórmula alternativa al plan y ritmo predominantes en la negociación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), reveló aquí una fuente del gobierno de Caracas.
Al concluir la 14 Cumbre de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), el sábado 28 de junio, en la localidad colombiana de Rionegro, Chávez viajó a Cuba en una visita de la que sólo se tuvo confirmación oficial el lunes 30.
En un aparente maratón político, Chávez y Castro hablaron durante toda la noche del sábado 28 al domingo 29, dijo el embajador venezolano en La Habana, Julio Montes, en una larga conversación con periodistas.
El domingo, ambos mandatarios participaron en una reunión sobre comercio bilateral y planes de desarrollo en Venezuela, visitaron escuelas en las que estudian jóvenes venezolanos y Chávez tuvo unas horas de descanso con su familia, relató el diplomático.
La descripción de Montes sobre los movimientos de Venezuela muestra un proyecto estratégico, el cual desplaza al sur del continente el centro de gravedad de las iniciativas latinoamericanas, que hace más de una década estaba en México.
El movimiento sigue a la recuperación del control de la industria petrolera por parte del gobierno de Chávez, tras un movimiento opositor que llevó casi a la parálisis al sector en diciembre pasado. Petróleos de Venezuela (Pdvsa) está produciendo 3 millones 252 mil barriles diarios de petróleo y exporta 2 millones 240 mil, expresó el embajador.
"Queremos ser un articulador", señaló Montes. "Nuestro papel es el de motor de arranque, ver que no nos apartemos y que podamos acercarnos en lo económico." En el caso de Cuba, "su aislamiento es un atavismo de la guerra fría", subrayó.
"Tenemos un planteamiento de lo que se llama desarrollo endógeno, que es de polos de crecimiento de América Latina, visto como el aprovechamiento de potencialidades productivas pero concebido no sólo como Venezuela, sino como América Latina", dijo Montes.
"Esta es la visión que se tiene para enfrentar el ALCA, para esperar la discusión de éste", señaló. "Nos oponemos al ALCA. Es el quinto infierno de Dante", aseveró el diplomático, pero reconoció que la realidad política va a desembocar en el debate de ese mecanismo en 2005.
Los mandatarios de la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela y Perú) y los del Mercado Común del Sur (Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) tienen previsto reunirse antes de agosto próximo para examinar la iniciativa del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, de acordar este año una zona de libre comercio.
Además de una batería de condiciones al actual proceso de negociación del ALCA, como la eliminación de barreras estadunidenses a productos agrícolas y textiles y el reconocimiento de que el hemisferio tiene un desarrollo desigual, Lula da Silva ha puesto sobre el tapete de la discusión regional un carril integracionista sudamericano, paralelo al acuerdo continental.
Chávez podría venir nuevamente a Cuba este mes a participar en las celebraciones del 26 de julio, fecha emblemática del inicio de la revolución cubana hace medio siglo, pero aún no lo ha decidido por la presión de su agenda, manifestó el embajador.
Brasilia anunció la semana anterior una visita oficial de Lula a Cuba para finales de septiembre próximo, que encaja claramente en la apertura de este nuevo esquema regional de movimientos y alianzas.
Las propuestas
Montes explicó que Chávez trajo a la discusión con Castro dos propuestas que ya ha examinado con Lula. Una es el fondo para el desarrollo de América Latina, una concertación financiera propia de la región, orientada a determinados polos de crecimiento. Otra es la creación de la multinacional petrolera Petroamérica, con un mecanismo de unión, en principio, entre las corporaciones del ramo de Venezuela y Brasil, para incorporar en un segundo escalón a las de Ecuador y Cuba.
Sin embargo, reconoció que los trazos del plan son aún incipientes y tienen dificultades para avanzar. En el caso de la agrupación petrolera, dijo que ya hubo una primera ronda de discusiones entre Pdvsa y Petroleo Brasileiro SA (Petrobras), que concluyó sin acuerdos.
"En Petrobras todavía ven primero la relación con el norte desarrollado que con el sur", pero prevalece la expectativa de continuar la discusión, indicó.
También evocó las diferencias de enfoques en América Latina, por ejemplo respecto de Cuba, del ALCA y de temas particulares como la crisis de Colombia. Dijo que esas discrepancias salieron a relucir en la reciente cumbre del Grupo de Río en Cuzco, Perú, en mayo pasado; unos días después, en el foro informal de jefes de Estado, que surgió en Buenos Aires durante la toma de posesión del presidente Néstor Kirchner, y pueden manifestarse en la próxima Cumbre Iberoamericana, convocada a realizarse en noviembre próximo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Pero a contrapelo de las dificultades, la diplomacia venezolana está trazando lo que parece una autopista de varios carriles.
Venezuela, que importa 300 mil toneladas de azúcar al año, planea desarrollar el sector con técnica y asesores cubanos, y estructuras fabriles que Cuba está empezando a desactivar, contando además con financiamiento brasileño para su modernización. Los ingenios venezolanos Río Tocuyo y Sabaneta están en ese proyecto y otros dos podrían incorporarse.
Montes ilustró con otros ejemplos esta parte de la iniciativa: Venezuela puede suplir el déficit de energía brasileño. Cuba puede impulsar con conocimientos la biotecnología cubana y Venezuela puede contribuir a detonar con financiamiento el desempeño comercial de ese sector de punta de la isla. En torno al Amazonas puede surgir una unión sudamericana de compañías hidroeléctricas.
Adicionalmente, Cuba mantiene abierta la invitación a Petrobras para que asuma la búsqueda de crudo en la plataforma marina de jurisdicción cubana en el Golfo de México, donde ya trabajan la española Repsol y la canadiense Sherritt.
Alianza con Cuba
El embajador también explicó los alcances de la relación entre Venezuela y Cuba, que ha convertido al país sudamericano en el principal aliado estratégico de la isla:
- Deuda. La deuda generada por interrupciones en las ventas de Pdvsa a la isla el año pasado, de 144 millones de dólares, quedó restructurada. Cuba paga ahora regularmente, en términos concesionales, el suministro de 53 mil barriles diarios de combustible (crudo y derivados) y abona 15 millones de dólares mensuales a la deuda.
- Petróleo. El suministro está regularizado y se rige por un acuerdo general de cooperación. Venezuela entrega el equivalente a un tercio del consumo cubano, que convierte a ese país en el principal socio comercial de la isla. La factura petrolera que paga Cuba a Venezuela ronda los mil millones de dólares anuales.
- Educación y salud. Cuba atiende pacientes venezolanos con afecciones de cierto nivel de complicación a título gratuito. Hasta ahora han pasado por ese plan 3 mil 985 enfermos, que han venido en un vuelo semanal especialmente para ese propósito. En Cuba hay 457 estudiantes de medicina y este año ingresarán otros 100; existen 238 en deportes y pronto se sumarán otros 36; hay 860 en trabajo social y acaban de graduarse 70 instructores de arte.
Siempre bajo los términos del convenio general, en Venezuela trabajan 400 médicos y 980 entrenadores deportivos cubanos. El apoyo de Cuba al plan venezolano de alfabetización es gratuito y consiste en un método audiovisual, 80 asesores, 2 millones de bibliotecas familiares (paquetes de 10 libros) y 50 mil televisores de fabricación china.
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